El próximo Consejo de Gobierno realizará una declaración institucional urgiendo a las administraciones a comprometerse en la búsqueda de soluciones.

La Usal pide compromiso institucional ante la asfixia por falta de profesores de Medicina

El problema se suma a las limitaciones generadas por la tasa de reposición

FRANCISCO GÓMEZ

Lunes, 25 de julio 2016, 11:47

La Facultad de Medicina es uno de los buques insignia de la Universidad de Salamanca. En los malos tiempos, mantuvo la presencia de estudiantes en la ciudad y en los buenos sembró un prestigio que ha permitido a los salmantinos contar con algunos de los mejores especialistas en el Clínico. El próximo curso estudiar allí será más complicado y exigente que nunca: sólo podrán estar los mejores de entre los mejores. Sin embargo, hay un asunto que llena de preocupación a sus responsables, tanto que en el próximo consejo de Gobierno de la institución académica va a aprobarse una declaración institucional urgiendo a las administraciones a comprometerse en la búsqueda de soluciones. No es ninguna broma, la Facultad de Medicina está en el riesgo cierto de quedarse sin profesores para muchas de sus asignaturas.

Publicidad

El decano, Francisco Javier García Criado, explica que Medicina, por la edad elevada de sus docentes, ha sido una de las facultades salmantinas donde el impacto de la crisis y una de sus medidas más controvertidas, la restrictiva tasa de reposición (que solo permitía reponer un puesto de cada diez que se perdieran) ha hecho más mella.

Las cifras son elocuentes, al comienzo de la crisis en la Facultad de Medicina había, año 2007, un total de 115 profesores. En estos momentos, apenas suman los 90 y eso, entre otras cosas como consecuencia, según la queja del decano, de un sistema «muy perjudicial para el profesorado de una carrera como la nuestra ante los requisitos implantados por Bolonia».

Así, García Criado subraya que «parece lógico que las facultades de Medicina tengan una relación muy estrecha con los profesionales médicos en ejercicio, pero esto que dicho suena muy lógico, lo cierto es que luego es altamente complejo de llevar a cabo por culpa de la estructura sanitaria de España, que impide de manera muy clara que los profesionales sanitarios en ejercicio accedan efectivamente a la carrera docente en paralelo».

Dicho de otra forma, en estos momentos, un médico en ejercicio en el Hospital Clínico de Salamanca únicamente puede compartir plaza con la Universidad de Salamanca siendo catedrático o profesor titular, cuando la fórmula más operativa, y las más recurrente a lo largo de los años, ha sido la de profesor asociado. De esta forma, «estos profesionales se verían obligados a dar un salto muy importante en cuanto a requisitos de todo tipo para poder pasar de su plaza de asociado a la de profesor titular, incompatible en la práctica con el ejercicio sanitario», lamenta el decano.

Publicidad

Ante esta situación, el equipo decanal de Medicina ha remitido para su estudio en el Consejo de Gobierno un documento en el que se pide que se puedan plantear planes específicos para paliar esta situación. «Estamos diciendo claramente que necesitamos apoyo y un compromiso firme de las administraciones para que no se pierdan muchas plazas de profesores, algo que puede acabar siendo todavía más problemático de lo que ya es hoy para nosotros», insiste el decano.

La situación es tan urgente como que «en un plazo breve, y estamos hablando de no menos de una década, hay un riesgo grave de que nuestra facultad siga poblada de estudiantes y sin embargo despoblada de profesores».

Publicidad

Dificultades

Lo cierto es que este año las dificultades que se vienen notando en los últimos cursos para cubrir todas las áreas docentes se dejan ya sentir de manera importante tanto en las especialidades clínicas como en las preclínicas. En estos momentos, la Facultad de Medicina no cuenta con «docentes permanentes», es decir un profesor contratado doctor, profesor titular o catedrático en áreas como Pediatría, Urología, Geriatría, Dermatología o Nefrología. «Realmente la situación está empezando a pasar de preocupante, gracias al esfuerzo de toda la plantilla se solventa la garantía docente para que el alumnado no pague las consecuencias, pero verdaderamente hay que buscar una solución», insiste el decano, que considera que «hay que conseguir un cambio en el sistema de manera que el profesional sanitario que quiera participar en la docencia tenga la posibilidad efectivamente de ver reconocida esta situación y que así se beneficien nuestros alumnos recibiendo directamente los conocimientos de quienes practican a diario la medicina con los pacientes».

Con la actual situación normativa, el decano de Medicina considera que una posible solución para solventar los requisitos inasumibles de acreditación docente de los profesores sería facilitar que los médicos MIR una vez que hayan finalizado su especialización y si así lo desean, puedan sumarse a la carrera docente, a través de mecanismos que le permitan ir gradualmente adquiriendo la acreditación necesaria para permanecer en la Universidad.

Publicidad

Por otra parte, hay que tener en cuenta que según los datos del estudio publicado hace apenas un año por la Facultad, durante los próximos tres cursos está prevista la jubilación de 15 catedráticos. Una situación que vendrá a agravar los problemas de dirección docente en algunas áreas pero que en todo caso puede ser también incorporada al paquete de medidas propuestas, toda vez que una de las posibilidades que los profesores jubilados pudieran mantener su vinculación con la facultad a través de algún puesto de carácter emérito sin contraprestación económica- que pudiera paliar temporalmente algunos de los conflictos planteados.

La Usal, la más afectada

Aunque la situación generada por la tasa de reposición y otros problemas se extiende en mayor o medida a todas las universidades, lo cierto es que la de Salamanca ha sido sin duda la más perjudicada en el contexto de la crisis económica en Castilla y León. En los últimos cinco años, la institución salmantina ha perdido 250 profesores, lo que ha supuesto un grave lastre a la hora de aspirar a la excelencia en algunas áreas, que a menudo han tenido que conformarse con sobrevivir.

Publicidad

Acabar con la tasa de reposición se convirtió durante estos últimos años en una de las grandes reivindicaciones del rector, Daniel Hernández Ruipérez, que llegó a señalar que la Universidad de Salamanca estaba abocada «al colapso» si no había una solución urgente. En estos momentos esa batalla se ha ganado solo en parte, ya que si bien se ha elevado al 100% la tasa (pueden cubrirse todas las plazas que se pierden, en vez de amortizar nueve de cada diez), lo cierto es que no permite ir más allá. Es decir, se han perdido decenas de plazas que será muy difícil recuperar.

Una situación que llevó al propio decano de Derecho, Ricardo Rivero, a asegurar que «la Universidad de Salamanca ha sufrido una reducción de cabezas tan drástica como la que aplican los jíbaros a sus enemigos tras vencerlos», advirtiendo que «la clave de futuro para nuestra reputación no está en las doradas piedras de los preciosos monumentos, para crecer necesitaremos docentes motivados».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad