El sacerdote Javier Etxenike, superior de los Capuchinos bendice a las mascotas de Salamanca en el campo de San Francisco.

Valorados por su compañía

Aunque hoy es San Antonio Abad, las mascotas recibieron ayer la tradicional bendición en el Campo de San Francisco

Jorge Holguera Illera

Domingo, 17 de enero 2016, 11:59

Las mascotas de Salamanca recibieron ayer la bendición de San Antonio Abad en el Campo de San Francisco. Numerosas personas acudieron con sus perros, la mayoría;otros con sus gatosu otras mascotas; incluso se pudo ver una tortuga en el céntrico jardín próximo a la iglesia de Capuchinos. En este templo se había celebrado previamente la eucaristía que presidió Javier Etxenike, el superior de los Capuchinos. Al concluir la ceremonia, junto a la escultura de San Francisco se situaron los asistentes con sus mascotas y el sacerdote realizó la bendición con las siguientes palabras:«reciban señor tu bendición estos animales, para que con tu fuerza se salve su vida y se vean libres de todo mal, con la intercesión amable del bienaventurado San Antonio Abad».

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Etxenike antes había aprovechado para pronunciar unas palabras explicando la razón de este signo. «La bendición es para los animalitos pero para que también vosotros los cuidéis con cariño, con entusiasmo, con alegría, con respeto y que podéis hacer de ellos unos compañeros agradables para vuestra vida», recomendó Javier Etxenike.

Ayer se realizó la bendición si bien hoy es el día de San Antonio Abad, patrón de los animales. Algo muy criticado por algunos asistentes que esperaban que la tradicional bendición y la previa eucaristía fuera hoy. Muchos se enteraron a última hora de que en realidad se iba a proceder a bendecir a los animales ayer. El caso es que, según se rumoreó, mucha gente no se había enterado y «por eso hay menos gente», se quejaba una señora.

Mirándolo por el lado positivo para los amantes de los animales, se ha duplicado el merecido reconocimiento, pues se puede decir que tanto ayer como hoy son dos jornadas para valorar el gran aporte de las mascotas. Un ejemplo es el que dejó ver el sacerdote en sus palabras, pero también el que expresó Teresa Sanchón quien acudió con su perrita Yuca de dos años de edad de quien declaró «es nuestra persona de compañía porque actúa como una persona».

Es importante el reconocimiento que ya hacen las personas que conviven con animales porque han gozado de su aporte, pero también su testimonio para conocer realmente el gran valor de los animales al lado del hombre. Para muchas familias son un miembro más. Otro ejemplo más de reivindicación fue el de la Asociación Protectora de Animales y Plantas, ASPAP, siempre presente en esta tradicional bendición. Este año cada una de las voluntarias que acudió fue con sus mascotas propias. La presidenta Fredes Barbero estaba con su perrita adoptada Tusca, que es «la más abuela» anotó y explicó que la ha adoptado hace tan solo cinco meses «con 15 años de edad». Por un lado, Fredes Barbero argumentó que han estado con sus mascotas en representación de todas las que tienen en el refugio y por el otro, con su perrita Tusca quiere aprovechar para «que la gente también se conciencie en adoptar no solamente el cachorro, sino también el abuelito que son los más necesitados», dijo.

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La opción que brindan las protectoras de animales es una de las más apropiadas para hacerse con una mascota, porque además de contar con los consejos de los amantes de los animales que colaboran en estos lugares de acogida, se contribuye a dar un hogar a uno de estos seres vivos.

Entre las decenas de animales representados ayer en el Campo de San Francisco se pudieron ver sobre todo perros de diferentes colores, tamaños, razas y edades. Cada uno de ellos con su nombre propio al que responden cada vez que son llamados en sus hogares. Ellos también pudieron estar presentes en la misa celebrada en la iglesia de los Capuchinos.

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Eucaristía

También fue una foto original y bonita la de los animales escuchando junto a sus amos las palabras del sacerdote. En el momento apropiado de celebración eucarística, el sacerdote que la ofició, Javier Etxenike, hizo una referencia a que «la fiesta de este año de San Antonio entra en un contexto especial por dos razones: uno, el año de la Misericordia que convocó el Papa y otro, la Encíclica Laudato si», anota el padre Capuchino para estas líneas. Además del mensaje que pronunció en el interior del templo, Etxenike quiso resaltar para estas líneas que «somos criaturas de Dios y en él encontramos nuestro sentido de vivir y el compromiso con la vida».

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