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elena gómez / word
Martes, 8 de julio 2014, 13:14
Luis Sánchez González, nacido en El Tejado, es el actual propietario de el castillo de Puente del Congosto. Tras su adquisición se ha dedicado a restaurarlo y a llenar sus salas, en las que se puede ver desde documentos y objetos antiguos y cargados de historia hasta una exposición de herramientas para trabajar el campo y que, en gran parte ya están en desuso. Actualmente guía a algunos grupos, de manera puntual, que se acercan a visitar el castillo, en el que le gusta descansar con su mujer.
- ¿De cuándo data el castillo y a quién ha pertenecido?
- En 1393, Enrique III de Trastamara, concede a Gil González Dávila, un noble importante, el señorío de esta zona que comprendía Puente del Congosto, Cespedosa y Peñaflor, que es un pueblo que ya ha desaparecido. En ese momento se construye el castillo y se hace en un sitio estratégico, el paso del Concejo del Administrador, y como la ruta del señorío era de él tenía derecho a cobrar el paso por el puente a los ganados que pasaban. El paso llevaba pontazgo o portazgo y el que lo cobraba era el portazguero. También vivió aquí bastante tiempo Luis de Guzmán, comendador de la Orden de Calatrava. Cuando él está a punto de morir, los Reyes Católicos -que estaban haciendo la unidad de España- ordenan al alcalde de aquí, Pedro Torres, que en cuanto muera Luis de Guzmán se apodere del castillo y lo pase a la corona. Incluso se tiene noticia de que la reina Isabel pernoctó aquí una noche, de camino para Salamanca desde Extremadura con motivo de la muerte de su hijo Juan. También estuvo en manos de los franceses durante dos años, en la Guerra de la Independencia, y parece que son los que hicieron el auténtico destrozo del castillo, ya que encontramos piedras de la parte de arriba en el patio y no dejaron nada que fuera quemable, todo lo destruyeron. Después de esta guerra, durante 200 años ha estado como corral de vacas, gallinas, lleno de zarzales y escombros. Desde que Carlos V se lo vendió al duque de Alba prácticamente no se ha usado para nada definido; de hecho, únicamente hubo un empleado en esa época, el que cobraba el portazgo, que algunos mayores del Puente del Congosto lo llegaron a conocer y que -cuando se hizo el nuevo puente y dejó de tener sentido el cobrar el portazgo-, le compró el castillo a los duques de Alba.
- ¿Cuánto cuesta un castillo?
- En España hay 2.900 castillos en venta, se venden hasta por una peseta con tal de reconstruirlos, por lo tanto el problema no es comprarlo. Este castillo lo podían regalar porque no valía para nada ya, ni siquiera podían cerrar el ganado porque estaba lleno de sauqueras, de zarzales, sin puertas... ya no valía para nada. Yo he visitado algunos, en Monroy en Extremadura hay uno muy grande que fue importantísimo, pero otros no son reconstruibles ya.
- O sea, ¿es más lo que se tiene que invertir después que lo que cuesta el adquirirlo?
- Exacto, mucho más. Hoy se compra cualquier castillo barato. No sé cuánto me he gastado en reconstruirlo, porque hay una cosa que no es calculable, que es el sacrificio nuestro. No hay un solo fin de semana al año que no hayamos venido pasando por todos los anticuarios de Talavera, de Ávila, de Santibáñez... de todos los sitios, con el coche siempre cargado o incluso con algún camión trayendo cosas.
- ¿Qué le lleva a alguien como usted a adquirir un castillo y a decidir encargarse de su recuperación?
- Tal vez esto no es una cosa de una decisión momentánea. Se compró porque era de la familia y se veía que se había hecho un testamento de una manera muy rara ya que habían dejado una parte que era de una tía mía, otra de una hermana que tenía dos hijas, una de las cuales falleció y dejó un testamento dificilísimo en el que lo cedía al Obispado de Ávila, a los pobres de Becedas y al convento de Becedas... eso no había forma de unirlo. Se consiguió con mucho esfuerzo unirlos a todos, acordar con todos y se compró. Para mí era la ilusión, porque era de la familia y quería mantenerlo.
- ¿A qué se refiere con que era de la familia? ¿Qué vínculo existe entre su familia y este castillo?
- La propietaria era mi tía en un 50%, ya que era nieta del portazguero que se lo había comprado a los duques de Alba cuando ya no les revestía ningún interés esta zona, ya que incluso habían vendido las tierras y ya no podían cobrar el portazgo. Al final lo vendieron a este señor, que no era mi abuelo, porque era por la otra parte, pero era abuelo de mi tía y, al final, con mucho esfuerzo y lío se acaba haciendo la escritura a nombre nuestro, de mi mujer y mío.
- ¿El castillo quedará en herencia para sus hijos?
- Sí, claro, ¡faltaría más! Lo que hemos hecho aquí es incalculable, no solo por el dinero, porque muchas cosas me las ha regalado Pedro, Juan, Antonio, de este pueblo, del otro... que han encontrado cosas que tenían ahí tiradas que no querían para nada y me lo dan o me lo traen, lo reconstruimos un poco y lo ponemos.
- Ha trabajado mucho en este castillo y aún queda mucho por hacer, ¿cuál es su idea final? ¿Qué querría que fuera este castillo?
- ¿Quieres que te diga con sinceridad lo que nos pasa? que a veces ponerlo al público con un restaurante, unas personas extrañas que estuvieran aquí todos los días... no sé yo si lo llegaríamos a aguantar, porque es una cosa tan nuestra que hemos vivido tanto, hemos luchado tanto y hemos trabajado tanto y con tanto cariño que no nos gustaría llegar al patio y ver que está lleno de gente todos los días. Nos gusta llegar y sentarnos nosotros un poquito ahí tranquilamente.
- Pero sin embargo el castillo puede visitarse...
- Sí, claro, nosotros no ponemos pegas a nadie para eso. Quien quiera visitarlo tiene que ponerse en contacto con la asociación de amas de casa de Puente del Congosto, ya que todos los años en agosto organiza una visita guiada al castillo y vienen 200 ó 300 personas, en grupos de 20 ó 30, y se lo vamos explicando mi hijo y yo.
- Que son los que más saben de este castillo probablemente...
- Sí, y mi hijo más que yo. Él ha estudiado tremendamente la historia del castillo y yo he estado en la biblioteca nacional, en Simancas, en la biblioteca de Alba... y en un montón de sitios antiguos hasta obtener los datos del castillo y la historia... que se puede leer en uno de los documentos que adornan el castillo.
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