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ELENA GÓMEZ / WORD
Martes, 10 de marzo 2015, 12:42
Las próximas elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y toda la maquinaria se ha puesto en marcha, empezando por comenzar a hacer públicos algunos nombres de quienes encabezarán las listas electorales en diferentes municipios de la provincia durante la carrera por lograr la Alcaldía de alguno de los 362 pueblos que se extienden a lo largo y ancho de Salamanca.
En época de elecciones son muchos los datos que se hacen públicos, sobre todo por parte de los partidos políticos, que aprovechan la proximidad de los comicios para resaltar lo que han hecho y lo que no ha hecho la oposición.
Sin embargo, más allá de las cuestiones que se usan en los juegos electorales, también se hacen públicos otros datos: los del censo, que determinarán la cantidad de puestos electos en juego, cuya adjudicación estará en manos de los votantes.
De hecho, según los datos que han salido publicados recientemente, Salamanca es la provincia que más ediles pierde de cara a estas nuevas elecciones de toda la región.
Y es que, de los 356 concejales que perderá en total toda Castilla y León en 176 municipios diferentes, Salamanca perderá 72 en 36 municipios (dos en cada uno de ellos).
Esta pérdida de concejales es una consecuencia directa de la pérdida de población de los municipios. Yes que el número de ediles que corresponde a cada municipio se marca en función de unos parámetros determinados desde el Gobierno, que se fijan teniendo en cuenta el número de habitantes que marque el padrón, en este caso el del 1 de enero de 2014, que es el que se ha utilizado para elaborar el censo electoral de las próximas elecciones municipales.
Así pues, Cereceda de la Sierra, Guijo de Ávila, Monforte de la Sierra, El Tornadizo, Valdehijaderos, La Alameda de Gardón, Herguijuela de Ciudad Rodrigo, El Arco, Berrocal de Salvatierra, Cabezabellosa de la Calzada, Chagarcía Medianero, Herguijuela del Campo, Martinamor, Monleón, San Pelayo de Guareña, La Tala, Valdunciel y Villar de Samaniego son los municipios que durante la última legislatura han tenido cinco concejales y que afrontarán los comicios con tan solo tres puestos para repartir al haber descendido su población por debajo de los 100 habitantes.
Otros 16 municipios pasarán de tener siete concejales a poder elegir solo cinco en las próximas municipales, al haber bajado de los 250 vecinos. Es el caso de Puente del Congosto, Valdefuentes de Sangusín, Abusejo, Castillejo de Martín Viejo, Bóveda del Río Almar, Poveda de las Cintas, Mancera de Abajo, Rágama, Endrinal, Horcajo Medianero, Montejo, Santiz, Mieza, Valdelacasa, El Pedroso de la Armuña y Monleras.
Precisamente estos tres últimos municipios están en la curiosa situación de que, según el censo de 1 de enero de 2014, cuentan con 250 habitantes, lo que significa que se quedaron a tan solo un habitante de poder mantener su número habitual de concejales y, en algunos casos, aseguran que si el censo se hiciera a día de hoy los mantendrían.
Por último, los otros dos municipios que pierden concejales (dos cada uno) son Candelario y Cantalpino, al haber bajado de la barrera de los 1.000 vecinos.
La excepción
Pese a ser la provincia que más concejales pierde, Salamanca es, a la vez, la que tiene un mayor número de municipios que ganan concejales. En total son 7 las localidades salmantinas que ganan, entre todas, 14 ediles.
Se trata de Castellanos de Moriscos, que pasa de 9 a 11 concejales al superar los 2.000 vecinos (concretamente 2.229, según el censo); Carrascal de Barregas, Pelabravo y San Cristóbal de la Cuesta que pasan de 7 a 9 por superar la barrera de los 1.001 habitantes (destacar el caso de SanCristóbal que ha logrado llegar justo hasta esta cifra según el censo); de Moriscos y Villasrubias, que han logrado pasar de 5 a 7 ediles al superar los 251 vecinos; y, por último, de La Redonda, que con sus 102 censados ha pasado de 3 a 5 ediles.
Se trata pues de 7 excepciones que confirman la regla general de la despoblación de la provincia y, en algunos casos como el de Villasrubias, no es más que una vuelta a su número habitual de concejales, ya que habían perdido dos en los últimos comicios.
Las consecuencias
La pérdida de concejales es, como se señalaba anteriormente, consecuencia directa de la despoblación de los municipios de la provincia, lo cual se traduce, a la vez, en una incidencia directa en la cantidad de recursos que va a recibir el Estado.
En primer lugar por los fondos de participación de los tributos del Estado, que se reciben en función del número de habitantes, por lo que la bajada de vecinos se traduce, automáticamente, en menos ingresos.
En segundo lugar por las ayudas del resto de administraciones, por ejemplo de la Junta de Castilla y León que, a menudo, marca parámetros de población que limitan quien puede acceder a ellas. Unos umbrales que, a menudo, se marcan en los mil habitantes y que, por lo tanto, afectarán especialmente a Candelario yCantalpino.
Además del ámbito económico, la bajada de concejales también influirá en la variedad del color político de los ayuntamientos, puesto que, debido a la conocida como Ley dHont que marca el funcionamiento de las elecciones, se necesitarán más votos para conseguir cada uno de los puestos y además perjudicará a los partidos que no obtengan la mayoría, a los que les costará más obtener su representación.
En cuanto a si los concejales que queden tendrán más o menos trabajo o si la calidad del servicio del Ayuntamiento empeorará o no, las opiniones de los alcaldes, que son los que a diario lidian con estos problemas, difieren mucho.
Así pues, habrá que esperar a después de las elecciones y a que todo el engranaje municipal se renueve (o mantenga)y vuelva a ponerse a funcionar para poder valorar, realmente, cómo afectan estos cambios.
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