Ave María, refugio de esperanza y futuro para las madres y sus hijos

Ana Victoria tiene tras de sí una dura experiencia vital. Huérfana a causa de la tragedia de Chernóbil, recaló definitivamente en España con siete años al ser adoptada por la familia cordobesa que cada año la acogía durante los veranos. Un hogar al que no tardó en llegar la rebeldía y, tiempo después, un embarazo no planeado fruto de una relación trufada de violencia, que la obligó a dejar su ciudad y buscar refugio en otro lugar. Ese lugar fue el centro materno infantil Ave María, en Santa Marta de Tormes.

Creada en 1948 por el sacerdote Doroteo Hernández, esta institución ha celebrado estos días unas jornadas de puertas abiertas que finalizaron ayer, en un sencillo y emotivo acto, a través del que se quiso dar a conocer a la ciudadanía la labor que se realiza con chicas como Ana Victoria, a las que se apoya y ayuda durante y tras la gestación de sus hijos.

El centro Ave María es un espacio alegre, que vive de la colaboración desinteresada de muchas personas y organizaciones de Salamanca, aunque no es muy conocido por la sociedad, como se lamenta su directora, Rosario Álvarez, que remarca las necesidades actuales de la institución: «sobre todo ropa de bebé y pañales, leche de primera toma...». Ahora mismo las plazas del centro están completas, 14 madres y otros tantos niños, aunque aquellas mujeres que dejaron el Ave María siguen visitándolo y teniendo contacto con quienes las ayudaron.

También hacen falta, apunta la directora, voluntarios, en especial profesionales docentes. «Muchas de las madres son menores que se ven con dificultades para seguir con sus estudios y necesitamos gente que ofrezca clases de apoyo escolar».

Apoyo institucional

Un ejemplo de ese trabajo voluntario que sostiene al centro Ave María lo dieron ayer los chavales del grupo scout Carrick, que, dentro de su proyecto social anual, trabajan con los niños residentes. Así, mientras los invitados visitaban las instalaciones, los pequeños disfrutaban en el precioso jardín del centro con los scout.

No falta la alegría en este centro, al que ayer acudieron el subdelegado del Gobierno, Javier Galán, y el vicario de la Diócesis de Salamanca, Florentino Gutiérrez. También estuvo el alcalde de Santa Marta de Tormes, David Mingo. El Ayuntamiento trastormesino ha donado al centro ave María 6.000 euros, con ocasión de este aniversario.

Todos, autoridades e invitados, escucharon tras la eucaristía el testimonio emocionado de Tamara Rodríguez, la más joven de las residentes. Apenas 15 años y un embarazo de cuatro meses contemplan a esta muchacha, que, tras crecer en un centro de menores en Plasencia, ha encontrado refugio en el Ave María para así tener a su bebé y encarar el futuro con esperanza. «Mi vida va a cambiar porque al fin voy a tener a alguien a quien dar cariño, no va a ser fácil pero va a ser lo mejor», dijo entre lágrimas la jovencísima futura madre, levantando los aplausos de los asistentes.