Más de 1.200 niños danzan y aprenden

Alrededor de 1.200 escolares participaron ayer en la decimoséptima edición de El Danzar de los Danzares, una actividad itinerante donde el baile y la escuela pública -especialmente la de las zonas rurales- cobran todo el protagonismo y los niños de diferentes centros conviven en una jornada llena de alegría y arte.

Un total de 32 grupos de centros escolares públicos salmantinos -concretamente de Los Santos, Villamayor, Fuenterroble de Salvatierra, Martiago, Salamanca, Cespedosa de Tormes, Galinduste, Candelario, Santa Marta de Tormes, Santibáñez de Béjar, Sorihuela, Aldeatejada, Calvarrasa, Monleras, Villar de Peralonso Carbajosa de la Sagrada, Guijuelo, Béjar, Villar de Gallimazo, Calzada de Valdunciel, Robleda, Ciudad Rodrigo, Barruecopardo, Matilla de los Caños, Peñaranda- pero también de dos centros de fuera de la provincia -desde Santa María la Real de Nieva (Segovia) y Villalpando (Zamora)- actuaron frente al resto de grupos, profesores, padres y vecinos de Los Santos que se acercaron hasta la plaza de toros de la localidad, donde tuvo lugar este acto. También los profesores tuvieron que demostrar su arte frente a sus alumnos al ritmo de una canción de moda.

El proyecto El Danzar de los Danzares lleva 17 años reivindicando el papel y el trabajo que se realiza desde la escuela pública, especialmente en el plano artístico, y poniendo en valor especialmente el trabajo de la escuela rural. Desde aquel primer evento en Tamames, con la iniciativa de media docena de profesores y apenas ocho centros, han pasado muchos años y muchos alumnos, pero la esencia, aseguran sus precursores, siguen siendo la misma.

Y es que el ambiente festivo en el que todos los alumnos son protagonistas por un momento, en el que todos disfrutan del trabajo de los demás y muestran el suyo propio y en el que comparten un agradable día sigue siendo igual que el de hace 17 años. También se sigue manteniendo la imagen de La Carmela, un dibujo hecho por la hija de José Luis Sagredo -uno de los precursores del proyecto- y que se ha mantenido con el paso de los años, convirtiéndose en la mascota y el símbolo del Danzar.

Precisamente la entrega de La Carmela es la que marca el relevo entre un centro (y por lo tanto un pueblo) y otro. Este año la directora del centro Álvarez Morato de Los Santos se lo ha entregado a la del CRA Los Arapiles, de Calvarrasa de Arriba, ante la atenta mirada de los alcaldes de ambos municipios, y es que el apoyo de los Ayuntamientos, y de todo el pueblo, es fundamental para el desarrollo de esta actividad.