La Hermandad de la Peña apura los preparativos para su 25 romería

Hay citas que se esperan cada año como agua de mayo y una de esas en el caso de Ciudad Rodrigo es la romería a la Peña de Francia.

En esta edición, la número 25 en lo que a peregrinaje se refiere y la 26 de constitución de la hermandad, los participantes partirán el viernes a las 10:00 horas del Convento de las Claras y en la rotonda del árbol gordo, el alcalde de Ciudad Rodrigo, Juan Tomás Muñoz, entregará el bastón de mando al denominado alcalde de carretas. Apartir de ahí, comenzará la andadura hasta el santuario mariano con el domingo como día de referencia en el que se ascenderá hasta esa cima y el lunes, como día de vuelta a casa.

Según confirman los representantes de esta entidad, «llevamos dos meses con los permisos para subir a la Peña de Francia», algo que resultó imposible la pasada edición debido a la carencia de los mismos.

Bromea Manuel Jesús Sánchez cuando indica que «este año subimos dos veces: la de éste y la que no pudimos el año pasado», pero es que la cosa no es tan sencilla y las autorizaciones son hasta tres, incluida una de Medio Ambiente. Entienden que no habrá mayor complicación y apuran los plazos, incluso, contando que hasta mañana quizás no lleguen los deseados permisos.

Este año, entre las novedades, han decidido recortar algunos tramos de carretera y utilizarán más caminos para no depender tanto de la presencia policial y no solo eso, en algunas zonas como por ejemplo Tenebrón se atreverán con los regatos.

Como es habitual, la romería incluye diversas comidas de hermandad, misas campestres y actuaciones de varios grupos que están abiertas a todo el mundo, no solo a los integrantes de esta hermandad.

Así, el primer día se llegará a Tenebrón y el segundo a El Maíllo donde a las 20:00 horas se oficiará la misa en la que se contará con la presencia de la asociación Botón Charro para cantarla.

Al día siguiente, el domingo, a las 7:30 horas se partirá hacia el santuario de la Peña de Francia y el lunes será el día de regreso.

Preparativos

En estos días previos, ayer comenzó el triduo en honor a la Virgen morena y las Madres Carmelitas se afanan por restaurar el estandarte que estaba un tanto deteriorado. Además, la Virgen lucirá coronas nuevas por cortesía de dos personas que integran la hermandad.

En la actualidad, esta cofradía suma 136 romeros y en este último año se ha apuntado alguno más, aunque a lo que es la peregrinación «siempre vamos, más o menos, los mismos grupos», dice Eugenio Bernal. El año pasado, coincidiendo con el 25 aniversario de la hermandad «quizás se hizo el esfuerzo y hubo más gente, pero luego al final siempre coincide alguna boda de cofrades o este año las elecciones, por lo que habrá que hacer un esfuerzo para acudir a votar los que no lo hemos hecho por correo», añade Bernal.

Por cierto, el libro que se edita cada año, en esta ocasión recoge un amplio testimonio gráfico de algunos de los actos organizados la pasada edición y entre los que se aprecia a la Virgen vestida de charra, algo que se hizo la semana antes de partir hacia la Peña de Francia.

La devoción en la localidad a la Virgen es muy importante y tal y como indica Verónica María Sastre, miembro de la junta directiva de la hermandad, «mientras Dios nos dé salud para allá iremos porque a la Virgen no solo hay que pedirle sino también agradecerle».

En estos días previos, los romeros se afanan en preparar todo lo que les va a hacer falta a lo largo de estos días y entre risas comenta Eugenio Bernal que «te pones a preparar y no das acabado». Y en la lista de imprescindibles incluyen: «ropa de verano y de invierno porque hemos pasado más años de frío que de calor; luego tienes que ver dónde vas a dormir, organizar comidas aunque dos las paga la hermandad y a todo eso, preparar el carro de la Virgen, los que van en caballos herrar los animales y todo lo demás; hay que preparar muchas cosas».

Como en años anteriores, tres mulas serán las encargadas de tirar del carro de la Virgen, ya que hace años que se prescindió de los bueyes dado que «dan muchos problemas, aunque son más bonitos, son más complicado y ya no hay boyeros en la zona, han ido desapareciendo con los años».

Entre los muchos participantes en esta romería, una vez más, se podrá ver a personas de todas las edades tanto a pie como a caballo o en carros; y si se profundiza un poco más, muchas de ellas harán el recorrido para cumplir las promesas que se hacen a la Virgen a lo largo de todo el año porque, tal y como concluyen los romeros, «hay que sentir algo especial por la Virgen para hacer esto».

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