Satisfacción general por la gran presencia de público en los actos de Peñaranda

Los últimos actos de las ferias y fiestas de Peñaranda se desarrollaron en la misma línea de los celebrados durante los días anteriores. Gran presencia de público, mucho más que en años anteriores, tanto en el espectáculo pirotécnico del domingo noche como en la caldereta de carne de novillo que, desde hace varios años, pone punto y final a las fiestas.

El pasacalles de fuego y música Disco Death de la compañía castellonense Scura reunió a más de 8.000 personas en la ciudad. Hacía seis años, desde 2009, que Peñaranda no albergaba un espectáculo similar, desde la desaparición del recordado Fam de Foc que llegó a ser hace más de una década santo y seña de las ferias peñarandinas. Durante más de una hora los fuegos de pirotecnia y la música se adueñaron de las calles, mientras miles de valientes, bien pertrechados con monos y gafas bailaban entre las chispas que caían sin cesar. Algunos lugares representativos de Peñaranda, como el templete de la plaza de España, el Centro de Desarrollo Sociocultural o el teatro Calderón tuvieron un protagonismo especial a lo largo del recorrido de los castellonenses. Finalmente, la marcha concluyó en el escenario de la plaza de la Constitución, espacio abarrotado por completo de público, al igual que las calles aledañas. El momento álgido del pasacalles fueron los fuegos artificiales del final, con los que Peñaranda dijo adiós a sus ferias más concurridas de los últimos tiempos.

Cabe destacar que los bomberos del parque municipal y la Policía Local estuvieron en todo momento alerta por si la pirotecnia causaba algún problema, pero tan solo se registró un pequeño susto al finalizar el espectáculo que quedó, por fortuna, en nada.

De igual modo, hay que señalar que el mal tiempo se hizo presente en la tarde del domingo y, aunque respetó el desarrollo del pasacalles de fuego, justo al final la lluvia comenzó a caer con más fuerza, lo que motivó la suspensión de la última verbena de las ferias, a cargo de Seven.

No sucedió lo mismo con el tradicional epílogo de las fiestas peñarandinas, la caldereta de carne de novillo que cada lunes de resaca ofrece el Ayuntamiento en la plaza de la Constitución. Cerca de 4.000 personas no se perdieron esta cita con el estofado y esperaron en largas colas su turno para hacerse con una ración, acompañada de pan y refresco. La Corporación municipal en pleno asistió a la comida comunal, así como las reinas y damas de las fiestas, en el que fue su último acto en el cargo hasta el próximo San Miguel.

Y es que Peñaranda festejará a su patrón, San Miguel Arcángel, a finales de septiembre, con un programa de actos que ya se ultima desde el Ayuntamiento y que incluirá la procesión con la imagen del patrón. En cuanto a la valoración que hace el equipo de Gobierno sobre estas ferias, hoy el concejal de Festejos, Fran Díaz, ofrecerá una rueda de prensa para comentar sus sensaciones tras sus primeras fiestas en el cargo. Ayer durante la caldereta ya adelantó que la opinión no puede ser más positiva, «aunque siempre hay margen de mejora». En general, valoró de forma positiva que el público haya regresado a los actos taurinos, en especial a la corrida del sábado, un comportamiento que también se ha dejado sentir en otros momentos como los partidos de pelota a mano del domingo. La parte menos positiva queda, claro está, para la suspensión del concierto de El Barrio. Díaz recordó que el Ayuntamiento en esta cuestión no tiene margen de maniobra, ya que el concierto empezó, por lo que el artista ha de cobrar el caché al completo y no cabe devolución del precio de las entradas.

Ganador de la feria

En otro orden de cosas, ayer se conoció una consecuencia de las ferias y fiestas peñarandinas: el ganador del trofeo que la peña taurina Juan Andrés González entrega al triunfador de la corrida de ferias. En esta ocasión, Juan del Álamo se ha alzado con este galardón. Pese a que fue el único de los tres matadores que no salió a hombros, la peña ha considerado que su lidia fue la mejor, por encima de la de Javier Castaño y Manuel Escribano. Del Álamo recogerá su premio en el transcurso de una cena en noviembre.