Los Reyes de Armenteros llenan de ilusión una jornada de reencuentros

El colegio La Inmaculada de Armenteros vivió ayer una jornada muy especial, llena de emoción, alegría y, sobre todo, muchos recuerdos que ayudan a los actuales responsables a seguir trabajando para sacar adelante un proyecto que, tras su bache en los últimos años, ha logrado mantenerse acogiendo hoy en día a 75 alumnos que viven en las instalaciones donde también cursan los estudios de Primaria y Secundaria.

Esta nueva directiva, con el padre Blas Rodríguez a la cabeza, decidió celebrar ayer una jornada de puertas abiertas del centro, donde invitó a antiguos alumnos, colaboradores, donantes y autoridades y vecinos de la zona a visitar el centro. Un centro que, tal y como recordó el padre Blas, «es un punto de referencia. Tarde o temprano todos llegamos a este oasis de humanidad que es el colegio La Inmaculada».

Yes que en sus casi 60 años de historia el centro ha albergado a un gran número de estudiantes, tanto españoles como de diferentes nacionalidades y de todos los niveles adquisitivos, que han podido sacar sus vidas adelante gracias al esfuerzo de su fundador, el padre Juan Trujillano, y de todo el grupo de voluntarios que, junto a él, dieron forma a este proyecto.

En este sentido, Rodríguez señalaba que «si realmente hay una deuda histórica con algún lugar es con Armenteros, porque Armenteros ha dado y entregado su vida a tantos jóvenes que por aquí han pasado y que ahora son hombres que dirigen el timón de la sociedad en la que vivimos».

Durante la jornada de ayer, además de volver a hacer hincapié en la importancia de este centro para la sociedad y de que, pese a todos los problemas a los que se ha tenido que enfrentar, sigue en pie y con ganas de trabajar, La Inmaculada albergó un acto muy especial.

Y es que, gracias al esfuerzo de la nueva directiva, se recuperó una iniciativa puesta en marcha ya en el año 2007: el nombramiento de los Reyes del Amor, la Paz y la Sabiduría, tres reconocimientos que pretenden premiar una trayectoria profesional y vital que sirva como ejemplo no solo a los alumnos del colegio La Inmaculada, sino a la sociedad en general.

Ayer, ante decenas de personas, el padre Blas señalaba que estos premios, convocados por la Asociación del Camino de Santiago de Fuenterroble (Acasan) la cual preside él mismo tienen, además, su símil en la localidad de Fuenterroble de Salvatierra sede de Acasan y donde Rodríguez ejerce de párroco donde «cada año, los Reyes Magos nos dejan como regalo a aquellos que van a representarles durante todo el año, los que van a reinar por ellos durante todo el año, trabajando para que reine la Paz, el Amor y la Sabiduría, algo muy necesario como condimentos vitales para una convivencia sana, equilibrada, humana y cristiana». Así pues, en Fuenterroble, Encarna García y Juan Serrano son este año los Reyes del Amor; Emiliano Moro y Francisco Melchor los de la Paz y, por último, Antonio Ingelmo y Emilio Gómez los de la Sabiduría.

Todos ellos hicieron acto de presencia en la celebración, leyendo ante todos los presentes una serie de principios sobre los que se debe establecer los valores que ellos representan durante el año, unos valores que, desde Acasan y el colegio La Inmaculada de Armenteros, también han visto reconocidos en tres caras conocidas que, durante la mañana de ayer fueron reconocidos como los Reyes del Amor, la Paz y la Sabiduría.

La primera galardonada, y probablemente con la que se vivieron los momentos más emotivos, fue la sevillana Aguas Santas Ocaña, conocida popularmente por ser la exprimera dama de Honduras, pero que se ha dedicado profesionalmente a las relaciones exteriores y ha vivido su vida volcándose en ayudar a los niños más desfavorecidos. En el ejercicio de esa labor, precisamente, su camino se cruzó con el del padre Juan Trujillano y juntos lograron traer a decenas de niños hondureños hasta el colegio La Inmaculada, sacándolos de la pobreza y la violencia y dándoles la oportunidad de tener un futuro prometedor que, en gran parte, han aprovechado.

Algunos de esos niños que empezaron a traer hace más de una década y con los que Ocaña sigue en contacto en una gran mayoría se personaron ayer en el acto, dedicándole todo tipo de muestras de cariño, por haberles dado esa oportunidad. Un agradecimiento que, sin duda, se vio claramente en la dedicatoria de uno de estos alumnos quien, guitarra en mano, le cantó la conocida canción Color esperanza que, a su vez, es ya el himno del colegio La Inmaculada.

El economista, deportista paralímpico y actual concejal en funciones del Ayuntamiento de Salamanca, Enrique Sánchez Guijo, fue nombrado Rey de la Paz, especialmente por su espíritu luchador, capaz de enfrentarse a las adversidades como puede ser su ceguera, con la que convive desde los 10 años sin permitir que éstas le impidan un desarrollo completo a nivel personal y profesional.

Por su parte, César Lumbreras fue nombrado como Rey de la Sabiduría por su labor profesional como periodista especializado en la agricultura, la ganadería y el mundo rural en general, poniendo en valor la importancia que dicho entorno tiene para una provincia como Salamanca y para Castilla y León en general.

El acto de entrega de dichos reconocimientos, que contó además con la participación de otras caras conocidas, como el párroco salmantino Antonio Romo, el periodista Javier Pérez Andrés o el exciclista Santi Blanco, estuvo marcado por la emoción, los recuerdos, la alegría y la música, que no dejó de sonar en todo momento.

Tras dicho acto, el colegio invitó a todos los presentes a disfrutar de una paellada y una parrillada en los jardines del centro, un momento que sirvió para seguir recordando, para compartir anécdotas relacionadas directa o indirectamente con el centro y para disfrutar del maravilloso tiempo que acompañó durante toda la jornada.

Tampoco faltaron los chistes y las canciones a pleno pulmón. Todo un ejemplo de lo que es La Inmaculada: fuerza y alegría. Dos elementos mágicos para seguir adelante.