Las gentes de Palaciosrubios regalan jotas a la Virgen de las Candelas

Los beleguinos volvieron a honrar a su patrona, la Virgen de las Candelas. La luz volvió a ser la protagonista en esta fiesta que, pese a ser la de invierno, es para muchos la principal fiesta de esta cristiana localidad salmantina donde ayer fue el día más fuerte de esta fiesta, ya que se celebró la misa y posterior procesión en honor a la Virgen de las Candelas.

Un poco antes ya empezó a tomar protagonismo la luz con el fuego, ya que la noche de la víspera tuvo lugar en la plaza la tradicional Iluminaria, que consiste en una hoguera en la plaza donde se queman todo tipo de objetos. Quizá un signo de renovación, o de desprenderse de aquello no necesario para poder continuar el camino, más ligeros. También ese material quemado sirve de combustible para alimentar la llama que ilumina la senda hacia el buen fin. Todo ello en línea con la conmemoración del día de la presentación de Cristo, ya que según explicó el sacerdote Lauren Sevillano la luz es Cristo como guía.

En este sentido también destacó que somos luz cuando hacemos el bien. Aquí se refleja la sabiduría de los antepasados de Palaciosrubios en tradiciones con un fuerte significado, sirva de ejemplo el acto de ofrenda de velas a la Virgen de las Candelas que se escenificó ayer en el interior de la grandiosa iglesia de San Andrés.

Tras la celebración eucarística, armonizada por el antiguo órgano de tubos y las voces de los feligreses comenzó una procesión presidida por la Virgen de las Candelas, que llevaba sobre sus andas las ofrendas de los beleguinos. A la patrona de Palaciosrubios también la regalaron los asistentes jotas entonadas por la dulzaina, bombo y redoblante de los músicos de Cantaracillo.

Al concluir los actos religiosos, todos los asistentes acudieron al salón, donde tras un generoso convite los participantes en las actividades de las fiestas recibieron los trofeos de manos del alcalde y del resto de miembros de la corporación municipal, así como de otros políticos invitados, entre los que se encontraban los diputados Carmen Ávila y Manuel Hernández.