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D. BAJO / WORD
Viernes, 27 de noviembre 2015, 12:21
El salmantino Miguel Ángel Rodríguez es el responsable de comunicación externa de Cruz Roja España, y ayer participó en una master class para periodistas en la que se debatió sobre el papel de los medios de comunicación en las catástrofes. La charla fue retransmitida por internet para fomentar la participación.
¿Qué temas tratará en este encuentro digital?
Lo que tenemos claro en Cruz Roja que la información salva vidas y estamos procurando poner en marcha todos los mecanismos y las dinámicas posibles para optimizar esa información en situaciones de emergencias en ámbitos nacionales e internacionales. La clave es la unidad de comunicación de emergencias, integrada por un grupo de profesionales de la información que se desplaza en 24 horas al lugar de la catástrofe y desde ahí gestiona la información interna y externa.
Un afectado por una catástrofe, un terremoto necesita información como el comer o el beber. Información de dónde están sus familiares, de cómo recibir la ayuda, de dónde puede obtener recursos y estamos apostando por esa profesionalización de la información para dar cobertura a las víctimas de emergencias de cualquier tipo.
A veces puede chocar el interés de los medios con la que salen las instituciones ¿cómo se combate?
La relación entre las ONG y los medios de comunicación es, en general, de complicidad. Los medios de comunicación encuentran fuentes fiables y las ONG unos altavoces privilegiados para hacer llegar sus mensajes a la sociedad y en su caso, todas las necesidades de las víctimas de la catástrofe. Hay un espacio para el consenso entre ambos pero en momento de conflictos hay situaciones que ninguno debe cruzar a la hora de informar, hay que hacerlo con dignidad, pensando en un fin y siempre manteniendo como primera premisa la dignidad de las víctimas, dentro y fuera de España. A veces fuera parece que tienen menos, pero para nosotros siempre es la misma.
¿Ha cambiado el panorama informativo de las crisis?
En el panorama internacional el panorama ha cambiado desde 2003, desde la guerra de Irak, cuando las ONG se convierten en objetivo directo de grupos armados y eso complica la gestión humanitaria, más allá de la inseguridad aparejada a cualquier conflicto. Fueron objetivos directos de ataques. En Irak, Cruz Roja España tuvo que suprimir su símbolo, su emblema, para no ser objetivo directo de ataques.
Las intervenciones en en el ámbito nacional también son más complejas por el equilibrio de competencias en función del ámbito territorial donde se produzca la emergencia. Se activan una serie de mecanismos a nivel territorial y se va escalando hasta la nacional, y eso conlleva un equilibrio entre administraciones.
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