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Cecilia Hernández
Miércoles, 14 de diciembre 2016, 11:17
¿Y ahora qué? Es la pregunta que se realizan los vecinos de la calle Alarcón. Han ganado y han conseguido que el juzgado anule la licencia ambiental, decisión que se suma a la anulación de la licencia de cambio de uso del año pasado, pero, ¿qué consecuencias tendrá esta decisión judicial? Pues, en principio, los vecinos tendrán que seguir esperando. En primer lugar porque cabe recurso, tal y como señala Enrique Rivero, abogado de la asociación Avemur en esta larga historia de pleitos contencioso-administrativos.
«Puede recurrir la empresa, puede recurrir el Ayuntamiento y pueden recurrir los propios vecinos», explica el letrado. Recursos de apelación que se interpondrían ante la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León con sede en Valladolid. No parece probable, tras lo dicho ayer en la Comisión de Fomento, que el Consistorio dé este paso, pero sí es planteable que lo haga la empresa. Y si es así, es probable también que los vecinos recurran para que se tengan en cuenta los temas desestimados por el juzgado salmantino, como los ruidos. «Que la sala del TSJCyL, al menos, conozca del caso entero, no sólo de la parte de las chimeneas».
Mientras tanto, Avemur insiste con la ejecución de la sentencia de 18 de noviembre de 2015 por la que se anuló la licencia de cambio de uso por falta de compentencia del redactor del proyecto. «Tendrían que clausurar el hotel porque es lo que se haría con una tienda, por ejemplo, que estuviera en una situación similar», reitera Rivero.
Y es que es inevitable que los vecinos se pregunten de qué vale ganar los juicios si después la situación sigue tal y como está. «Al final ganamos todo pero no sirve de nada, entonces, ¿la justicia para qué está?», apunta el abogado, quien alaba, por otro lado, la buena disposición y la entrega demostrada por los vecinos a lo largo de estos años de juicios. «Todo el mérito lo tienen ellos, que han buscado estrategias, han insistido, han ayudado en todo momento, han tenido paciencia, han ido a los juicios, y eso al final da sus frutos».
Enrique Rivero lamenta, asimismo, que en todo este tiempo no haya habido, nunca, «ni un sólo gesto» por parte del Ayuntamiento en reconocimiento de los vecinos de Alarcón. Hay que recordar, añade, que las dimensiones del hotel ahora mismo no están conformes al planeamiento urbanístico de la ciudad, en virtud de la anulación del estudio en detalle de transmisión de edificabilidad. Anulación que el equipo de Gobierno pretendió solventar con una modificación puntual y específica del PGOU, paralizada desde la pérdida de mayoría absoluta del PP en mayo de 2015.
«Los concejales no pueden aprobar, ni siquiera abstenerse ante algo así, porque estarían dando paso a una norma ilegal», explica el letrado, que apunta, de igual modo, que esta situación no tiene por qué implicar despidos en el hotel. «Un hotel puede existir en ese lugar sin necesidad de amargar la vida a los vecinos y sin incumplir la legalidad;que hagan la adaptación que les manda el juzgado», insiste por último.
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