Los padres de los alumnos de Miranda del Castañar iniciaron ayer una recogida de firmas.

Cancelada la implantación de la ‘línea fría’ en el colegio de Miranda del Castañar

Los padres continúan con la recogida de firmas para conseguir que la medida, que se ha tomado de «forma cautelar», sea definitiva

MARÍA JESÚS GUTIÉRREZ / WORD

Martes, 28 de octubre 2014, 13:18

En tan sólo una jornada, los padres del colegio Virgen de la Cuesta de Miranda del Castañar conocen los pormenores de la implantación de la llamada línea fría del colegio, un acto que tuvo lugar por la mañana, y pocas horas después se les comunica desde el centro escolar la decisión de la Dirección Provincial de Educación de la cancelación «cautelar» de dicha medida.

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Aún así, los padres de los alumnos del colegio de Miranda del Castañar explicaban en la tarde de ayer a este periódico que continuarán con las medidas adoptadas por la mañana con el fin de que esa medida que ayer dijeron que es cautelar sea definitiva.

Para saber cómo se han desarrollado los hechos, que no sólo afectan a este centro de la Sierra de Francia, sino también a otros de la provincia salmantina, hay que echar la vista atrás tan sólo 15 días y una vez ya iniciado el curso escolar.

En el caso de Miranda del Castañar y según cuentan los padres de alumnos del colegio Virgen de la Cuesta, hace 15 días se les informó del cambio del comedor actual por la implantación de la línea fría.

Tras esa primera noticia -en la que se notificó que la fecha para el cambio sería el 3 de noviembre- se organizó para la jornada de ayer un encuentro con una representante de la nueva empresa concesionaria del servicio de comedor escolar a fin de informar del nuevo servicio.

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Tras este primer y único encuentro desde que se conoció la noticia en el centro, los padres y madres mostraron su desacuerdo.

Rechazo

Los motivos que llevan a este colectivo a rechazar la implantación de este sistema de alimentación se centran, según sus propias palabras, «en los pocos argumentos que ofrece la empresa de catering frente al buen funcionamiento del sistema actual, denominado in situ, que ofrece la comida recién hecha a los pequeños sin necesidad de tener que pasar por una cadena de producción que, en definitiva, ofrece los alimentos en conserva».

Escuchada a la responsable de la nueva empresa, los padres se reunieron y decidieron pedir una entrevista con los responsables de la Dirección Provincial de Educación en Salamanca a fin de hacerles llegar «su malestar y preocupación por una medida» que consideran «impuesta y no consensuada».

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Para ello, redactaron un comunicado y comenzaron una recogida de firmas para avalar el malestar de los padres de todos los niños que se verán perjudicados por la medida sin el consenso de los progenitores ni tampoco de los responsables del centro, ya que como manifestaban los padres a este periódico «no sólo la Ampa está en desacuerdo, también en el colegio y en el propio Ayuntamiento no ven esta medida con buenos ojos».

Así, según el comunicado al que ha tenido acceso este periódico y al que han puesto el título de No queremos línea fría, gracias, «los padres y madres de alumnos del Colegio Público Virgen de la Cuesta de Miranda del Castañar, educadores del centro, trabajadoras del servicio de comedor, Ampa y el Ayuntamiento de Miranda del Castañar no estamos de acuerdo con el cambio de sistema de alimentación que se pretende instaurar en este centro educativo, que consiste en centralizar la elaboración de la comida, a cientos de kilómetros de distancia, envasarla, pasteurizarla dentro de un envase de plástico, refrigerarla, y distribuirla a cientos de colegios de nuestra región, donde luego es regenerada, según sus propias palabras, en las mismas bandejas de plástico, y servida. La distancia desde donde se elaborarían los alimentos (desde un municipio de Zamora sin especificar, según nos informa la empresa), hasta el sur de la provincia de Salamanca donde nos encontramos, será de más de doscientos kilómetros, y la caducidad máxima de los alimentos en ese sistema de 21 días».

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Para todos los que firman el comunicado, «la calidad nutricional de la comida en conserva no puede ser igual a la de la comida elaborada in situ, con materias primas frescas, el mismo día de su consumo».

Además de argumentar porqué el nuevo sistema «no garantiza una mayor seguridad de la comida» de forma amplia, también añaden que el centro de Miranda del Castañar «no dispone de la infraestructura necesaria para este cambio, ni siquiera cuenta con la potencia eléctrica suficiente» e indican que hay otro problema y es que «el personal de la cocina y servicio de comedor» tampoco «está informado ni preparado, a día de hoy, para la implantación del nuevo sistema».

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Todo ello, según señalan, responde a un único objetivo «recortar costes en el servicio de comedor escolar de nuestros centros, reduciendo la plantilla de trabajadores o sus horarios laborales en los comedores, y reduciendo los costes de producción de la comida de los niños, aumentando así los márgenes de beneficios empresariales del servicio privatizado, con el consiguiente perjuicio para la calidad en el servicio de comedor».

Todos los afectados por la nueva medida explican, además, que los responsables de Educación deben tener en cuenta otras consideraciones además del ahorro económico, como es la función que los comedores cumplen, sobre todo en el mundo rural, ya que consideran que «el comedor escolar cumple, entre otras, una función educativa». Una afirmación que justifican señalando que «los alumnos aprenden allí la importancia de comer de forma saludable, variada, con alimentos locales, sin residuos, cocinados por el cocinero o la cocinera del colegio» y añaden que «con el cambio que nos plantean, los niños, aprenderían que lo normal y más recomendable y seguro es comer todos los días comida precocinada, en conserva y envasada, puesto que para ellos el colegio es una referencia educativa de primer orden».

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Y recalcan que no entienden el cambio que se quiere realizar en la actualidad, puesto que consideran que nada lo recomienda y que saldrían perjudicados los 30 niños que lo utilizan diariamente.

Por ello, y a pesar de que en la misma jornada de ayer la Dirección Provincial de Educación se puso en contacto con el colegio para manifestar que la implantación de la línea fría en el comedor escolar de Miranda del Castañar quedaba «suspendida de manera cautelar», los padres y madres decidieron continuar con la recogida de firmas y la solicitud de una entrevista con el director provincial de Educación -Jesús Laborda- con el fin de que «se retire la cautela y el colegio continúe con su actual servicio de comedor», con el que los padres se muestran «muy satisfechos».

En dicha reunión, padres, educadores, trabajadores del servicio de comedor y representantes públicos del Ayuntamiento, quieren transmitir a Laborda su «rechazo sin paliativos al referido cambio», que de momento ha sido suspendido.

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