Cantalapiedra se vuelca en la novena a su Virgen de la Misericordia

Cada día de esta semana a las 20: 00 horas las gentes fieles de Cantalapiedra acuden a la iglesia de Santa María del Castillo a rezar las novena a la Virgen de la Misericordia, patrona y madre de esta villa. Cada una de estas jornadas está compuesta por misa y una dedicación especial a la Virgen de la Misericordia. Así sucede durante nueve días seguidos que concluyen el domingo previo a Pentecostés, en que se celebran las comuniones. Ese día la misa será a la una y la imagen de la patrona de esta localidad estará presente en las primeras comuniones de los jóvenes que se inician de este modo en el disfrute del último banquete de Cristo.

Este año jubilar de la Misericordia esta advocación juega un papel importante, tanto a nivel simbólico, como espiritual y desde hace décadas tradicional. Las novenas han pasado por distintos episodios, si bien en la actualidad la celebración de estas consiste en que cada jornada, organizan este rezo distintas asociaciones o agrupaciones locales o religiosas. La Virgen de la Misericordia que normalmente se encuentra en la ermita de su advocación, permanece estas nueve jornadas en la iglesia parroquial, más cerca del pueblo. Este año, la imagen llegó el sábado del convento del sagrado Corazón de Jesús donde estaba desde que el obispo de la diócesis abriera una de las Puertas Santas del jubileo extraordinario de la Misericordia.

El domingo, tras la ceremonia religiosa, los jóvenes que tomen la primera comunión y el pueblo de Dios, acompañaran en procesión a la madre de Jesucristo hasta la ermita situada a las afueras de la villa. Uno de los momentos más emocionantes, que se suele repetir cada ocasión en que las gentes de esta localidad se reúnen junto a la Virgen de la Misericordia, es el canto de la Salve popular que dura más de cuatro minutos y a cuya conclusión, como fruto de esa intensidad concentrada emanan tres ¡Viva la Virgen! que normalmente emprende un hombre de voz grave y continúan dos veces más los participantes en esta costumbre profundamente católica.

La parte religiosa de las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Misericordia, comienza el domingo 15 de mayo, Domingo de Pentecostés, que este año coincide con San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, al que también se rinde culto en esta villa. Como cada año, el domingo habrá procesión con la Virgen de la Misericordia, pero antes será la misa de la Virgen, que históricamente, salvo el pasado año, se ha cantado al modo tradicional en latín, con emocionantes instantes entre los que destacan los amenes, pronunciados con fuerza por todos los asistentes en una de las partes cantadas de esta ceremonia religiosa. El acto, que se repetirá el lunes y el martes en el mismo lugar, cuenta con dos partes, una la que se realiza en el interior del templo mariano, la otra, la que se lleva a cabo en el exterior. Fuera, toma protagonismo la expresión del cariño de las gentes de esta localidad en forma de bailes, besos a la virgen y otra serie de símbolos legados de generación en generación. Este año las varas de los mayordomos serán portadas por los nacidos en el año 1963, que en 2016 cumplen sus 53 años de edad.