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A la izquierda el ponente Marce Livián junto al moderador, Luis Gutiérrez. En las mesas de la derecha los asistentes se preparan para escuchar la conferencia y participar posteriormente.

Rona Dalba cumple dos décadas con más de mil tertulias y 800 ponentes

Este grupo de amigos con inquietudes por saber, comunicarse y transmitir sus conocimientos nació en La Regenta, siguió en Los Escudos hasta 2005 y suma diez años más en el lugar actual

Jorge Holguera Illera

Lunes, 10 de agosto 2015, 11:46

«La Tertulia Rona Dalba es, fundamentalmente, un grupo de amigos, con inquietudes por saber, por comunicarse, por trasmitir sus conocimientos», explica su actual moderador, Luis Gutiérrez. Son «amigos», así considerados cuando empiezan a participar en la misma, pues es de libre acceso y gratuita. Tiene lugar en el Hotel Rona Dalba cada martes a las 17 horas.

Rona Dalba es el nombre de esta tertulia y del hotel que la acoge, no desde siempre, sino desde el 8 de octubre de 2005, ya que antes tuvo otros nombres siempre iguales al establecimiento en que se celebraba.

Es una larga historia que en 2015 ha cumplido sus 20 años de edad y sus 1.000 reuniones «a sus espaldas». El número de ponentes en la misma «es imposible de averiguar», considera Gutiérrez, ya que hasta hace doce años, no se empezó a registrar cada detalle por él mismo. Teniendo en cuenta que se reunen cada martes del año, que tienen alguna tertulia libre o sin ponente y que algún invitado ha repetido, a 52 semanas por año suman unas 1.040, restando fallos y tertulias libres, pueden rondar los 800 ponentes totales. Una cifra estimada que más alta o más baja no deja de ser sorprendente, más que nada porque no es tan facil tener listo para cada martes un ponente de categoría y que además acuda gratis. Pero en Rona Dalba lo consiguen desde el año 1995 en que comenzaron a funcionar.

Tal y como éxplica Gutiérrez, «la tertulia surgió un buen día del año 1995, cuando un grupo de cuatro o cinco amigos se reunieron una tarde en el cafetería La Regenta. Hablaron de esto y de aquello, cuando se quisieron dar cuenta se les había ido la tarde y muchos temas se quedaron el tintero, por lo que decidieron regresar al martes siguiente. Volvieron ese martes y el siguiente, y el siguiente». El comienzo fue casual y se convirtió en habitual porque «se les fue añadiendo cada martes más gente». Al crecer el grupo, «La Regenta se quedaba pequeña», entonces buscaron un lugar con mayor espacio.

Este nuevo establecimiento fue «la cafetería Los Escudos IV, en la Plaza de La Libertad» y es cuando «la tertulia tomó el nombre del lugar en la que era acogida», esplica Luis Gutiérrez. La tertulia Los escudos IV pasó a llamarse tertulia Rona Dalba en el año 2005, en que los Escudos tuvo que cerrar. Desde el 8 de octubre de 2005 gracias a a las facilidades prestadas por dicho hotel y la «ubicación inmejorable» del mismo, celebran alli su tertulia.

«No es una tertulia al uso», considera Luis Gutiérrez, pues «el formato es diferente al concepto que el lector pueda tener de una tertulia». Entre sus peculiaridades, cuentan con una persona experta en el tema que debatiran. Cada día cambian de tema, «por lo que es preciso cambiar de invitado», indica Guitiérrez.

Formato típico

El formato es el siguiente:El invitado hace una exposición de lo que propone para el debate. Esta puede durar entre tres cuartos de hora y una hora, más o menos. A continuación empieza el coloquio propiamente dicho, en el que todos los tertulianos que lo deseen pueden hacer uso de la palabra, previa petición de la misma. Es el moderador quien va tomando nota de esas peticiones y luego les va dando paso por el orden en que han sido solicitadas. Los tertulianos tienen plena libertad para exponer lo que consideren oportuno. Pueden preguntar, hacer una reflexión de lo que ha comentado el invitado o mostrar sus discrepancias con lo expuesto. El invitado podrá hacer uso de la palabra en cualquier momento. «El que gocemos de plena libertad para mostrar nuestros opiniones, no quiere decir que no se hagan con el respeto debido, tanto a las personas como a las ideas de todos y cada uno e intervinientes», apunta Gutiérrez.

La tertulia ha evolucionado con los años. Los cambios han ido desde las personas, algunas de las cuales por desgracia se han quedado en el camino y otras han dejado de acudir. Pero siempre han tenido nuevas incorporaciones. La evolución ha ido de la mano de las nuevas tecnologías, tanto para darse a conocer en todo el mundo a través de su página web http://www.mitertulia.com, como para las exposiciones de los temas. Ahora casi todos los ponentes necesitan de ordenador y cañón para la exposición.

En esta segunda uno de los aspectos más relevantes es la apertura al exterior etapa, que comenzó a principios de 2003. Han «salido de las cuatro paredes en las que se celebraba la tertulia para hacer tertulias en lugares como el castillo del Buen Amor, Peñaranda, Ciudad Rodrigo, Palacio de Congresos, Convento de los Dominicos, Astorga, Villavieja de Yeltes, Castro de Yecla, Centro de Investigación del Cáncer, y otros». Incluso han ido a Portugal, con cuyo país mantienen una estrecha relación. De hecho siguen manteniendo buenas relaciones de hermanamiento con A Casa Comum das Tertulias a través de correo electrónico y sus páginas web.

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