El matrimonio de Robleda se precipitó al pantano desde una zona pronunciada

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, con sede en Valladolid, localizó en la ma ñana de ayer sin vida al matrimonio de ancianos desaparecido el pasado martes en el municipio salmantino de Robleda en la comarca de Ciudad Rodrigo. Los agentes de la Benemérita levantaron los cadáveres de los fallecidos pasadas las 13:50 horas, según informaron fuentes cercanas al caso.

Los cuerpos de Felisa García y Ángel Lozano fueron hallados sobre las 11:15 horas dentro del vehículo que poseían en una zona profunda de agua perteneciente al reculaje de la presa de Irueña, dentro del paraje conocido como La Guaraña. El lugar del suceso pertenece al término municipal Robleda, cerca de la frontera con el municipio del El Sahugo y junto a un vía de tierra que une ambos municipios.

El hallazgo confirmó la hipótesis del accidente del tráfico que la Policía Judicial barajaba desde el martes cuando la familia comunicó la desaparición para su posterior búsqueda. Todo apuntaba a que el vehículo cayó al pantano ya que las investigaciones realizadas en un primer momento concluyeron que uno de las marcas próximas a la zona, concretamente en la curva de la carretera, podían proceder del vehículo en cuestión.

Precisamente esa misma zona se encuentra cerca de unos terrenos que poseían. Una rodera provocada por un frenazo, de alrededor de 40 metros en una pista de tierra, levantó las sospechas de investigadores.

La pareja fue vista por última vez el pasado lunes, alrededore de las 18:00 horas, precisamente conduciendo el coche en el que fueron encontrados camino de El Sahugo. En ese trayecto se encuentra una parcela de su propiedad a la que solían desplazarse. La sospecha se inició al día siguiente cuando los vecinos no vieron al matrimonio en la tradicional misa que se celebra en honor a San Juan. Fue entonces cuando los vecinos se acercaron hasta la vivienda que tiene el matrimonio en el pueblo y, al comprobar que no había nadie, decidieron dar la voz de alarma e informar a los familiares de los fallecidos. Comentaban en el municipio que les parecía extraño que la noche anterior no hubieran bajado las persianas como solían hacer habitualmente.

Búsqueda

Uno de los hijos del matrimonio fue el encargado de poner la denuncia mediante llamada telefónica ante la Guardia Civil de la Comandancia de Ciudad Rodrigo.

Hasta el lugar de los hechos también se acercaron dos dotaciones de Bomberos de la Diputación del Parque del Ciudad Rodrigo, e incluso en un principio un helicóptero sobrevoló el río Mayas en respuesta al protocolo que es habitual en este tipo de casos. En esas primeras horas de incertidumbre el propio alcalde, José Luis Varas, llegó a emitir un bando para pedir colaboración ciudadana para rastrear los parajes de la zona en busca de alguna prueba que diera con su paradero.

El vehículo, un Renault Laguna, se precipitó al pantano desde una pista forestal que acaba en el propio embalse. Los buzos, con la colaboración del parque de bomberos de Ciudad Rodrigo, dieron con el vehículo a las 11:15 horas de ayer, según confirmó el delegado del Gobierno Ramiro Ruiz Medrano, después de retomar la búsqueda tres horas antes. Una vez localizado el coche, los cuerpos de Felisa García y Ángel Lozano fueron rescatados sin vida del interior a unos cinco metros de la orilla.

Resignación en el pueblo

Por su parte, el alcalde de Robleda, José Luis Varas, afirmó ayer que decretarán dos días de luto por el fallecimiento de unos vecinos «muy queridos» en el municipio. La población lleva «el suceso con resignación», según comentó el propio alcalde a Ical.

Los fallecidos, de 72 y 76 años, tenían dos hijos que vivían en Valladolid y Barcelona. La Guardia Civil confirmó que continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos y los motivos que pudieron ocasiones tan fatal desenlace. En principio se especula con que el coche entró a gran velocidad en la curva, lo que provocó que tras su caída al pantano no pudiera ser localizado en un primer momento por los agentes de la Guardia Civil. La zona de carretera desde la que cayó el coche al pantano es bastante pronunciada, por lo que el impacto fue bastante brusco.