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La afluencia de clientes en la plaza de San Justo fue constante a lo largo de toda la mañana.
El paraíso de la agricultura ecológica

El paraíso de la agricultura ecológica

Cecilia Hernández

Domingo, 11 de septiembre 2016, 13:08

La plaza de San Justo fue conocida también como plaza de la Verdura, dado el mercado que allí se celebraba periódicamente. Una costumbre que se quiere recuperar desde Cáritas Salamanca a través del proyecto Paradisus, una iniciativa radicada en un huerto de 8.500 metros cuadrados, con 800 de invernadero, en la localidad de Pelabravo y en la que trabajan ocho personas en riesgo de exclusión social. Ayer, durante toda la mañana, los puestos instalados en San Justo no dieron abasto para atender la afluencia de clientes, deseosos de hacerse con las hortalizas, vinos, mermeladas y demás productos, todos procedentes de la agricultura ecológica.

Álvaro Alonso, uno de los responsables del proyecto, en el que trabajan además dos monitores y una educadora social, explica que la agricultura ecológica es, en estos tiempos, ya una necesidad. «Cada vez se dan más casos de intolerancias o alergias, de hecho unos de nuestros principales clientes son personas afectadas por el síndrome de sensibilidad química múltiple». Además, este tipo de agricultura, respetuosa con el medio ambiente, es también una forma de economía social, ya que, añade Alonso, «potencia la biodiversidad y la conservación de los ecosistemas, y da salida a una población que está en riesgo de exclusión a través de un trabajo productivo y que no contamina».

Y, al mismo tiempo, se recuperan los sabores de siempre y se recuperan variedades de hortalizas o legumbres, por ejemplo, que han quedado abandonadas. «Hay que recuperar las zonas rurales, necesitan gente nueva y una economía productiva, porque el turismo no da para más. El terreno apega a la población, la tierra es la que fija, no otros trabajos para los que no se necesita vivir en los pueblos», señala Álvaro Alonso en este sentido.

Desde el huerto de Paradisus en Pelabravo se surte a centros sociales, se vende en ferias, como la próxima de Aldeatejada, y se ha creado una cooperativa de consumo. «La experiencia es maravillosa, hoy llevamos desde las 10 de la mañana desbordados y para los trabajadores es una gozada, ver que con su esfuerzo consiguen producir y ver el resultado de su trabajo. Casi es terapéutico para ellos», recalca Alonso. De ahí que desde Cáritas Salamanca se quiera recuperar ese mercado, al menos mensual, en la plaza de San Justo.

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