Una presunta ‘caja B’ enturbia la reelección de Lanzarote en 1999
El coordinador de la campaña, Fernando Rodríguez, habría contabilizado supuestos donativos de empresas al PP
Ricardo Rábade
Martes, 16 de diciembre 2014, 12:39
La gestión del Ayuntamiento quedó ayer en entredicho, después de conocerse un documento interno del presupuesto de la campaña electoral del PP del año 1999, donde se apunta a supuestos donativos de empresas, efectuados por entidades adjudicatarias del Consistorio en aquellos años. El documento, publicado por el diario El País, consiste en un manuscrito con anotaciones del coordinador de aquella campaña y actual tercer teniente de alcalde, Fernando Rodríguez Alonso, quien apuntaba ingresos, algunos de ellos identificados con la letra b, de compañías como Seragua, Eulen, Gecocsa y Curto, entre otras.
El documento que recoge los añadidos de Fernando Rodríguez se compone de tres páginas, que están encabezadas por el membrete del Partido Popular de Salamanca. Según estos papeles, el PP nacional le transfirió seis millones de las antiguas pesetas (36.000 euros) para gastos. Sin embargo, el edil anota a mano diferentes donaciones, con lo que el presupuesto asciende a 27,4 millones de pesetas (165.000 euros). De esta forma, el presupuesto real, siempre según esta comparativa entre ambas cifras, multiplicaba por 4,5 el oficial.
Entre las empresas que, según esta documentación, donaron dinero figura Seragua. El coordinador de campaña, Fernando Rodríguez, le anota 2,55 millones de pesetas (unos 15.000 euros). Sus notas le apuntan a Seragua el pago de los PIP, los llamados Puntos de Información Popular. En este sentido, el secretario provincial del PSOE, Fernando Pablos, recordó que Seragua había logrado año y medio antes la concesión municipal por parte del Ayuntamiento del servicio de aguas por un periodo de 25 años. «Pagó 18 millones de euros más un canon anual y le permitían subir el recibo un 10% anual durante cinco años, lo que supuso un mal negocio para la ciudad», apostilló Pablos.
En la información publicada ayer por este rotativo nacional, Alonso responde a la pregunta de por qué en algunos pagos anota la letra a y en otros la letra b, indicando en este sentido que «no puedo señalar a qué puede obedecer. Creo que en aquel momento la normativa de financiación de partidos políticos permitía a las empresas hacer donaciones en metálico a los partidos». También puntualizó que «yo no llevaba las cuentas del partido y creo entender que a lo mejor pueden referirse a donativos al partido que en aquel momento estaban permitidos por la legislación. Ahora ya la legislación se ha puesto evidentemente mucho más estricta, pero por aquel entonces eran mucho más flexibles las cantidades que las empresas podían donar a los partidos en campañas».
Otra de las compañías que aparece es el grupo de servicios Eulen. En las anotaciones de Rodríguez Alonso figura como donante de dos millones y como suministrador de azafatas. La firma llevaba años con la concesión de mantenimiento de jardines de la ciudad. El 31 de agosto de 1999, mes y medio después de esas elecciones, Eulen ganó el concurso para gestionar cuatro piscinas municipales, contrato que acabó este año. «Eulen venía trabajando con el Ayuntamiento muchos años. No hay absolutamente ninguna vinculación entre las contratas que pueda hacer el Ayuntamiento y las posibles colaboraciones, en los términos en los que hayan sido, de empresas con campañas electorales del PP», añade Rodríguez Alonso.
Además, en esta información Fernando Rodríguez sostiene que él no era el responsable de las cuentas: «El presupuesto provincial se lleva desde la gerencia provincial, no lo llevo yo». En aquellas elecciones, el secretario provincial del PP era Alfonso Fernández Mañueco, que iba de número dos en la lista, por detrás de Julián Lanzarote.
Por su parte, el PSOE exigió ayer «responsabilidades políticas» a Julián Lanzarote, Fernando Rodríguez y Alfonso Fernández Mañueco, responsabilidades que deben traducirse en la dimisión de sus cargos, según enfatizó Fernando Pablos. El dirigente socialista calificó de «bochornoso» el escueto comunicado emitido por el PP y no dudó en aseverar que se trata «del mayor escándalo en décadas» en la provincia de Salamanca. Los socialistas van a movilizar a todos sus órganos internos para abordar este asunto y no descartan la presentación de la correspondiente denuncia o querella.
No obstante, Pablos matizó que, al tratarse de hechos acaecidos hace 15 años, «podrían haber prescrito, aunque eso lo dirá un juez». Además, aseveró que el documento, «que ha sido filtrado por alguien desde el Partido Popular», corresponde a una época en la que Julián Lanzarote era el número uno del PP en Salamanca en su calidad de presidente provincial, mientras que Mañueco era el número dos, en su condición entonces de secretario provincial y presidente de la Diputación. En este sentido, agregó que en el documento aparece también una cantidad referida a la empresa encargada de la limpieza en la institución provincial, justo cuando Fernández Mañueco presidía La Salina. Pablos concluyó proclamando, en tono tajante, que «Mañueco no vino del cielo en 2011 y que a nadie se le olvide que Lanzarote decidía y Mañueco ejecutaba». También retó al PP a publicar la contabilidad remitida al Tribunal de Cuentas para ver si coincide con la desvelada ayer.
Fuentes próximas a Fernando Rodríguez aseguraron ayer que éste no tiene intención de dimitir.
Respuesta del Pp
Hasta tres veces Alfonso Fernández Mañueco repitió la misma consigna: «respecto de los hechos que se relatan, personalmente no tengo nada que ver, y sobre la situación en general me remito al comunicado emitido por mi partido». Ni preguntado directamente por la entidad de los papeles aparecidos en la web del diario 'El País' ni sacand a relucir su cargo actual como secretario general del Partido Popular en Castilla y León o el anterior de secretario provincial, Fernández Mañueco se salió del discurso durante las declaraciones realizadas en el salón de plenos del Consistorio salmantino, tras la inauguración del cuadro del rey Felipe VI que había tenido lugar momentos antes. Con Jesús Posada a su lado, el primer edil se mantuvo firme en esta idea, sin realizar mayores comentarios. Por su parte, el propio Posada confesó no conocer el caso pero, al hilo de este y otros temas de supuesta corrupción, manifestó su confianza en la justicia que, «aunque lenta, en España es inexorable».
Ese comunicado remitido por el Partido Popular señalaba, por su parte, que los documentos a los que se hacen referencia «no reflejan en absoluto las cuentas de la campaña realizada por el Partido Popular con motivo de las elecciones municipales y autonómicas del año 1999».
De igual modo, el partido de la calle Echegaray manifestó que «la única contabilidad del Partido Popular de Salamanca está, elección tras elección, auditada y controlada por el Tribunal de Cuentas». Contabilidad que, añadieron, ni en los ingresos ni en los gastos, «coincide con la información hoy publicada».
Por último, el PP salmantino afirmó que «la financiación de las campañas electorales del Partido Popular de Salamanca ha respetado siempre de forma escrupulosa la normativa vigente en la materia».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.