Zorrilla estalla: «Ronaldo, vete ya»

Tal y como estaba previsto y anunciado, la afición del Pucela exteriorizó su malestar y enfado por la situación del equipo deportiva y la gestión llevada a cabo por Ronaldo Nazário. Las protestas no son nuevas, pero se hacen notar cada vez más de una manera más intensa. El barco cada vez navega más a la deriva, sin rumbo, y la pasada derrota frente al Getafe, unida a la sensación de dejadez institucional por parte de Ronaldo, quien jugaba al tenis un torneo solidario cuando el equipo sufría un nuevo descalabro, encendieron una mecha a la que se solo le hacía falta una pequeña chispa para prender.

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Búscate en la grada del estadio José Zorrilla

Ivan Tomé

Por eso y para esta jornada frente al Atlético de Madrid en el estadio José Zorrilla, había convocadas diferentes acciones de protestas por parte de la Federación de Peñas y por el colectivo Fondo Norte 1928, que a su vez repartió 7.000 pancartas con el emblema 'Ronaldo Go Home', cada vez más popular y presente en las gradas del José Zorrilla.

La primera de las medidas fue en el exterior, con una concentración a las puertas del estadio una hora antes del comienzo del choque presidida por una pancarta con el lema de 'Ronaldo Go Home' y los ya conocidos cánticos de «Ronaldo vete ya» y «directiva dimisión», para una vez en el campo, mostrar un mosaico al comienzo del encuentro y una pañolada en el minuto 12 «contra la propiedad, directiva y cuerpo técnico», anunciaba en redes sociales por Fondo Norte 1928, que animó, asimismo, al resto de aficionados a adherirse a estas medidas.

En redes sociales incluso se llegó a proponer el lanzamiento de pelotas de tenis al terreno de juego para manifestar ese malestar de una manera más latente. No hubo pelotas de tenis, pero el Fondo Norte escenificó ese malestar simulando un partido de tenis, con un plástico a modo de red y una pancarta añadida: «Juego, set y partido».

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Fue una jornada en la que la afición blanquivioleta tuvo voz. Y habló en un estadio que se iba convirtiendo en una caldera a presión a medida que iban transcurriendo los minutos contra el entrenador, la directiva y el presidente. Ya no aguanta más. Incluso muchos abandonaron el estadio en la primera parte cuando el Atlético hizo el cuarto, gol que fue anulado. Tampoco se libró Pezzolano. La segunda parte fue un funeral, a ratos con un silencio más que significativo.