‘Santos contra demonios’ muestra en La Alberca el patrimonio religioso serrano

La segunda edición de Temporalia, que se iniciara en Miranda del Castañar hace dos años con Los santos de la peste con motivo del VIII Centenario de su Repoblación, llega a La Alberca bajo el sugerente título de El mal vencido. Santos contra demonios con el fin de promocionar el patrimonio religioso de la Sierra de Francia.

Así, son 33 piezas escultóricas, pictóricas y objetos de los siglos XVI en adelante los que forman esta exposición, que se puede visitar en la Casa de Cultura Manuel Rejano de La Alberca hasta el 27 de septiembre, procedentes de las parroquias de La Alberca, Las Casas del Conde, Cepeda, Escurial de la Sierra, Frades de la Sierra, Herguijuela de la Sierra, Hondura de Huebra, Linares de Riofrío, Miranda del Castañar, Mogarraz, Molinillo, Monforte de la Sierra, Monleón, Morasverdes, San Esteban de la Sierra, San Martín del Castañar, San Miguel de Robledo, San Miguel de Valero, Santibáñez de la Sierra, Los Santos, Sequeros y El Zarzoso.

La inauguración de esta iniciativa, organizada por la Diputación de Salamanca y que forma parte de los actos de la celebración del 75 aniversario de la declaración de La Alberca como Monumento Nacional, tuvo lugar en la mañana de ayer y corrió a cargo del diputado de Cultura, Manuel Tostado; del alcalde en funciones de La Alberca, Jesús Pascual; y del comisario de la muestra, Antonio Cea.

El título de la exposición -El mal vencido. Santos contra demonios- hace referencia al auto sacramental La Loa, que cada año se representa en La Alberca el 16 de agosto, dentro de sus fiestas patronales de Nuestra Señora de la Asunción, en el que el bien vence al mal, representado por una serpiente de siete cabezas.

Durante la inauguración, que tuvo lugar en el teatro municipal antes de desplazarse a la Casa de Cultura para ver la exposición, Manuel Tostado calificó esta muestra como «seria, rigurosa y contundente», a la vez que señaló que «servirá como referencia turística y cultural, y por tanto, motor de desarrollo económico».

Asimismo, destacó el trabajo de Antonio Cea Gutiérrez, «espléndido conocedor e investigador de la antropología de nuestra tierra», ya que «esta nueva exposición de Temporalia muestra una parte sustancial del conocimiento que sobre ello posee». También agradeció la colaboración de cuantos han hecho posible esta exposición como son las parroquias que han prestado sus imágenes u objetos, las diócesis de Salamanca y Ciudad Rodrigo, los ayuntamientos participantes; y en especial, dio las gracias a «Jesús Pascual Barés que tanto se ha implicado en este aniversario albercano».

El alcalde de La Alberca, por su parte, también tuvo palabras para Antonio Cea «enamorado de nuestra Sierra» y que ha ideado esta exposición «para que se conozcan nuestras costumbres, tradiciones y santos que pasan desapercibidos en nuestras iglesias serranas».

Y agradeció la labor de la Diputación y la «colaboración de los ayuntamientos y parroquias serranas por vuestro apoyo cediéndonos vuestras imágenes. Seguro que la Virgen de la Asunción las protegerá del mal como lo hace cada día al pueblo de La Alberca». E indicó que «posiblemente, esta exposición sea la actividad más importante» del 75 aniversario que este año celebra el pueblo albercano, por lo que deseó que «vengan a verla no sólo muchos serranos sino también muchas personas y de esa manera nuestra Sierra de Francia seguirá proyectándose turísticamente a nivel nacional e internacional».

Por último, pidió que se continúe con el «trabajo conjunto», para seguir impulsando el sector turístico y económico de una comarca con seis Conjuntos Históricos, un núcleo importante de pueblos y excelentes recursos gastronómicos, que son la base del desarrollo futuro.

Antonio Cea se centró en la exposición y en la responsabilidad que supone «la conservación, promoción y divulgación de la riqueza de esta singular comarca salmantina», algo que hay que hacer con cuatro máximas: «valorar conservando, aprender estudiando, transmitir conociendo y disfrutar contemplando».

Tras los discursos, los asistentes se desplazaron a la Casa de Cultura, donde Cea habló de cada pieza.