Ganaderos de Aldeacipreste se unen para vallar los prados que dan a las carreteras

Más vale prevenir que curar. Esa es la máxima que parecen haber seguido muchos de los ganaderos de Aldeacipreste y de su pedanía, Valbuena para unirse y vallar los campos donde normalmente pastan sus vacas y sus ovejas y que limitan con las carreteras. Yes que, aunque los vecinos del municipio no recuerdan accidentes graves a causa del ganado en las vías que pasan por su término municipal, lo cierto es que la presencia de animales en las carreteras era algo habitual dado que, pese al bajo número de vecinos que viven en estas dos localidades, se contabilizan algo más de 2.000 cabezas de ganado entre vacas y ovejas.

Antes del vallado, los animales pastaban libremente por los prados del término municipal y tampoco era raro encontrárselos dentro del mismo pueblo, puesto que, aunque algunos de estos prados son privados, la mayoría de ellos no tenían ningún tipo de linde física solo sobre plano y eran aprovechados indistintamente por los ganaderos, al igual que los prados comunales o municipales.

Sin embargo, gracias a la entrada del nuevo equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Aldeacipreste y a su intención de poner fin a la presencia de animales en la carretera, se convocó una reunión en la que la mayoría de ganaderos (unos 16) se mostraron favorables a la medida, pese a que el coste del vallado recaería íntegramente en sus bolsillos, ya que el Consistorio solo actuó de mediador pese a que también se han cercado terrenos públicos.

«Pagué, me ha tocado cerrar, pero ya no me voy a acordar más del tema», señala Marcelino Puente, uno de los ganaderos de Aldeacipreste que más ha tenido que pagar (unos 2.400 euros) ya que tiene unas 550 ovejas y más de 50 vacas y el pago se ha realizado en función del número de animales de cada ganadero (contando cuatro ovejas por cada vaca). Pese a eso, Puente se muestra contento con la medida y considera que no solo aporta seguridad en cuanto a evitar accidentes, sino que también beneficia al ganadero que así evita multas por la presencia de animales en las vías (que rondan los 80 euros por animal) y, además, siempre tiene localizado al ganado y no hay riesgo de que se cambien de sitio.

Al pago de unos 18.000 euros de material, los ganaderos que se han unido para impulsar esta iniciativa que hacía años ya se había hecho en otros pueblos de la zona han tenido que sumar las horas de trabajo para colocar la malla metálica y los alambres de espino arriba para que las vacas no salten y abajo para evitar que los jabalíes y otros animales lo dañen. «Pedimos presupuesto, pero el más barato nos pedía 3,5 euros por metro más IVA, así que se nos iba a más de 40.000 euros, por lo que decidimos hacerlo nosotros», explica, añadiendo que lo que más complicación tenía era colocar las porteras, que permiten abrir el vallado y que se han colocado en lugares estratégicos como caminos, zonas de paso habitual del ganado o acceso a los arroyos. «En los arroyos tiene que haber dos porteras, una a cada lado, porque, si no, nos dijeron desde la Confederación Hidrográfica del Tajo que podían multarnos con 3.000 euros», señala.

En total el proyecto contempla vallar algo más de 9 kilómetros (la mayoría de los cuales ya están hechos gracias a la diligencia de los propios ganaderos) del término municipal en las carreteras que unen Aldeacipreste con Béjar, Colmenar de Montemayor y Horcajo de Montemayor (donde se han vallado más kilómetros, llevándose gran parte del presupuesto). También se ha vallado la zona del Cordel de Merinas para evitar el paso de los animales a otros términos municipales.

Aunque aún quedan algunas fincas por cerrar, no se descarta dejar algunas abiertas con el objetivo de que funcionen como zona de seguridad en caso de que algún animal se escape de la zona cercada ya que, en caso contrario, se vería obligado a quedarse en la carretera.

Asociación

Una vez vallado el perímetro señalado, el siguiente paso será crear una asociación de ganaderos con el objetivo de gestionar lo que esta nueva situación supone.

Yes que, según se ha acordado en un principio, aquellos que en un primer momento no querían unirse pero que ahora quieran beneficiarse de las zonas de pasto valladas tendrán que pagar el precio que les habría correspondido de material, el coste de la zona que les hubiera tocado vallar si lo hubiesen pedido hacer a un tercero y un 10% extra.

Esta futura asociación se encargará de gestionar esos fondos, que revertirán en el beneficio de todos, y de regular otros supuestos.