Un vídeo con los jugadores coreando ¡Pezzolano, dimisión! reaviva la polémica

Igual fue la tocada de narices durante toda la noche de celebración al uruguayo por parte de sus pupilos, pero en la red social anteriormente conocida como Twitter solo hay registrados diez segundos en los que Escudero y algún otro jugador de la primera plantilla -a los que es imposible identificar, uno de ellos podría ser Negredo- dirigen el canto más oído en las gradas de Zorrilla durante toda la temporada: «Pezzolano, di-mi-sión», señalando al aludido, que les jalea con las manos para que no dejen de corearlo, con un presidente al lado haciendo lo que mejor ha sabido hacer toda su vida además de perforar porterías rivales, reírse.

En apenas la cuarta parte de un minuto se acierta a oír tres veces el cántico, secundado por algunos de los privilegiados asistentes. Tres repeticiones en diez segundos, suficientes para que el video alcanzase los casi 75.000 visionados en apenas cinco horas. De sobra para reafirmar las posturas muy polarizadas pero condenadas a ser reconciliables de la afición pucelana. Por un lado, los que aceptan el juego, se lo toman a risa y saludan la actitud deportiva de Pezzolano, que si el domingo dejaba constancia en sus declaraciones tras el triunfo que ha sangrado por esa herida, poco después mostraba cintura y capacidad para reírse de sí mismo, o al menos para no enfadarse si lo hacen sus subordinados, circunstancia que si se ponen a pensarlo, los curritos pitorreándose de su jefe, no es habitual.

«Me parece bien que se lo tomen a risa. Pero detrás hay un descontento de la afición y deberían preocuparse porque sin afición ellos no son nada», comenta Juanmi al post de @EditsPucela, que es quien lo ha subido. «Los verdaderos protagonistas del ascenso, pese a su afición paleta», se atreve Uncle Terry en su reacción. Jose llama a la sensatez: «Lo mejor de las cosas es tomárselas con humor. Ojalá vuelvan las aguas a su cauce. Aúpa Pucela.

Del otro lado, jose carlos defiende: «Escudero uno de los capitanes y el presidente entre otros riéndose de la afición. Lo de siempre... esta tarde se lo cantamos bien fuerte». RCR/Litri ahonda en ese argumento: « Si tantos huevos tienen que los propios jugadores le canten pezzolano dimisión, a ver si lo hacen tanbién esta tarde cuando hablen... Vergüenza que lleven nuestro escudo».

Así, el ascenso del Real Valladolid avanza imparable en pos de convertirse en la excepción a esa norma confirmada tras el triunfo de la Roja en el Mundial de 2010, por la que el fútbol se muestra como ese fenómeno de masas sin el que no se puede comprender la sociedad hoy en día, la razón que unió a un país más que acostumbrado a la dispersión y a la fragmentación. Sin embargo El 3-2 de ayer frente al Villarreal B no une, divide; no reconcilia, aleja. Que el presidente, el entrenador y los jugadores tomen a broma el grito enojado de la disidencia no solo no parece bajar el suflé sino que es alimento para los críticos. Y el nombre del local donde se grabó la broma de la plantilla hacia su técnico contribuye a vestir la situación de surrealismo ya que la anécdota se produjo en La pera limonera.

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