Jorge Holguera Illera
Miércoles, 9 de septiembre 2015, 15:57
Las grandes fiestas de los novillos de Cantalapiedra terminaron ayer con un dulce sabor a chocolate. La peña la Deseada ofreció esta dulce bebida a todos los que quisieron participar de este divertido pero triste fin de fiestas. Tras degustar la preciada bebida, los peñistas retiraron su estandarte del edificio del Ayuntamiento, acompañados, en todo momento por la música de la agrupación de dulzaineros Villa de Cantalapiedra que pusieron la nota alegre a esta despedida.
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Por la tarde hubo vaquillas gratis en la plaza de toros con divertidos juegos para peñas.
La jornada de ayer, por ser el día grande, en honor a Nuestra Señora, o el día de la natividad de la Virgen, comenzó con un animado desfile de los dulzaineros El Laurel, acompañados por una peña, que desfiló con ellos por las calles de la villa. Por delante iba Manuel Benito, que se encargó de tirar los cohetes cada cierto tiempo para contribuir a hacer más sonoro dicho paseo musical.
En las fiestas de Cantalapiedra hay elementos indispensables, uno de ellos es la diana floreada, que hace despertar a los vecinos de la villa algunos días de fiestas, principalmente los días grandes. Este año hubo diana floreada el domingo, en su caso, amenizada por el grupo de dulzaineros de la Villa de Cantalapiedra y ayer, por ser el día grande.
Otro de los elementos que no falta en las fiestas es la misa, que ayer se llevó a cabo a las doce del mediodía. Se respetó el culto religioso y posteriormente tuvo lugar el encierro urbano. El último encierro urbano dejó tras de si una estela de grandiosidad, tal y como ha sido la tónica durante estos días. Primero soltaron las reses una a una desde el camión que estaba situado al final del recorrido y después corrieron juntos dos novillos y cuatro vaquillas. Los astados de la ganadería de la Villa, la de Tito o los Hermanos Celador Zurdo, que hacía varios años que no se veían en las fiestas de la localidad, han vuelto a gustar y a dejar en Cantalapiedra la esencia de grandeza de la que siempre han gozado las fiestas de los novillos.
Fiesta de la cerveza
Tras el encierro, a las dos del mediodía, en la querida plaza del barrio Girón había convocada una fiesta de la cerveza. La bebida estaba y el dj también, pero faltaban los altavoces y la luz que deberían animar dicha fiesta. Hubo que esperar un poco. La demora hizo que mucha gente se fuera, pero los que quedaron lo pasaron en grande gracias a la buena música que puso Dj Joky.
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