La residencia de Martiago abre sus puertas tras 15 años de trabajos

«Al final se ha visto la luz». Esa es la expresión que utiliza el alcalde de Martiago, Francisco Collado, para referirse a la apertura de la residencia de mayores de la localidad, Peña de Francia, que mañana abrirá sus puertas, 15 años después de que se iniciaran las obras.

«El camino ha sido duro y los últimos años para terminarla muy complicados porque nos hemos visto muy influidos por la crisis», confiesa el alcalde, «la residencia ha salido adelante con nuestros recursos, principalmente, fondos de los planes provinciales, alguna ayuda de la Junta o de Adecocir». Por eso, tal y como ha sucedido con otras muchas residencias, las obras se han ido completando a medida que llegaban los fondos. En algunos casos, los centros han retrasado su construcción más de 20 años.

Mañana mismo, entrarán los ocho primeros residentes, los responsables tienen claro que la gente lo que quiere es verla abierta y a partir de ahí, se irán cubriendo las 31 plazas de las que dispone, 22 de ellas para personas asistidas.

Vicen Seijo, la directora, asegura que «vivir aquí va a ser muy sencillo, todo está construido en una planta baja, con acceso desde la calle a todas las dependencias y el objetivo es hacer una gran casa donde todo el mundo esté a gusto el tiempo que tenga que estar».

Seijo define este centro como «familiar», y matiza que «el primer objetivo es atender las necesidades de Martiago y de los municipios más cercanos, desde luego, está abierta a toda la provincia».

Como es lógico, el centro cuenta con todas las comodidades y servicios profesionales, y la directora valora muy especialmente esas plazas para asistidos ya que «las familias es cuando más se plantean llevar a los ancianos a centros como este para que los atiendan los profesionales».

Destaca además, «la luz, la decoración, el equipamiento; la verdad que entras, y se ve alegría a pesar de que todavía no están los residentes allí viviendo».

El alcalde se muestra ilusionado con el proyecto y con los cinco años de gestión directa que tienen por delante debido a distintos compromisos que han asumido. «Serán cinco años y luego ya veremos, no tenemos ningún problema y estoy seguro de que todo irá bien», afirma Collado.

El primer objetivo que se marcó el ayuntamiento desde el inicio de las obras, fue el de dar el mejor servicio posible a los ancianos que aquí quisieran vivir pero por otra parte, a nadie se le escapa que la residencia cumple otra función: crear puestos de trabajo en el medio rural, principalmente, para mujeres.

De momento, son cinco las personas que han comenzado a trabajar pero a medida que se vayan incorporando más residentes, la cifra se irá ampliando todo lo necesario.

La gente de Martiago está «muy contenta con la apertura», dice el regidor, y confiesa que «tenemos muchas ganas de abrir, hay bastante demanda y a ver si en poco tiempo podemos cumplir los objetivos que nos hemos marcado».

La directora añade que «la gente lo que quiere es verla abierta, quieren conocer las instalaciones y ahora nos llaman preguntando por precios o por las personas que van a atender a sus padres o suegros».