Salamanca embarca su bravura rumbo a Venezuela

En un mundo globalizado y en el casi todo es posible, que en la Feria de San Sebastián, en la ciudad venezolana de San Cristóbal, se vayan a lidiar 27 toros procedentes de ganaderías españolas, afianza esta teoría.

Pero la historia tiene muchos más matices y rápido surge la curiosidad sobre lo que se podría denominar como un perfecto plan de vuelo.

Del campo salmantino partieron ayer desde el aeropuerto de Sevilla, un total de 13 toros, seis de la ganadería de Pedro Gutiérrez, y los otros siete del hierro de Hermanos García Jiménez. Ésta es la primera vez en la historia que se lidiarán toros de Salamanca en este país que hasta hace dos años tenía vetada la entrada a los toros de España debido al mal de las vacas locas que apareció 15 años antes.

La primera pregunta y más espontánea que surge sobre el traslados es aquella de: ¿Y cómo los llevan? La respuesta inmediata es: en avión.

Pero la sucesión de hechos comienza mucho antes y en el caso de la ganadería de Hermanos García Jiménez el viernes por la tarde comenzaron todos los preparativos para embarcar esos toros. El ganadero, Jorge García, apuró al máximo ese momento para no añadir horas al traslado pues desde que los animales entraran en los cajones y hasta que llegaran a su destino, tendrán que pasar alrededor de 50 horas.

A la finca de Matilla de los Caños llegó, por la noche, un camión con siete cajones especiales de hierro y láminas de acero, en los que se cargaron los animales que, posteriormente, se fijaron en la bodega del avión de carga.

Evidentemente, para salir de España, los animales han tenido que cumplir una serie de protocolos y una de las personas que se encarga de esta parte es el veterinario Antonio Gómez Peinado, que no solo vigila el embarque en las fincas sino que se traslada hasta el propio país con los astados. Explica que «estas exportaciones se bloquearon hace 15 años por el problema de las vacas locas; hasta hace dos años no se han retomado y Venezuela ha sido el primer país que ha importado».

Gómez Peinado comenta que «en toda Sudamérica hay especial interés por el toro español, hay que pensar que es muy diferente al toro americano en cuanto a hechuras o trapío y en todos sitios quieren toros buenos». Entre los argumentos de este veterinario también está el de la tradición, «hay mucha y allí los toros escasean», matiza, y según él, esa afición por la fiesta de los toros comienza a gestarse desde que los niños son pequeños pues «lo normal es que en la plaza veas a algún docente con 30 ó 40 niños que les enseña lo que es el toreo».

Durante el propio desembarque de los toros en la plaza, «la expectación es impresionante», y asegura que «el año pasado tuvo que actuar la policía porque no podíamos descargar y los toros cuando llegan lo que necesitan es tranquilidad».

De hecho, los toros pierden en el viaje una media de 60 kilogramos aunque recuperan entre 30 y 40 kilogramos en unas 12 horas. La alimentación es la misma que en la finca y antes del embarque, tal y como figura en el protocolo establecido para introducir los toros en Venezuela, cada toro es inyectado con un antibiótico para controlar la leptospirosis, una enfermedad febril.

El ganadero, Jorge García, dice que «llevamos alrededor de un año con este tema, desde que se empezó a hablar para finalmente ir».

La gente de Venezuela vio los toros en el campo ya en el mes de junio y para el ganadero ésta es también «una experiencia nueva». La empresa tuvo la oportunidad de elegir entre 70 toros. Los toros de Hermanos García Jiménez están anunciados para el próximo día 29 de febrero y serán lidiados por el rejoneador Diego Ventura y los matadores David Fandila El Fandi, Iván Fandiño y el venezolano Fabio Castañeda.

En este ciclo, también está anunciado el matador salmantino Javier Castaño y otro matador, Alberto Revesado, también se encuentra en Venezuela junto con el novillero Gonzalo Caballero, al que apodera desde hace unos meses.