Señal de aviso de un radar próximo.

Tráfico actualiza la lista de radares móviles que vigilarán 38 tramos distintos

Los detectores se ubican en carreteras convencionales, en las que se producen el 80% de las víctimas mortales

d. bajo / word

Domingo, 11 de octubre 2015, 11:59

La Dirección General de Tráfico (DGT) publicó el miércoles la nueva lista con la ubicación de los 38 radares móviles instalados en las carreteras convencionales de la provincia. La DGT implantó un programa pionero en mayo en Castilla y León y Asturias para dar a conocer la ubicación de los radares móviles. En julio publicó la lista de todas las provincias y ahora, en septiembre, la actualiza.

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El jefe provincial de Tráfico de Salamanca, Miguel Moreno, explica que este sistema «pionero» se basa en la «objetividad». La DGT analiza los tramos en los que se registran más accidentes, más excesos de velocidad y más incidentes graves, «donde los radares deben concentrar sus actividades» para rebajar la problemática.

«Son 38 tramos en función de la velocidad, la siniestralidad y la importancia de la carretera. Se trata de actualizar y acercarse a la realidad. Cada trimestre se actualizará. No significa que no haya radares o vigilancia en otros sitios, pero se concentra en esos tramos», comenta Miguel Moreno. El jefe provincial de Tráfico afirma que la DGT estudiará esos tramos hasta finales de año y que en 2016 habrá una nueva «actualización». La modificación de septiembre «repite muchos» de los de julio y añade otros nuevos.

El grueso de los radares móviles está en torno a la capital (prácticamente todas las carreteras que conectan a la ciudad con la provincia), en la comarca de Peñaranda de Bracamonte, junto a Alba de Tormes y en las vías que conectan el oeste de la provincia (Ciudad Rodrigo, Vitigudino, Lumbrales, La Fregeneda...) y algunas áreas del sur (Béjar-Santibáñez de la Sierra- Sequeros).

En cuanto a los tramos que han dejado de vigilarse con radares móviles está la SA-302 (desde Ledesma hacia Las Arribes), la SA-314 (de Vitigudino a Las Arribes), la SA-213 (que conecta Tamames y la N-620).

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La publicación de los tramos en los que se ubican los radares móviles (que pueden tener decenas de kilómetros de largo) es una medida que la DGT se comprometió a aplicar.

Sobre si ha cumplido con su objetivo de reducir los excesos de velocidad y la siniestralidad, Miguel Moreno afirma que «es prematuro» hacer un balance. En lo que va de año han fallecido 11 personas y en 2014 fueron sólo 8. «Es difícil mejorar la siniestralidad vial. En siniestralidad no se puede hacer balance. En seguridad vial hay que tener una perspectiva de años». El número de multas que se han impuesto «es muy parecido» al del año pasado.

Según explicó la DGT esta semana «la ubicación de los tramos se hace pública para general conocimiento de los conductores, de forma que cuando transiten por ellos extremen las medidas de precaución y sobre todo cumplan con los límites de velocidad establecidos en cada uno de ellos. En total son 1.314 tramos identificados que suponen 25.172 km de carreteras convencionales, con una longitud media de 19 kilómetros».

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En esta línea, la Dirección General de Tráfico añade que los radares móviles, «salvaguardando la seguridad de los agentes, no estarán ocultos para los conductores de modo que su presencia sirva como medida de disuasión y prevención, ya que la finalidad que se busca a través de la vigilancia y el control de la velocidad es que los conductores respeten los límites de velocidad establecidos. La denuncia no es, en ningún caso, el objetivo final».

Según apuntan desde Tráfico, la velocidad es «uno de los componentes fundamentales que determina la mayor o menor incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente, de ahí la importancia de controlarla». El 80% de las víctimas mortales se producen en las carreteras convencionales.

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