La vuelta al cole del Real Valladolid con el uniforme a medio coser

Estamos en semana de quiniela, de esas en la que los aficionados que sobreviven al juego del 1X2 rellenan sus boletos con los partidos ligueros de la Primera y Segunda división españolas. Es la semana en que los culebrones del mercado de verano quedan en segundo plano, por detrás del interés en adivinar el primer once que alineen los equipos, es el momento de barajar los nombres que se caerán por lesión o sanción de la temporada anterior, de calibrar el estado de forma de unos y otros en los amistosos de pretemporada y de conocer las caras nuevas que se incorporan a la plantilla.

Los seguidores del Real Valladolid, al menos los más veteranos, ya están resignados a que se repita el plan diseñado por Nazário y su dirección técnica, da igual que se milite en la división de honor o en la de plata: el equipo titular que se presente el lunes no se parecerá mucho al de dentro de un mes (hace un año llegaron con la liga empezada Sylla, Marcos André, Juric o los fugaces John Victor y Gustavo Henrique) y este equipo que llegará a Navidad también será distinto al que acabe el campeonato (en el último mercado invernal aterrizaron Tárrega, Lucas Oliveira, Amath, Biuk o Negredo).

Así que el Real Valladolid de Pezzolano se toma estas primeras jornadas como si fuesen de tanteo; en la 23/24 le costó perder tres de sus primeros cuatro partidos, tres derrotas sin marcar un gol, entonces era en Segunda y hubo tiempo suficiente para enderezar el rumbo, ahora está en Primera y el calendario tiene sus hojas cargadas de minas. Los de la botella medio llena dirán que los primeros visitantes del Zorrilla serán sus compañeros de ascenso, Espanyol y Leganés, y los de la botella medio vacía replicarán con que los primeros viajes son a los campos de Real Madrid y Barça. Un tropiezo en casa significaría llenar de piedras la mochila nada más comenzar el curso.

El día de apertura de las aulas habrá muy pocos alumnos nuevos. Entre los que sí hicieron pretemporada estarán el internacional suizo Cömert, prestado por el Valencia, los jugadores que regresan de sus cesiones (Kike Pérez, Amallah y Machís), alguno con las maletas sin deshacer por si hay que afrontar un nuevo destino, y los canteranos que entrenan este mes de agosto sin tener claro si son refuerzos o parches. A menos de una semana del estreno se incorporó a los entrenamientos el portero internacional estonio Hein, cedido por el Arsenal sin minutos de juego con el primer equipo, así que su rendimiento es toda una incógnita; su única experiencia en España es la de ocupar el banquillo de El Sadar como suplente en el amistoso de junio del 2022 entre Argentina y Estonia, 5-0 con cinco goles de Leo Messi. Y con el tiempo justo para llegar al lunes está el delantero Latasa, canterano de Valdebebas que hizo la gira americana con el Real Madrid, y que presenta una tarjeta de 50 partidos (17 como titular) y tres goles en sus dos campañas con el Getafe.

Con estas cartas tendrá que suplir Pezzolano las marchas de cinco titulares en las jornadas cruciales del ascenso, Masip, Tárrega, Escudero, Monchu y Oliveira, más la de otros jugadores que tuvieron su protagonismo en diversas fases del campeonato, como Negredo, Cédric y Quintana.

El Espanyol, visitante en Zorrilla el día 19, ha vivido un verano muy similar al del Real Valladolid, lo que no debe servir de consuelo para no caer en la moraleja del refrán. El club perico, séptimo en el escalafón histórico de la Liga, no se ha gastado un euro en renovar su plantilla y, a cambio, ha visto como salían por la puerta varios puntales del ascenso: el Pichichi Braithwaite, Nico Malamed, Bare, Baldé, Óscar Gil y Víctor Ruiz. No tardó en incorporar dos laterales que conocía bien al jugar en Segunda, Tejero (Éibar) y Romero (Villarreal B) y hace unos días presentó de una tacada al eslovaco Král (Unión Berlín), al argentino Alejo Véliz (Tottenham, con 31 minutos repartidos en seis partidos con el Sevilla) y el francés Irvin Cardona (Augsburgo). Normal que el técnico Manolo González pida más refuerzos antes del cierre del mercado.

De los tres equipos que ascendieron el más aplicado ha sido el más modesto, el Leganés. También sufre bajas, la más importante la del último Zamora de plata, Diego Conde, fichado por el Villarreal; junto a él, futbolistas con muchas titularidades como Miramón, Undabarrena, Djouahra y Ureña. Al igual que el Real Valladolid, ejerció el derecho de recompra con algunos (como el caso del tudelano Miguel de la Fuente) y, además, encontró los recambios con Javi Hernández (Cádiz), Rosier (Besiktas), Roberto López (Tenerife) y Juan Soriano (Tenerife), hasta el salto de calidad de los últimos días con las llegadas del internacional serbio Dmitrovic (Sevilla), que sonaba para la portería del Real Valladolid, y Óscar Rodríguez (Sevilla), que vuelve a Butarque, donde desplegó su mejor fútbol.

• Temas
• Real Valladolid Club de Fútbol