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Alberto Vela Maíllo, ganador del Concurso Nacional de Tamborileros.
«La música tradicional tiene el futuro asegurado, hay gente joven muy aficionada»

«La música tradicional tiene el futuro asegurado, hay gente joven muy aficionada»

El tamborilero salmantino apuesta por crear nuevos certámenes y festivales para difundir este milenario arte

i. garcía-ical

Miércoles, 6 de enero 2016, 12:59

El oficio de tamborilero es uno de los más antiguos que se han perpetuado hasta la actualidad. Su origen no está claro pero parece datar de la Edad Media y aún hoy hay personas dedicadas a difundir esta disciplina. Este es el caso de Alberto Vela, un salmantino que lleva alrededor de 25 años dedicado a la flauta y el tamboril y que acaba de hacerse con el primer puesto en el concurso Nacional de Tamborileros celebrado en la localidad cacereña de Huerta. En el certamen celebrado en tierras extremeñas, Salamanca copó los tres primeros puestos, ya que además de Alberto Vela, apodado El Turuta, Faustino Sánchez, de Doñinos, y Javier Montes, de Herguijuela, se alzaron con el segundo y tercer puestos, respectivamente.

Alberto Vela (Salamanca, 1973) dio sus primeros golpes de tamboril bajo la atenta mirada de Ángel Rufino de Haro El Mariquelo.

¿Qué fue lo que le motivo a entrar en este mundo?

La verdad es que desde pequeño he estado vinculado a la música. Mis padres me llevaban junto a mis hermanas al Conservatorio y empecé a aficionarme por este arte. Hice la carrera de música y toco la trompeta. Mi interés por el tamboril comenzó a los 13 o 14 años. Tenía mucha curiosidad por esta figura y me acuerdo que desde niño lo veía cuando iba a ver a los cabezudos.

¿Algún antecedente familiar?

La verdad es que ninguno.

¿Dónde comenzó a formarse?

Empecé a dar clase en el Centro de Cultura Tradicional de Salamanca. Solamente he tenido un profesor y ha sido Ángel Rufino, El Mariquelo. Teniendo un referente como él, la verdad es que los alumnos tienen más posibilidades de ser buenos.

Parece que esas clases dieron sus frutos...

De 13 o 14 que asistíamos a clases solamente dos salimos tocando. No es nada fácil aprender. Hay que tener una buena coordinación de manos ya que cada una atiende a un instrumento y acoplarlas es complicado.

¿Había más gente en esas clases?

No había muchos. En el entorno de cuando empecé a tocar estábamos tres. Los mayores, que eran eminencias como El Guinda, el tamborilero más famoso de La Alberca, nos llamaban los niños. Éramos un chico de El Maíllo, otro de las Hurdes y yo. No obstante, en los años 90 hubo un boom de gente joven.

¿Cómo se encuentra el oficio en la actualidad?

Hay gente joven aficionada a la música tradicional y creo que está asegurado su porvenir.

¿Se puede vivir del tambor, de ser tamborilero?

De esto no se puede vivir por mucho que te guste. Hay que tener los pies en la tierra y tenerlo como hobby. El que piense que puede vivir de ello va desencaminado ya que solamente alguna figura relevante, como puede ser El Mariquelo puede hacer vida de este oficio.

¿Cómo decidió presentarse a la últiam edición del Concurso Nacional de Tamborileros?

La verdad es que no era la primera vez que participada. Este concurso se lleva haciendo tres años y he asistido a todas las convocatorias. Hace dos años quedé el tercero. Tuvo lugar en Cáceres y es que allí les gustan mucho los concursos y hay una gran afición a la flauta y el tamboril. Hay bastantes certámenes, encuentros, etcétera, algo que desgracidamente no se puede encontrar en Salamanca.

¿Cuánta gente se dio participa en un certamen de este tipo?

Fuimos más o menos algo más de una docena de tamborileros. Había gente de Salamanca, de Cáceres y alguno de Zamora. Aunque es nacional no viene mucha gente de otros sitios. Es complicado desplazarse tan lejos para un concurso de estas características. No obstante, siempre te alegras cuando viene alguien de otros lugares.

¿Qué ha supuesto para usted ganar el concurso nacional?

Aunque es muy gratificante el reconocimiento, en realidad el concurso es lo de menos. Para mí lo verdaderamente importante es que estos eventos suponen un punto de reunión, vas a pasar el día con gente con los que compartes una afición.

No es el primer reconocimiento de estas características que ha recibideo en los últimos años, ¿no?

No, hace unos meses también gané otro certamen celebrado en Casares de las Hurdes, Cáceres.

¿Están en alza los tamborileros de la provincia?

Salamanca es un pilar fuerte y un referente en la cultura y en la música tradicional. Siempre que Salamanca sale fuera a participar en concursos de esta índole, tanto nacionales como internacionales, suele alzarse con un premio. La pena es que en la propia ciudad no se apuesta por esta cultura tradicional ni se fomenta a través de certámenes. Ni las instituciones ni nosotros mismos valoramos lo que tenemos. La gente extranjera no puede ni ir a ver un traje típico charro ya que no hay en ningún sitio donde esté expuesto. No hay un museo etnográfico, donde se explique el traje, las partes que tiene y su modo de elaboración.

¿Cómo se puede acercar esta tradición a la gente que no ha visto nunca un certamen ni conoce sus orígenes?

Yo creo que se deberían hacer más certámenes y festivales con profesionales punteros, aunque sea cobrando entrada. A la gente que nos gusta no nos importa, siempre que sea un evento bueno y bien organizado. Además, cuando hay actos benéficos en los que actúa algún tamborilero suele llenarse el teatro. El problema es que en Salamanca solamente hay uno al año y resulta difícil de aguantar incluso para nosotros mismos, se hace muy pesado escuchar a un tamborilero detrás de otro.

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