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FRANCISCO GÓMEZ
Miércoles, 11 de noviembre 2015, 12:18
Casi ocho meses de intensa actividad echaban ayer el cierre en Alba de Tormes. La localidad salmantina ha compartido con Ávila el epicentro de las celebraciones del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús y ayer despedía la propuesta más destacada de la programación. La edición extraordinaria de Las Edades echa el cierre y el reto ahora en la villa ducal es conseguir que lo logrado este año se consolide, al menos en parte. Para ello, se cuenta con un elemento patrimonial de especial valor, la basílica inconclusa de Santa Teresa.
Desde hace unos meses, el Ayuntamiento de Alba de Tormes trabaja en una comisión creada con el fin de preparar la era post-centenario, en la que están integrados responsables del sector hostelero, comercial y turístico. Aunque todavía no se ha cerrado una planificación concreta, los integrantes de este grupo ya han señalado con claridad a la basílica teresiana como la gran herramienta para consolidar una actividad cultural continuada que permita atraer visitantes.
Se cuenta con que será muy difícil igualar los turistas registrados en la villa durante los meses de las Edades, pero se considera que articular una serie de actos llamativos en el templo situado junto al Tormes sí permitiría dar un salto cuantitativo respecto a los aproximadamente 90.000 visitantes como media que venía atrayendo la localidad salmantina al año.
Intervención en la basílica
Aunque la basílica había acogido a lo largo de los años algunas actividades (como ferias turísticas o de artesanía), su situación no permitía plantear un uso continuado ya que, entre otras cosas, carecía de espacios cubiertos. Sin embargo, la intervención realizada con motivo de las Edades del Hombre ha aprovechado las mejoras efectuadas en los últimos tiempos tras la última fase constructiva iniciada por el Obispado de Salamanca, generando ahora sí un espacio susceptible de acoger distintas propuestas culturales.
Aunque la idea es configurar «un calendario ambicioso» aún por cerrar, por el momento ya se trabaja en la primera propuesta: ya que Alba de Tormes es ante todo una ciudad teresiana, al acoger el sepulcro de la religiosa carmelita, la idea es solicitar al Cabildo de la Catedral de Salamanca la exposición recientemente clausurada en el templo mayor, denominada Teresa, para que pueda instalarse antes de fin de año en la villa ducal.
Mientras fructifica esta propuesta, desde Alba de Tormes se negocia en paralelo con el Obispado, propietario de la basílica, con el fin de establecer una fórmula de cesión de este solar que oficialmente forma parte del patrimonio diocesano desde el año 1982.
El templo dedicado a Santa Teresa de Jesús configura una espectacular estructura neogótica y sus orígenes se remontan hasta el año 1898, momento en el que se coloca la primera piedra. Hasta 1904 se mantiene una intensa actividad constructiva que primero se ralentiza ante enormes dificultades técnicas por la inundabilidad del terreno y finalmente se abandona en 1914. Las trazas de un templo de 100 metros de largo, 70 de ancho y 92 de alto se recuperan en 1982 con motivo del IV Centenario de la muerte de Santa Teresa, pero se abandonan de nuevo poco después. A comienzos de este siglo, el Obispado inició una nueva campaña constructiva mediante donativos que permitió cubrir el crucero y completar las puertas de acceso.
Impacto económico
Las condiciones de la basílica para acoger una gran cita cultural han quedado de manifiesto con las Edades que ayer eran oficialmente clausuradas por el obispo de Ávila, Jesús Burillo y la consejera de Cultura, Josefa García Cirac, en presencia del presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.
Por la basílica, que acogía el quinto y último capítulo de la muestra expositiva, han pasado 400.300 visitantes, según confirmó la consejera.
Cirac destacó que el 80% de los visitantes procedían de España (particularmente de Madrid, Andalucía y la propia Castilla y León), mientras que entre los extranjeros destacó la presencia de turistas llegados de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
La consejera subrayó que las cifras «avalan la política de sinergias entre la cultura, el patrimonio y el turismo», ya que la propuesta ha deparado un impacto económico directo de 65,6 millones de euros en Ávila y Salamanca.
«Las Edades del Hombre han posicionado a Castilla y León como un destino prioritario de turismo religioso y patrimonial», insistió Cirac, que calificó la propuesta expositiva como «un proyecto de comunidad» que tendrá su siguiente parada en la localidad zamorana de Toro.
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