I.L.S. / WORD
Jueves, 21 de agosto 2014, 16:01
La muerte de un trabajador en las obras de unos chalés en la urbanización Las Regueras de Nuevo Naharros ha generado consternación e indignación por partes iguales en el movimiento sindical salmantino.
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Emilio Pérez, secretario provincial de Comisiones Obreras en Salamanca, aseguró ayer que los sindicatos se revelan contra cualquier negligencia que cause la muerte de un trabajador y señaló al empresariado como principal responsable de estas situaciones, «porque no solo debe cumplir con las leyes en materia de seguridad laboral, sino también hacerlas cumplir a los trabajadores. Es su obligación».
Pérez exigió a la Inspección de Trabajo que vele por el cumplimiento de esta normativa y señaló que, a falta de lo que determine el informe de la Fiscalía de Siniestralidad Laboral para este siniestro, en prácticamente todos los casos de accidentes laborales graves como el que le costó la vida este martes a un trabajador siempre hay algún tipo de norma que se ha incumplido. «En este caso en concreto hay algo que se llama arnés o la línea de vida que no se han utilizado, porque si se hubiera hecho no se hubiese producido la caída. Quizás se hubiese producido un descolgamiento, pero nuca se hubiese precipitado al vacío desde seis metros de altura», aseguró.
El responsable de CC OO en Salamanca exigió también más inspecciones y sanciones duras contra los infractores. «La patronal ha conseguido rebajar las condiciones laborales con despidos muy baratos y sueldos muy bajos , incluso ya nos hemos acostumbrado a ello, pero lo que no vamos a permitir es que se rebaje la seguridad en el trabajo, y es algo cada vez más evidente», afirmó.
Según los datos que manejan los sindicatos, el porcentaje de accidente graves ha aumentado en los últimos años, algo que vinculan con la reducción de la inversión por parte de los empresarios materiales y elementos que incrementen la seguridad de los trabajadores. «Además, curiosamente, han descendido los accidentes leves, los que no conllevan baja laboral, precisamente por el miedo de los trabajadores a denunciarlo o a ir al médico para no tener de abandonar su puesto, lo que en muchos casos supondrían actualmente la pérdida de su puesto de trabajo», afirmó Emilio Pérez.
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Con la muerte el martes en Nuevo Naharros de M.B.V., de 53 años de edad, son ya cuatro los trabajadores muertos en lo que va de año en la provincia de Salamanca.
El pasado 7 de febrero falleció en Vitigudino un joven albense de 38 años, F.B.G., al golpearle una viga mientras realizaba unas obras de mejora y reforma en las instalaciones del Parque de Bomberos. Además, el 14 de marzo fue un joven de 28 años el que murió electrocutado cuando se encontraba realizando labores de mantenimiento en una piscina de la urbanización Valdelagua, en la avenida Prado. El joven se encontraba en la sala de máquinas de la urbanización poco antes de las 14:00 horas cuando recibió una fuerte descarga eléctrica que acabó con su vida.
También en el mes de marzo, un joven de 27 años falleció al precipitarse en una de las tolvas de la fábrica de ladrillos donde trabajaba, situada en Ciudad Rodrigo. El joven murió de forma inmediata.
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