Las bibliotecas universitarias ganan vida nocturna con una ocupación del 63%

Son las dos de la madrugada y, mientras algunas sedientas bocas buscan merecido consuelo y halagüeño optimismo en su alicaída y tumultuosa zozobra vital en la barra de cualquier bar y local de copas del consumi

Son las dos de la madrugada y, mientras algunas sedientas bocas buscan merecido consuelo y halagüeño optimismo en su alicaída y tumultuosa zozobra vital en la barra de cualquier bar y local de copas del consumista itinerario noctámbulo de la Salamanca universitaria, suplicando por la espuela mientras un exhausto e irritable camarero exprime la bayeta obsesionándose con las manecillas del reloj y pontificando que ha llegado la hora del inexorable cierre, nada más y nada menos que 300 estudiantes hincan al codo al mismo tiempo, colapsan y acaparan sillas y mesas y tratan de memorizar fórmulas y definiciones, oteando en su baúl mental las arrugas del catedrático de turno, que les advierte, en tonos paternales, que se precipitarán en los abismos del insuficiente si no es esfuerzan durante estas semanas en la disciplinada preparación de los exámenes de febrero.

La Universidad de Salamanca ha vuelto a habilitar un dispositivo especial en sus horarios para dar respuesta a las necesidades estudiantiles a la hora de afrontar la preparación de sus exámenes. De esta forma, la biblioteca Santa María de Los Ángeles, en la calle Libreros, abre de forma ininterrumpida, mientras que la contigua biblioteca Abraham Zacut lo hace desde las 08:30 hasta las 24:00 horas de lunes a domingo.Por su parte, la biblioteca Francisco de Vitoria, situada en el Campus Miguel de Unamuno, abre esta semana desde las 08:30 hasta las 03:00 horas de lunes a domingo. Parecido horario de apertura se ha estipulado para la biblioteca de la Politécnica de Ávila, entre las 08:30 y las 21:00 horas, la Claudio Rodríguez de Zamora, que abre al público entre las 08:30 y las 02:00 horas, mientras que en el resto de las bibliotecas se establecen horarios de apertura entre las 08:30 y las 21:00 horas.

Santa María de Los Ángeles mantendrá estos horarios ininterrumpidos de apertura a lo largo de la semana venidera y hasta el día 31, mientras que el resto de las salas de lectura y de estudio repartidos por los diferentes campus universitarios disfrutan de franjas horarias especiales. Con la próxima llegada de febrero, un mes especialmente agitado y convulso en las salas de lectura de las bibliotecas por la avalancha de exámenes, Santa María de Los Ángeles modificará sus horarios y abrirá desde las 08:30 hasta la 03:00 horas de lunes a jueves, y desde las 08:30 hasta las 21:00 horas los viernes, y de 09:00 hasta las 21:00 horas los sábados y los domingos.

Los datos aportados por el director delServicio de Bibliotecas de la Universidad, JoséAntonio Merlo Vega, ponen de relieve la enorme afluencia de estudiantes durante los horarios nocturnos a la biblioteca Santa María de Los Ángeles, que está permaneciendo abierta estos días, sin ningún tipo de interrupción, las veinticuatro horas, dando respuesta de esta forma a las peticiones y las exigencias planteadas desde las filas del movimiento estudiantil. La popular biblioteca de la calle Libreros anota porcentajes de ocupación del 90% y hasta el 100% a las horas punta, como son las doce del mediodía y las nueve de la noche. A las dos de la madrugada la afluencia de estudiantes no decae y se computa una media de 350 alumnos sobre un total de 550 puestos de lectura, lo que traducido porcentualmente representa un grado de ocupación del 63%, conforme a las informaciones aportadas por el director del Servicio de Bibliotecas, JoséAntonio Merlo Vega.

Lleno absoluto

Parecida situación se vislumbra en la contigua biblioteca Abraham Zacut, que carece de puestos de lectura libres a a partir del mediodía y a lo largo de la tarde. En días precedentes los porcentajes de ocupación ascendieron al 100%. En la biblioteca Claudio Rodríguez, ubicada en el campus Viriato de la capital zamorana, las estimaciones de los responsables académicos consignan una media de 300 personas de media a las doce de la noche y de 200 personas hacia las 19:00 horas. En las bibliotecas del campus de Ávila, la evaluación universitaria arroja unos 100 estudiantes en las salas de lectura hacia las 12:00 y las 19:00 horas y alrededor del medio centenar a las 09:00 y las 16:00 horas. En términos generales, las cifras resultan similares a las del pasado año, ya que los calendarios académicos guardan una gran similitud.

Los horarios para este periodo especial vienen determinados y establecidos por el Consejo Consultivo de Estudiantes, un órgano que coordina elVicerrectorado de Promocióny CoordinaciónAcadémica, que dirige y gestiona el profesor José Ángel Domínguez.

Con todo, en las trincheras estudiantiles han resonado voces especialmente críticas con las dotaciones y recursos que presentan las bibliotecas de la Universidad con vistas a la marabunta de exámenes. Meses atrás un grupo de estudiantes celebró un encierro de protesta en la biblioteca Santa María de Los Ángeles y se entregaron firmas de protesta al rector DanielHernández Ruipérez por los recortes introducidos en la biblioteca Abraham Zacut. Pese a todo ello, estudiar por la noche en las bibliotecas universitarias cuenta cada vez con más adeptos en este periodo de exámenes.

sta itinerario noctámbulo de la Salamanca universitaria, suplicando por la espuela mientras un exhausto e irritable camarero exprime la bayeta obsesionándose con las manecillas del reloj y pontificando que ha llegado la hora del inexorable cierre, nada más y nada menos que 300 estudiantes hincan al codo al mismo tiempo, colapsan y acaparan sillas y mesas y tratan de memorizar fórmulas y definiciones, oteando en su baúl mental las arrugas del catedrático de turno, que les advierte, en tonos paternales, que se precipitarán en los abismos del insuficiente si no es esfuerzan durante estas semanas en la disciplinada preparación de los exámenes de febrero.

La Universidad de Salamanca ha vuelto a habilitar un dispositivo especial en sus horarios para dar respuesta a las necesidades estudiantiles a la hora de afrontar la preparación de sus exáenes. De esta forma, la biblioteca Santa María de Los Ángeles, en la calle Libreros, abre de forma ininterrumpida, mientras que la contigua biblioteca Abraham Zacut lo hace desde las 08:30 hasta las 24:00 horas de lunes a domingo. Por su parte, la biblioteca Francisco de Vitoria, situada en el Campus Miguel de Unamuno, abre esta semana desde las 08:30 hasta las 03:00 horas de lunes a domingo. Parecido horario de apertura se ha estipulado para la biblioteca de la Politécnica de Ávila, entre las 08:30 y las 21:00 horas, la Claudio Rodríguez de Zamora, que abre al público entre las 08:30 y las 02:00 horas, mientras que en el resto de las bibliotecas se establecen horarios de apertura entre las 08:30 y las 21:00 horas.

Santa María de Los Ángeles mantendrá estos horarios ininterrumpidos de apertura a lo largo de la semana venidera y hasta el día 31, mientras que el resto de las salas de lectura y de estudio repartidos por los diferentes campus universitarios disfrutan de franjas horarias especiales. Con la próxima llegada de febrero, un mes especialmente agitado y convulso en las salas de lectura de las bibliotecas por la avalancha de exámenes, Santa María de Los Ángeles modificará sus horarios y abrirá desde las 08:30 hasta la 03:00 horas de lunes a jueves, y desde las 08:30 hasta las 21:00 horas los viernes, y de 09:00 hasta las 21:00 horas los sábados y los domingos.

Los datos aportados por el director del Servicio de Bibliotecas de la Universidad, José Antonio Merlo Vega, ponen de relieve la enorme afluencia de estudiantes durante los horarios nocturnos a la biblioteca Santa María de Los Ángeles, que está permaneciendo abierta estos días, sin ningún tipo de interrupción, las veinticuatro horas, dando respuesta de esta forma a las peticiones y las exigencias planteadas desde las filas del movimiento estudiantil. La popular biblioteca de la calle Libreros anota porcentajes de ocupación del 90% y hasta el 100% a las horas punta, como son las doce del mediodía y las nueve de la noche. A las dos de la madrugada la afluencia de estudiantes no decae y se computa una media de 350 alumnos sobre un total de 550 puestos de lectura, lo que traducido porcentualmente representa un grado de ocupación del 63%, conforme a las informaciones aportadas por el director del Servicio de Bibliotecas, José Antonio Merlo Vega.

Lleno absoluto

Parecida situación se vislumbra en la contigua biblioteca Abraham Zacut, que carece de puestos de lectura libres a a partir del mediodía y a lo largo de la tarde. En días precedentes los porcentajes de ocupación ascendieron al 100%. En la biblioteca Claudio Rodríguez, ubicada en el campus Viriato de la capital zamorana, las estimaciones de los responsables académicos consignan una media de 300 personas de media a las doce de la noche y de 200 personas hacia las 19:00 horas. En las bibliotecas del campus de Ávila, la evaluación universitaria arroja unos 100 estudiantes en las salas de lectura hacia las 12:00 y las 19:00 horas y alrededor del medio centenar a las 09:00 y las 16:00 horas. En términos generales, las cifras resultan similares a las del pasado año, ya que los calendarios académicos guardan una gran similitud.

Los horarios para este periodo especial vienen determinados y establecidos por el Consejo Consultivo de Estudiantes, un órgano que coordina el Vicerrectorado de Promoción y Coordinación Académica, que dirige y gestiona el profesor José Ángel Domínguez.

Con todo, en las trincheras estudiantiles han resonado voces especialmente críticas con las dotaciones y recursos que presentan las bibliotecas de la Universidad con vistas a la marabunta de exámenes. Meses atrás un grupo de estudiantes celebró un encierro de protesta en la biblioteca Santa María de Los Ángeles y se entregaron firmas de protesta al rector Daniel Hernández Ruipérez por los recortes introducidos en la biblioteca Abraham Zacut. Pese a todo ello, estudiar por la noche en las bibliotecas universitarias cuenta cada vez con más adeptos en este periodo de exámenes.