La sequía retrasa una campaña de setas irregular y escasa en especies

«La campaña micológica se ha retrasado a causa de la sequía de primavera y verano, en octubre ha caído bastante agua pero tarde, lo que ha producido una campaña bastante irregular y escasa en especies», argumenta Andrés García García, presidente de la Sociedad Micológica Salmantina Lazarillo.

Según explica este experto aficionado a la recolección de setas, hace aproximadamente un mes y medio que se han empezado a recolectar los hongos comestibles en la provincia.

Por su parte la Sociedad Micológica Salmantina Lazarillo comenzó su actividad habitual coincidiendo con el inicio del curso escolar. Mantienen sus reuniones de los lunes en las que exploran setas frescas para que la gente las pueda tocar, oler y observar con el fin de aprender a identificarlas. Cuando no hay setas también se reúnen con otras propuestas como charlas, proyecciones u otra serie de iniciativas encaminadas a fomentar esta afición.

Por otro lado, desde esta asociación ponen en marcha las XXV Jornadas Micológicas Salmantinas Lazarillo que comienzan hoy. Lo hacen en el mismo lugar donde se reúnen cada lunes, en el centro cultural de Caja España Duero, situado en la plaza de Trujillo. En dicho lugar, el profesor José Sánchez Sánchez hablará de El futuro de la trufa negra de invierno en Salamanca. Esta conferencia tiene por misión dar a conocer los primeros resultados obtenidos en una finca de Cabrerizos, en la que se ha cultivado encina micorrizada y que después de once años de su plantación está dando de sí la esperada trufa negra.

Mañana varios miembros de esta asociación salen al campo a recolectar ejemplares de diferentes tipos de setas para tener material que mostrar el domingo en la plaza de la Libertad en su tradicional exposición de setas que también cumple sus 25 años.

Desde esta asociación se fomenta la afición y el conocimiento de este hobby, pero sobre todo se inculca el respeto a la naturaleza y los buenos hábitos para que sigan proliferando las setas en su ámbito. Es esta una de las razonas que hacen a esta asociación posicionarse contra la regulación, dado que en un principio no se ponía límite a la recolección de setas con fines comerciales en cuanto a kilos, ahora el máximo es 20. Otra cuestión que no se contempla es que «cuando se recolectan setas con fines comerciales para que estas lleguen frescas a su destino son recolectadas inmaduras, es decir, sin haber esporado», explica García quien argumenta que le preocupa esta cuestión, dado que «las setas se multiplican por esporas».

Tampoco está a favor con la campaña de regulación que perjudica a los aficionados de la ciudad, ya que para recoger setas en los lugares regulados y controlados por el proyecto Micocyl, las personas empadronadas en pueblos tienen precios mucho más asequibles. No obstante este proyecto tan solo afecta a un 4% de la superficie de la provincia y en concreto los montes públicos o lugares regulados pertenecen a municipios de la Sierrra de Francia, Sierra de Béjar, Quilamas y el Rebollar. Y dentro de estas zonas no afecta a todos los pueblos de las mismas pues algunos no han querido entrar.

Este programa, impulsado económicamente por la Diputación de Salamanca, supuso en la pasada campaña, unos ingresos de 18.079 euros, un 23 % más que el año anterior, ya que se expidieron 3.146 permisos.

Las zonas reguladas para la recolección de setas en Salamanca abarcan 53.710 hectáreas en 89 montes, uno más que en la temporada pasada. Estos son propiedad de 37 ayuntamientos de Salamanca y dos de Cáceres.

Tres zonas

En la provincia de Salamanca «hay tres zonas bien diferenciadas de setas», en opinión de Andrés García. Una de ellas es la que denomina «zona de pradera» en la que se recogen setas de cardo, senderuelas y champiñones. Otra zona es la de «bosque», principalmente es donde están los encinares de todo Salamanca y pinares de la parte noreste. Y el tercer área que distingue García es la de «bosques del sur», donde se producen todas la setas de sierra, en la Sierra de Francia, de Béjar y Gata, relata García y puntualiza que «a mayor diversidad vegetal, mayor diversidad de especies de setas hay».

En concreto y en alusión a las zonas previamente mencionadas, García indica que lo que tradicionalmente se ha recogido en Salamanca ha sido: en el centro, la seta de cardo;en el noreste, el níscalo;en el sur, el parasol. De unos años para acá la diversidad de setas que la gente recoge han ido en aumento, ahora también se va a buscar «huevos de rey, chantarella, carbonera y otros», enumera García.

Lo cierto es que setas, en menor o mayor medida hay todos los años, eso sí, «con gran proliferación en otoño y un poquito menos en primavera», subraya García. En la actualidad, en Salamanca hay muchas variedades que la gente está recogiendo, por ejemplo «las setas de cardo, setas de caña, los champiñones, níscalos, boletos, parasoles, senderuelas y se empiezan a encontrar ya algunas que se pueden considerar de invierno, como es el caso de la carbonera o negrilla», considera García quien a la pregunta de sí hay setas también en invierno, responde que «hay setas que aguantan, se puede decir que hay en todo el año». Este experto en la materia detalla que las de invierno se dan hasta primeros de enero, enseguida, «vuelven las de primavera desde primeros de marzo», y en verano «se dan en lugares donde hay tormentas».

Pues a las setas ni las gusta el frío ni la sequía, por ello no las perjudica la niebla de estos días, más bien «las favorece», aclara García. Estos días se prestan para que el conocedor de especies fúngicas comestibles salga en su búsqueda al campo. Según García se suele hacer sólo o en compañía, aunque él aconseja ir siempre con alguien o llevar un silbato «por si te caes o algo», una cesta, un cuchillo y ropa apropiada.