Un concejal pide la dimisión del alcalde de Paradinas tras recibir una condena por faltas

José Ruano Moronta, concejal de Unión del Pueblo Salmantino (UPS) en el Ayuntamiento de Paradinas de San Juan, exigió en el último pleno celebrado en el municipio la dimisión del alcalde, Miguel Hernández Franco, del Partido Popular.

Este hecho se produjo después de que, tras más de un año de diligencias, el juzgado de Peñaranda de Bracamonte fallara sobre un caso en el que Ruano había denunciado al primer edil de Paradinas de San Juan por una agresión en un pleno.

Concretamente, los hechos se remontan a marzo de 2013, cuando según Ruano, en el turno de ruegos y preguntas, inquirió al alcalde sobre las obras del bar de la piscina municipal, «señalando que había un baile de unos 12.000 euros entre la cantidad que se le indica a la Diputación, ya que la obra se hizo con un plan cuatrienal, y la que se firmó con el constructor». Además, según indica, «también le pregunté por unas obras hechas por un familiar suyo, por si tenían o no licencia».

Al parecer, según cuentan ambas partes, la situación ya de costumbre tensa entre ambos se encendió de tal manera que el alcalde se levantó y empujó al concejal de la silla en la que se sentaba.

«Cometí un error, porque me provocó y caí en la trampa», señala el alcalde Miguel Hernández, quien da por zanjado el tema aunque lamentando que la justicia solo haya tenido en cuenta los hechos ocurridos en ese momento y «no valora los motivos por los que uno llega a cometer un error» y señalando que «yo he tenido más motivos que él para denunciarlo en muchas ocasiones, por insultos e injurias».

Yes que, según el primer edil, los enfrentamientos con este concejal se remontan dos décadas atrás, «por una obra que en su familia querían que se hiciera de una manera, que los beneficiaba, y que yo no permití que se hiciera así, ya que era una obra pública y tiene que ser para todos igual».

Desde entonces, el alcalde asegura que «me guardan rencor, incrementado por no poder ganar las elecciones», señalando que, en su opinión, Ruano «crea problemas personales, no de gestión», puesto que Paradinas de San Juan, destaca, «tiene un Ayuntamiento saneado, con superávit y en el que se han tomado muchas medidas para mejorar la vida de los vecinos a nivel social, cultural o con la creación de puestos de trabajo, por ejemplo».

Por su parte, Ruano insiste en que tras la condena, no entiende como «el alcalde tiene la poca vergüenza de presidir un pleno».

Y es que, según la sentencia, el alcalde tiene que hacerse cargo de las costas del juicio e indemnizar al concejal con 245 euros.

Una condena que, según Ruano, no es suficiente, puesto que «viendo otros casos, lo tendrían que haber condenado por un delito de agresión a la autoridad, ya que en un pleno los concejales somos también autoridad, y no de falta». Y es que, tras el incidente, Ruano quien asegura que se llegó a caer de la silla tras el empujón se fue al centro médico donde le hicieron un parte de lesiones por unos moretones en el muslo, que según él pudieron ser provocados por los reposabrazos de la silla al caer. Además, señala que, «el alcalde pasó por encima de mi» y que, aparte de la condena por lesiones, pedía una falta contra el orden público que fue denegada.

Para Hernández, el tema es mucho más complejo. «No tengo muy claro si llegó a caer hasta el suelo, puesto que se incorporó muy rápido, en un acto reflejo», señala, añadiendo que, «sabiendo como es, es capaz de haberse hecho él los cardenales antes de irse al médico, para que constaran en el parte médico».

En cualquier caso, el alcalde insiste en no querer darle más vueltas a este tema, ya que considera que es «una estrategia por su parte, para salir en los medios, especialmente de cara a las elecciones».

Aunque por parte del primer edil el tema «está olvidado ya» habrá que ver si ambas partes entierran definitivamente el hacha de guerra.