Un «trocito» de Rodríguez de la Fuente ya vive en La Encina
Silvia G. Rojo
Sábado, 19 de septiembre 2015, 13:52
El nombre de Félix Rodríguez de la Fuente está vinculado estrechamente, desde ayer, a la localidad de La Encina. Este pueblo de la comarca de Ciudad Rodrigo ha querido dar el nombre del naturalista burgalés a un parque, coincidiendo con el 35 aniversario de su trágico fallecimiento en Alaska.
Su hija, Odile Rodríguez de la Fuente, inauguró este espacio con la plantación de un árbol en una acción que se llevaba gestando desde hace algún tiempo de la mano del anterior alcalde de La Encina, José María Gil, y de los representantes de la Fundación Naturaleza y Hombre.
La propia Odile Rodríguez de la Fuente destacó el «honor» que supone que el nombre de su padre esté vinculado a un pueblo tan «evocador», por el nombre tan singular, y a un «paisaje tan maravilloso». La teoría de esta mujer es que «en todos los sitios que llevan el nombre de mi padre, hay un trocito de él».
Por otra parte, destacó la tarea que desarrollan en la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, que ella preside, donde trabajan con «ahínco por la conservación de la naturaleza», pero además, por las personas que viven en el mundo rural, «para que sean reconocidas por el mundo urbano» y para que el propio medio natural «se convierta en motor de desarrollo».
Por parte de la Fundación Naturaleza y Hombre, su presidente, Carlos Sánchez, declaró que en su caso particular, la figura del naturalista burgalés «nos motivó a dedicarnos a lo que nos dedicamos».
Desde 2003, esta Fundación trabaja en toda esta zona de la provincia de Salamanca, en La Encina, por ejemplo, con proyectos concretos, aunque tal y como comentó Sánchez, «se van anexionando y añadiendo hectáreas a las zonas donde actuamos con el añadido de que ya no son hectáreas públicas como las del Ayuntamiento de La Encina sino particulares que van colaborando con nosotros para hacer su aprovechamiento más sostenible».
En palabras del presidente de la Fundación Naturaleza y Hombre, «lo que nos une con Odile es el hecho de integrar la naturaleza con el uso sostenible de los territorios; bien sea a través de la caza, la ganadería, todo se puede hacer respetando el entorno».
Campanarios
De todas las actuaciones que realiza la Fundación Naturaleza y Hombre, probablemente, una de las más reconocidas está asentada en la finca Campanarios de Azaba, en el término municipal de La Alamedilla.
Como una de las últimas novedades, Carlos Sánchez manifestó que «en agosto se ha presentado el producto turístico de Azaba y del Oeste Ibérico, en general, en una feria en Inglaterra».
En concreto, Campanarios se ha dado a conocer a los touroperadores que asistieron a ese certamen unido a otra reserva con la que cuenta la Fundación a través de un convenio, en Monfragüe. En ambos lugares se ofrece alojamiento y ese contacto directo con la naturaleza en lugares «privilegiados» a nivel europeo, matizó Sánchez.
Reconoció, por otra parte, que hasta el momento, se ha trabajado con grupos a modo de prueba pero que será en marzo cuando inicien un desarrollo más real.
Por otra parte, la propia Fundación está desarrollando un proyecto LIFE+ Nature, denominado Oeste Ibérico Club de Fincas, con el que se pretende lograr la conservación de los hábitats y especies del Oeste Ibérico, en 10 espacios de la red Natura 2000, con acciones de mejora de hábitats a través de la creación de un Club de Propietarios de Fincas, comprometidos en la conservación de los valores naturales de los espacios que custodian y la mejora de su conectividad. Este particular club cuenta con 8.000 hectáreas, pero la idea es llegar a las 20.000 hectáreas.
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