¿Cuál es el femenino de pollo?
Un libro recopila las rocambolescas confusiones lingüísticas de los alumnos extranjeros de la Universidad de Salamanca
Ricardo Rábade
Viernes, 11 de noviembre 2016, 21:01
Juegos de cama anunciados en los escaparates y que para muchos estudiantes extranjeros son sinónimo de coqueteos eróticos. Ir al servicio equivale en España a utilizar el baño, pero en la cultura anglosajona desprende reminiscencias religiosas. Por su parte, muchos profesores de español se autodefinen nativos y dan pie a que sus alumnos se pregunten en voz baja a qué tribu pertenecen. Todas rocambolescas situaciones se describen en las páginas de ¡Cuidado con el femenino de pollo!, que recopila los sesudos pensamientos de una profesora de español para extranjeros, como es su autora, María Dolores Iriarte Vañó.
El vicerrector de Investigación y Transferencia de la Usal, Juan Manuel Corchado, y el director de Ediciones Universidad de Salamanca, Eduardo Azofra, arroparon a la autora en la presentación del libro. María Dolores Iriarte Vañó es doctora en Filología Hispánica por la Usal y profesora de Cursos Internacionales desde 1989, donde imparte clases de Lengua, Cultura y Literatura Española e Hispanoamericana.
¡Cuidado con el femenino de pollo! es el undécimo volumen de la colección Moria, en la que se visibiliza la línea más cómica de la editorial. La obra se vertebra en torno a las reflexiones que surgen desde la enseñanza del español a extranjeros y a partir del quehacer cotidiano de sus profesores. Mitos, choques culturales, estereotipos increíblemente verdaderos y confusiones lingüísticas mantienen al lector al filo de la carcajada. Como reza uno es estos aforismos, la de profesor de español «es la única profesión del mundo donde está prohibido hablar inglés». El título, teñido de una sutil ironía, rescata una estampa cotidiana que encarnan muchos alumnos extranjeros de español, cuando intentan comprar un pollo en una carnicería y acaban confundiéndose al usar el género femenino del vocablo para solicitar el producto.
La obra, de la que ya se han vendido 200 ejemplares, no tiene vocación de libro de texto, está impregnado de tonos cómicos y humorísticos y condensa un amplio abanico de aforismos, según explicó María Dolores Iriarte Vañó. El libro no deja indiferente a nadie y provoca sonrisas y carcajadas ante los dislates que se producen en el día a día en las aulas. Se reproducen en sus páginas sorprendentes e increíbles estereotipos de nacionalidades, tics, mitos de la profesión, la presencia de los móviles en las aulas, las juergas de los estudiantes, el cansancio de los profesores, los trucos pedagógicos, las transferencias, las tipologías de alumnos, los choques culturales y las perplejidades cómicas, que como subraya Ediciones Universidad de Salamanca, aparecen y aparecerán siempre en las clases donde haya extranjeros.
Otras frases memorables que reproduce la autora ponen de relieve que «el mito del profesor de español consiste en que todo el mundo puede serlo y solo tienes que emborracharte con los alumnos y atiborrarlos de paella».
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