Una quincena de niños se presentan ante la Virgen en Candelario

Ariadna Marcos, Lucas Fernández, Núria Nieto, Ezequiel Cordero, Jesús Lugones, Álex González, Valeria Tamayo, Daniela Jiménez, Álvaro Blanco, Sergio López, Alexia Tobaruela, Berta del Campo, Máximo Hernández, Elisa Arana y Julián Canete son los quince niños, nacidos durante los últimos doce meses, que ayer se presentaron ante la Virgen de las Candelas en Candelario, recordando el momento en el que Jesús fue presentado en el templo.

Y es que ayer se celebró uno de los momentos más importantes de las fiestas de La Candelaria en la villa corita, sacando del armario algunos de sus vecinos sus típicos trajes de candelarias y de choriceros para lucirlos durante la procesión en una de las fiestas, junto a las de la patrona Santa Ana, más importantes para la localidad.

La fiesta empezó, precisamente, con la procesión con la imagen de la Virgen por las calles del municipio. Una imagen que, como manda la tradición, portaba una vela o candela en su mano, que dio algún susto a los fieles, al tumbarse más de lo habitual con riesgo a caerse, obligando a detener la comitiva en una ocasión para recolocarla.

Sin embargo, y aunque hizo algún amago de apagarse, la llama de la vela de La Candelaria se mantuvo encendida durante todo el recorrido y así entró de nuevo a la iglesia, augurando un buen año de castañas, según marca la tradición.

En su recorrido por las calles del pueblo le acompañaron los vecinos e hijos de Candelario que ayer se desplazaron hasta la localidad para presentar a los más pequeños, que también formaron parte de la comitiva. Muchos de esos vecinos portaban, como la Virgen, una candela en su mano.

Al llegar a la iglesia se procedió a la celebración de la misa y la presentación ante la Virgen de los niños y niñas para, al final de la misma, salir todos al atrio del templo donde se produjo la tradicional subasta de los productos donados por comerciantes y empresarios de la localidad, consiguiendo así 420 euros de beneficios para la parroquia.

También se procedió a la rifa de los dos roscones de la Virgen, que acabaron en manos de Nacho Núñez y Socorro Muñoz. Como dato curioso cabe destacar que esta rifa la organizan las mayordomas de la Virgen que aunque son una docena, este año la máxima responsabilidad ha recaído en María Gómez Tudero y María del Pilar Aliseda Rico que pasan días antes de la fiesta por todas las casas vendiendo participaciones a 10 céntimos y recogiendo los nombres de los que participan, que acaban metidos en un gran cesto de donde la mano inocente de los niños saca a los agraciados. Este año, gracias a esa labor hecha por las mayordomas, se lograron más de 5.500 participaciones.

Por la tarde, para marcar el fin de este día aunque no de las fiestas ya que hay teatro el día 6 se celebró la tradicional chocolatada.