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Imagen de una de las concentraciones de la Corporación en repulsa de la violencia de género.

Cinco de cada diez víctimas de violencia de género siguen sin presentar denuncia

La asociación Adavas detecta en su último informe un descenso en la concesión de medidas de protección

Cecilia Hernández

Jueves, 25 de febrero 2016, 12:21

El 48% de las víctimas de violencia de género aún no se atreven a interponer una denuncia contra su agresor. Así se desprende del último informe elaborado por la asociación Adavas sobre su actividad en el año 2015. Manuela Serrano, abogada de la organización, explicó que, aunque la tendencia global a la hora de la interposición de denuncia es estable e, incluso, ha aumentado ligeramente en el último año, que todavía casi la mitad de las víctimas se resista a dar ese paso viene motivado por un conglomerado de circunstancias. «Indefensión, desconfianza en la administración de justicia, falta de información...», sin olvidar, añadió la letrada, la ausencia de «medios económicos y de ayudas públicas».

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Además, Serrano solicitó que los anuncios en los que se alienta a las mujeres a denunciar no se diseñen explícitamente dirigidos a ellas, que «no se le pase la pelota a las víctimas en exclusiva», sino que se incida en las consecuencias que la denuncia puede acarrear al maltratador. De este modo, la presión será menor. Y es que, como apuntó también Manuela Serrano, para las organizaciones de atención a las víctimas la denuncia es «un instrumento más», ya que lo importante, siempre, es que la mujer «rompa» con la situación de violencia y se aleje del maltratador, «tanto si denuncia como si no denuncia». En 2015, de hecho, el 63% de los casos nuevos abandonaron a su agresor, un 7% más que en 2014. En los casos ya registrados en Adavas, procedentes de otros años, el porcentaje de abandono llegó al 88%.

En este sentido, en Adavas también se incide en el «ascenso notable» que han sufrido las denegaciones de medidas de protección en los últimos tres años. «A la víctima se le dice que salga de esa situación pero luego no se encuentra protegida», remarcó la abogada. En concreto, un 32% de las medidas solicitadas han sido denegadas en delitos de maltrato y un 50% en delitos sexuales.

Mejor asistencia profesional

En cuanto a las sentencias, de los procedimientos llevados por el despacho jurídico de Adavas el 77% finalizó con una sentencia condenatoria en delitos sexuales y un 70% en malos tratos. Las especialistas señalan, por otro lado, que cuando existe una asistencia profesional especializada los procesos que acaban con sentencia condenatoria se incrementan.

Asimismo, desde Adavas se llama la atención sobre la falta de aplicación del delito de maltrato habitual del artículo 173.2 del Código Penal. Es decir, cuando un caso de maltrato llega a los tribunales, éste se investiga y enjuicia como un hecho aislado y no como perteneciente a una situación habitual que se ha extendido en el tiempo durante años hasta que la víctima decidió denunciar. Esto implica que las consecuencias penales para el maltratador son menores.

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Hay que resaltar en este punto que el estudio presentado ayer por Adavas señala que el 37% de los casos que llegaron a la asociación en 2015 procedían de una situación de maltrato de cero a cinco años, pero un 22% fueron testimonios de situaciones de violencia de género prolongadas en el tiempo durante más de 20 años.

De igual modo, para la asociación salmantina resulta preocupante la tendencia al alza de la denegación de medios de prueba cuando se ejerce la acusación particular.

Por ello, Manuela Serrano reclamó como esencial que todos los profesionales que intervienen con la víctima en este tipo de violencias cuenten con formación en género, «para comprender adecuadamente lo que significa su problemática».

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En cuanto a categorías más globales sobre la labor de Adavas, su presidenta, Ana Isabel Pascual, que compareció junto a Manuela Torres, explicó que durante 2015 la asociación atendió a 899 mujeres, diez más que en 2014. De esos casos se intervino finalmente en 209, de los que un 81% (170) fueron por violencia de género y el resto por violencia relacionada con el ámbito sexual.

De este total de víctimas atendidas, 32 eran de origen extranjero (un 15% de todos los casos), de las que 27 solicitaron ayuda por maltratos de sus parejas o exparejas mientras que el resto, cinco, fueron víctimas de delitos sexuales.

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Se atendió también a cinco menores más que en el periodo anterior, llegando a los 44 casos, 21 de ellos pos abusos sexuales. Cabe resaltar que, en estas situaciones, el 95% de los agresores procedían del entorno familiar (padres o parejas de la madre) o eran conocidos, amigos o personas del ámbito laboral, según relató Pascual.

Sobre el perfil general de las víctimas, la mayoría de las atendidas fueron mujeres empleadas, representando un 46% frente al 29% de desempleadas y el 11% de estudiantes. Por franja de edad, la mayor parte de los casos se da entre aquellas mujeres que van de los 36 a los 45 años y que viven en el núcleo urbano (69%). Se rompe así el tópico, señaló Manuel Torres, de la «mujer maltratada sin independencia económica».

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