

Secciones
Servicios
Destacamos
Luis Miguel de Pablos
Sábado, 7 de mayo 2016, 13:53
El antropólogo forense Francisco Etxeberria, conocido por resolver con sus análisis, entre otros, el caso de los asesinatos de Lasa y Zabala o el de los hijos de José Bretón a manos de su propio padre, afirmó ayer en Salamanca que «no se puede ser neutral ante una vulneración de los Derechos Humanos», como considera «el asunto mal resuelto de los enterramientos clandestinos en los términos municipales de España con personas asesinadas durante la Guerra Civil y el Franquismo» y cuya investigación recoge la Ley de Memoria Histórica, y que por eso contribuye con la exhumación de cadáveres porque «es obligatorio meterse desde la disciplina o formación de cada uno».
Etxeberria, que visitó Salamanca para participar en la clausura del XII Congreso de Novela y Cine Negro que se clausuró ayer en la Universidad de Salamanca, afirmó que «hay una diferencia clara entre ser objetivo e imparcial y ser neutral», circunstancia esta última de la que dijo «no se puede ser ante algunas de las cosas que ocurren en la vida, como son vulneraciones de Derechos Humanos, ni aquí en Salamanca ni en Costa de Marfil».
El antropólogo forense vasco reconoció, no obstante, cuestiones que le sucedieron, principalmente en el pasado, y que sin llamarlas presiones aseguró haber sufrido «pintadas, anónimos» e incluso le quemaron el coche «en 1985 por casos que tenían que ver con las torturas en España».
Sin embargo, Etxeberria afirmó que con la edad «los miedos y las inseguridades desaparecen» y consideró que «vivir en democracia no es solo ir a votar libremente cuando te convocan sino que aquello que digas y hagas no represente un perjuicio ni personal ni profesional», por lo que continuará colaborando en cuestiones que sirvan «para ensanchar el discurso de los Derechos Humanos y reforzar los valores democráticos».
Con respecto al caso de José Bretón, Etxeberria señaló, en el contexto del Congreso de Novela y Cine Negro de la Usal, que «la realidad supera la ficción, como es el ejemplo de este hombre, que por vengarse de su mujer puede matar a sus hijos», en una circunstancia que esbozó como «la hipótesis más increíble y desconcertante cuando no se trata de un enfermo mental», y que le llevó a cuestionarse «qué pasa en la mente del ser humano», algo de lo que dijo «es un misterio que igual nunca resolvemos».
Etxeberria también reconocía que, a pesar de existir un informe forense previo, intervino porque «había que resolver el asunto. Se podía traer a alguien de fuera de España, aunque internacionalizarlo hubiese sido incluso peor, pero aquello eran restos humanos», afirmó. El antropólogo forense vasco manifestó, no obstante, que «cuando un profesional está en desacuerdo con el primero que ha emitido un veredicto, tiene que hacer un ejercicio de demostración mayor que el primero» y que, en caso de no lograrlo o no tener pruebas concluyentes en contrario, «lo mejor es callarse». Defiende, de este modo, la discrepancia entre profesionales por considerarlas «útiles, oportunas, necesarias y buenas» para estar «más cerca de obtener la verdad».
No obstante, y a pesar de lo truculento del caso, Etxeberria apuntó que el que más le marcó fue el de Lasa y Zabala: «Hace muchos años descubrí a dos jóvenes vascos que, viviendo en el sur de Francia, habían sido secuestrados por los GAL y los descubrí en Alicante. Aquello acabó en una sentencia condenatoria para un general de la Guardia Civil y para el gobernador civil de Guipuzcoa, pero me afectó porque de haberme equivocado un milímetro en algo de lo que dije, me tendría que haber ido a vivir al extranjero».
Etxeberria, que versó su discurso en la clausura del XII Congreso de Novela y Cine Negro en «las discrepancias, que siempre son útiles porque enriquecen el debate y acercan a la verdad», se mostró contrario con la opinión del gremio forense con la idea de que «las series del CSI no son beneficiosas. Yo creo que sí lo son porque por fin vemos en nuestras casas como se puede resolver un conflicto humano utilizando la ciencia y la tecnología, donde hay profesionales que buscan pruebas y que cuando las tienen, resuelven esos conflictos».
En su opinión, este tipo de ficción «orienta el futuro de lo que tiene que ser la investigación criminal de la mano de profesionales cualificados, que son imprescindibles para estudiar un delito», y considera que en España se produjo un avance al fomentar «la dedicación exclusiva, frente a lo que antes era una disciplina desprestigiada y marginal».
No obstante, afirmó que a pesar del mito, «es más duro ser un médico en una Unidad de Cuidados Intensivos, mientras ver a una persona morir, que ser forense», aunque matizó que «en el momento en que se desnuda un cadáver, transformas a la persona en objeto analizable científicamente y eso produce cierta incomodidad».
El cómic
La jornada de clausura del Congreso de Novela y Cine Negro incluyó, además, una sesión orientada al mundo del cómic en la que, najo el título Otros medios, otros públicos, tomaron parte Elisa Arias García, de la Pontificia de Salamanca; Elisa García McCausland, de la Complutense de Madrid;Agustín Reyes Torres, de la Universitat de Valencia; y Diego Matos, de la Pontificia, quien presentó su trabajo Marvel Noir y DC Noir: revisiones superheroicas en clave de género negro.
A lo largo de la jornada de ayer también se debatió de personajes de uno y otro lado del crimen, caso del agente del FBI Dale Cooper, el detective Rust Cohle o Heisenberg, anteriormente conocido como Walter White. En esta mesa de debate participaron Cristina del Castillo y Enrique Sanz, de la Universidad de Salamanca; de la mano de su trabajo Las lechuzas no son lo que parecen: Desde lo policial a lo antipolicial en Twin Peaks; Jesús Alberto García, de la Universidad de Murcia; , Jorge Juan Carrillo y Alberto Escalante, de las universidades de Salamanca y Extremadura; y David Felipe Arranz, de la Universidad Carl.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.