![La Plaza Mayor, rompeolas de todas las actividades y fiestas](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201606/22/media/cortadas/Imagen%20IMG_20160619_140933_xoptimizadax-kR9H-U20944374625nlH-660x371@Norte%20Castilla.jpg)
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Cecilia Hernández
Miércoles, 22 de junio 2016, 11:57
Centro físico y emocional de la ciudad, la Plaza Mayor de Salamanca ha sufrido vaivenes y utilizaciones de todo tipo a lo largo de su historia, una dinámica que los últimos años no parece sino haber aumentado. Buena muestra fue el domingo pasado, cuando en un mismo espacio temporal y físico, coincidieron la procesión extraordinaria de Nuestra Señora de la Soledad con la acampada de la Plataforma salmantina de Apoyo a los Refugiados, todo adornado con las torretas e instalaciones del festival de la Luz y de las Vanguardias. Un exceso denunciado por muchos que distorsiona, aseguran, al monumento más característico de la ciudad. «No es ya la acampada, que apenas molestaba visualmente, o la procesión, es la sensación constante de utilización con fines privativos de un espacio público», señala Jesús María Hernández Mesonero, presidente de la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio.
«Lo que es evidente es que el Reglamento no funciona», añade el presidente, en referencia al Reglamento de Uso y Utilización de la Plaza Mayor que entró en vigor el año pasado y al que los patrimonialistas acusan de «demasiado genérico», ya que las conductas que castiga, por ejemplo, son las que se castigarían «en cualquier otro lugar de la ciudad, sin especificar una regulación concreta en atención a las características de la Plaza». En este sentido, Hernández Mesonero incide en la frecuencia de las despedidas de soltero o en otras circunstancias que minusvaloran, en su opinión, al ágora salmantina, como el aumento de las terrazas de hostelería, en las que se anuncia para el próximo invierno, además, la colocación de mamparas cortavientos. Existe el temor de contemplar la creación de «invernaderos», esto es, zonas de utilización privada en pleno espacio público, como ya sucede en otras ciudades de España, en las que, además, no se respeta la ley Antitabaco.
«Puede entrar a valorarse la realización de actividades culturales como las ferias del libro», indica, asimismo, el presidente de Ciudadanos en Defensa del Patrimonio, que pide, no obstante, que también se dé más protagonismo a otras zonas de la ciudad y se deje la Plaza Mayor «para su función de plaza, un sitio de encuentro sin más, en una ciudad histórica y monumental». Un lugar, añade Hernández Mesonero, que no dependa para su conservación de cara al futuro de los «políticos de turno».
Se refiere aquí el presidente de los patrimonialistas salmantinos a la colocación de una nueva placa en el suelo de la Plaza, en homenaje al festival de la Luz y de las Vanguardias, que se une a las ya existentes por el título de Ciudad Europea de la Cultura en 2002, el primer Festival de las Artes de Castilla y León y la conmemoración de Plaza Mayor de Europa en 2005 (250º aniversario de la construcción del ágora).
«No sabemos si nos van a embaldosar la Plaza plaquita a plaquita», afirma con ironía el presidente, para quien estas actuaciones, de llevarse a cabo, tendrían que ser por situaciones excepcionales.
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Martin Ruiz Egaña y Javier Bienzobas (gráficos)
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