elena martín/ical
Domingo, 16 de agosto 2015, 13:24
La localidad salmantina de Ahigal de los Aceiteros siempre ha estado vinculada al mundo del olivo y del aceite. En época de los romanos, este árbol milenario ya ocupaba los terrenos orientado hacia el poniente, porque era la mejor manera de adaptarse al suelo. Y así continúa en pleno siglo XXI, ofreciendo una variedad de aceituna autóctona denominada 'zorzal de Arribes', única en el mundo y de una alta calidad en su aceite, lo que ha convertido a esta zona del oeste salmantino en un atractivo más para desarrollar un nuevo modelo de turismo basado en el preciado líquido.
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Aceiteros del Águeda, empresa propietaria de la primera almazara ecológica de Castilla y León, cuenta actualmente con una extensión de unas 200 hectáreas de olivar. Sus dueños, con raíces en esta localidad del Abadengo, se propusieron hace cinco años transmitir la tradición milenaria que les ha caracterizado.
Por eso pusieron en marcha esta almazara en la que, además de fabricar aceite ecológico, llevan a cabo visitas guiadas para mostrar el proceso de su elaboración. El aceite de Ahigal es frutado, amargo y picante, características propias de todo oliva virgen extra, pero que le valieron a este aceite para obtener-el pasado mes de mayo- la medalla de oro en el premio CINVE Internacional , amparado bajo el distintivo Tierra de Sabor y Marca Natural.
Este zumo de aceituna es ecológico porque la zona de cultivo y la almazara en la que se elabora el aceite están certificados como tal por el Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León.
Elaboración del aceite
La aceituna de Ahigal, que se recolecta entre noviembre y diciembre, se recoge en el denominado envero, cuando el fruto cambia de verde a negro, para conservar los aromas y sabores propios del aceite, más frescos y frutados. Llega a la almazara el mismo día de recogida para asegurar una mayor calidad del producto, cuenta a Ical Loli Sánchez, responsable comercial de la empresa. Todo ello supone trabajar durante toda la noche para garantizar al productor y al consumidor la elaboración del aceite en menos de doce horas.
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Una vez finalizado el proceso habitual para extraer el zumo de la aceituna, el aceite se introduce en depósitos de acero inoxidable bajo unas condiciones específicas de temperatura y se somete a una serie de análisis químicos y organolépticos. Allí permanecerá durante tres meses en periodo de decantación, mientras se limpian las posibles impurezas. En este proceso se aprovechan, incluso, los restos del producto que se acumulan en la parte inferior del depósito para la elaboración de jabones y cosmética ecológica.
Aceiteros del Águeda comercializa en función del pedido, es decir, el aceite que permanece guardado en los depósitos de acero durante dos años sin perder propiedades, es envasado en botellas de cristal- si es oliva virgen extra- y en garrafas de cinco litros si es el aceite convencional.
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El aceite ecológico 'Abade'-marca que comercializa esta almazara- se elabora con la producción de los olivares situados en Ahigal de los Aceiteros y San Felices de los Gallegos cuyos propietarios son los mismos dueños de la empresa. Una vez que se termina esta campaña, la almazara hace la denominada 'maquila', es decir, elaboran aceite para otros productores bajo la marca Arribera.
Loli Sánchez hace una llamada especial a todos aquellos productores que poseen olivares para que logren la certificación. Un paso que, además de los trámites administrativos, supondría un análisis de suelo, de hoja, aceituna y aceite. Pasos sencillos si se tiene en cuenta que los dueños de olivares, no utilizan productos químicos y emplean su aceite para autoconsumo. Lo que se pretende desde Aceiteros del Águeda es que con el tiempo, se pueda multiplicar la producción de aceite ecológico a través de esa producción certificada.
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En la última campaña, Aceiteros del Águeda molturó en torno a 300.000 kilos de aceituna, que se transformaron en 30.000 litros de aceite. Su destino es tanto nacional como de exportación. De esta manera este producto llega hasta países como Colombia, Emiratos Árabes, Francia, Estados Unidos o Irlanda.
Las visitas para practicar el denominado oleoturismo llegan a la almazara incluso desde China o California y en ellas, además de transmitir todo el proceso de elaboración del zumo de aceituna y hacer catas, se enseña la elaboración de quesos, se muestra cómo es la vida del pueblo o incluso se invita a los participantes a montar en burro. Se cuentan experiencias, dice Loli, e "intentamos transmitir los valores propios de esta zona de Las Arribes".
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Que un aceite ecológico como el de Ahigal de los Aceiteros sea considerado »excelente» y distinguido con premios supone un esfuerzo »extraordinario» de sus fabricantes, insiste Sánchez. En este sentido, demanda más ayuda de las instituciones a la hora de promocionar el producto, bien sea en ferias como Intur, Fitur o similares, »algo que para los pequeños productores resulta imposible por el desembolso que supondría». Y no solo para promocionar el aceite, sino el resto de productos típicos de Las Arribes del Duero, como el vino, los quesos, las lentejas, o los garbanzos.
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