González Losa, antes de iniciar su conferencia.

«Ahora mismo Oriente Medio es el paraíso de los arquitectos»

Ejecutivo de una constructora en Omán, charló ayer con profesionales charros a los que animó a dar el paso de salir al extranjero

Cecilia Hernández

Martes, 23 de diciembre 2014, 12:41

A nuestros occidentales ojos se les escapa la magnitud de las faraónicas obras que están ejecutándose en el entorno de la península Arábiga, pero algunos iniciados en la materia saben bien que, ahora mismo, aquellas tierras pueden convertirse en el «paraíso» para muchos profesionales españoles que no pueden desarrollar aquí su trabajo en las condiciones que desearían.

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Esta es la idea fundamental que ayer quiso dejar Antonio Tomás González Losa en la delegación salmantina del Colegio de Arquitectos. Organizada por el Rotary Club de Salamanca, esta charla analizó las ventajas e inconvenientes de trabajar fuera de nuestras fronteras y el camino a seguir para dar el gran salto.

«Ahora mismo Oriente Medio es el paraíso para los arquitectos, ya que es donde está el dinero, y donde se realizan los diseños más espectaculares», explicó González Losa, que es director de Calidad, Prevención y Medio Ambiente de una empresa constructora que, en la actualidad, realiza su labor en Omán.

Un sector, el de la construcción, que está en plena «ebullición» en la zona del Golfo Pérsico, gracias a proyectos como el que fructificará en la comunicación por tren de alta velocidad de todas las capitales arábigas. «Es un proyecto conocido en España, porque empresas de aquí se han encargado del tramo entre La Meca y Medina». Un tramo que es, en realidad, una «pequeña parte del pastel» de todas las obras que han emprendido los gobiernos del Golfo, como apuntó ayer Antonio Tomás González, que desgranó los pasos a seguir para poder trabajar en aquellos países o en Sudamérica. «No es un proceso complicado, aunque al principio puede asustar», afirmó. Lo esencial es contar con una empresa sponsor que sea originaria de la zona y que será la que se haga cargo de la responsabilidad civil a través de seguros. Solventado ese paso, que cuando se va a trabajar a través de compañía nacional no implica mayores problemas, el camino queda libre para disfrutar de una experiencia única.

«Ir a trabajar de forma individual, sin empresa detrás es prácticamente imposible, por eso he explicado dónde se puede contactar con los conocidos head-hunters, o empresas de captación de talento, que son, en su mayoría, británicas». Antonio Tomás González Losa hizo, asimismo, una semblanza de lo que los españoles se encuentran cuando llegan a trabajar a esos países. En su opinión, es determinante que aquellos interesados en dar el salto «expresen sus inquietudes» y tengan claro que es un cambio radical pero muy enriquecedor.

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«No es sólo los trenes de alta velocidad, son también las construcciones de Catar por los mundiales que va a acoger, las líneas de metro de Kuwait o de Riad, las carreteras tamaño autopista de Omán...., por no hablar de las viviendas unifamiliares propiamente dichas». Un auténtico maná de puestos de trabajo que puede estar al alcance de los profesionales españoles que aquí no pueden trabajar, reiteró el integrante del Rotary Club de Salamanca, que no olvidó tocar otros aspectos como el problema del idioma o la importancia de tener claro el ámbito legal al que asirse.

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