Un 20% de la población tiene riesgo de sufrir enfermedades mentales

Entre un 15% y un 20% de la población padecerá en algún momento de su vida episodios de enfermedad mental. Y entre ellos, un 3% serán esquizofrénicos. Cifras que dejan un resultado de 4.500 afectados por esa última enfermedad en la ciudad de Salamanca, a los que habría que añadir el resto de patologías, como los trastornos bipolares u obsesivos compulsivos.

Números altos que se utilizan desde la Federación de Familiares y Enfermos Mentales de Castilla y León para intentar calar en las conciencias y hacer ver al gran público que estos pacientes merecen un trato igualitario y no discriminatorio. De ahí el lema Abriendo mentes, cerrando estigmas- que la federación usará el próximo viernes 10, Día Mundial de la Salud Mental, en el encuentro que se celebrará en Salamanca y que reunirá a más de 700 personas, unidas por esta causa. El presidente de esta asociación en la capital charra, Eusebio Pérez, presentó esta jornada ayer en el Colegio de Médicos, junto a su compañero, Francisco Santiago y con la presencia de la concejala de Salud Pública, María José Fresnadillo.

Silencio por vergüenza

La lucha contra esos estigmas de los que habla el lema, es la temática principal de esta jornada de celebración y reivindicación. Un tema complejo y difícil, que afecta tanto a los enfermos como sus familiares y que tiene muchas ramificaciones. Por ejemplo, la vergüenza y el miedo que existe entre estas personas hacen que en muchos casos «no manifiesten su problema y no reclamen aquello a lo que tienen derecho», explicó Eusebio Pérez, que quiso dejar claro también que nadie está libre de sufrir una enfermedad de este tipo, que puede afectar a «cualquier raza y a cualquier nivel económico, social y cultural».

Sí que se ha detectado, en cambio, que las mujeres las sufren de un modo más tardío, lo que las permite «desarrollar mecanismos de defensa» que en los varones más jóvenes no surgen. De ahí que se vean más afectados que las féminas.

Para integrarse del todo en la sociedad, lo más necesario para estas personas es encontrar trabajo.

Eusebio Pérez se mostró determinante en este sentido, en el que las cifras hablan por sí solas de nuevo, ya que tan sólo un 5% de la población con algún tipo de enfermedad mental está integrada laboralmente. «En nuestra sociedad la inserción se hace mediante el trabajo, porque es lo que permite ganar dinero y relacionarse». El presidente de la asociación salmantina mostró esperanza en conseguir el Centro Especial de Empleo, al que aspiran desde hace tiempo. «Sería un recurso muy importante, como conseguir también una residencia y lograr al fin la sección de infancia y juventud, para aportar a los padres soluciones y recursos cuando el comportamiento de sus hijos comienza a ser irregular». Actualmente, los enfermos, cuando pierden a sus familiares, viven en pisos tutelados FEAFES Salamanca cuenta con dos- hasta que cumplen 60 años. De ahí pasan a residencias de ancianos.

Por otro lado, y regresando a la celebración del próximo día 10, la jornada contará con una marcha por la ciudad, en la que los enfermos y sus familias reivindicarán que se los mire como a iguales, sin prejuicios. Desde la Puerta Zamora, donde tendrá lugar la recepción y primer encuentro de los participantes a las 11 horas, todos caminarán unidos hasta la Plaza Mayor y desde allí a la plaza del Liceo por la calle Toro. A las 12:30 horas tendrá lugar el acto institucional en el teatro Liceo en el que intervendrán Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de Salamanca, Ignacio Tremiño Gómez, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Milagros Marcos, consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, Jesús Corrales, presidente de FEAFES Castilla y León, y, por último, Eusebio Pérez, presidente de FEAFES Salamanca.

Finalmente, uno de los enfermos presentes, miembro del Comité de Personas con Enfermedad Mental, leerá el manifiesto que se ha preparado para la ocasión. Un canto de lucha y esperanza por parte de estos pacientes, cuyo tratamiento y consideración ha avanzado mucho desde los tiempos del padre Jofré, en la Valencia del siglo XV, donde se creó el primer hospicio para enfermos mentales, hasta hoy en día. Pero aún queda un largo camino que recorrer para esta causa.