Óscar Dueñas junto a las piezas de racú que hace en Alba.

«Antes colocábamos los objetos en el suelo, ahora hacemos uso de carpas»

Óscar Dueñas, presidente de Arbasal, destaca que se sigan produciendo ferias de este calado

Jorge Holguera Illera

Sábado, 15 de agosto 2015, 12:01

La Feria del Barro es una cita atractiva con 26 años de antigüedad, en todo este tiempo ha sufrido una evolución, «antes colocábamos los objetos en el suelo, después en mesas y ahora contamos con carpas que se pueden cerrar», explica Óscar Dueñas, presidente de la Asociación de Artesanos del Barro de Salamanca (Arbasal).

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Aunque esta asociación solo tiene ocho socios, la unión del sector provoca resultados como el de la organización de esta feria que favorece a cada uno de los artesanos en particular. Otras ventajas son las que producen los objetivos de esta asociación que «promueve la alfarería y la cerámica», entre otras cosas.

La mayoría de los artesanos del barro de Salamanca están en Alba de Tormes, una localidad con gran recorrido en este oficio. Un ejemplo es el de la familia de Óscar Dueñas, que arrastran nueve generaciones dedicándose a este oficio. Esto provoca una transmisión de conocimientos ininterrumpida que da de si verdaderos expertos en un oficio prácticamente desde niños el que ya colaboraban en el mismo. Pero en este oficio no ha sido todo aprender las destrezas y habilidades artesanales de este oficio, sino el mantenerse, el luchar y adaptarse a los tiempos. La evolución permitió a Alba de Tormes salvar de la extinción el gremio de artesanos del barro hace 60 años. En esta misma tónica de avance, hace 15 años Óscar Dueñas comenzó con la técnica del racú que, «es sacar las piezas del horno a 900 grados y después, fuera del horno hacerle una reducción y una oxidación fuerte», explica el artesano. «Ello provoca que queden una gama de colores muy amplia», dice.

Antes de ello era alfarero, es decir, hacía uso de las técnicas que le legó su padre. Ahora sigue haciendo uso de herramientas como el torno para dar forma algunas piezas. Lo cierto es que esta nueva técnica, «es totalmente diferente a lo tradicional, es mucho más creativa, a parte de la creatividad que tienes que usar al crear las piezas, tienes el resultado que te da el racú al sacarlo del horno y al hacer el proceso fuera del horno», explica.

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