Una explosión de júbilo recorrió todo el universo blanquivioleta cuando Melero López señaló el final del partido. El Real Valladolid se reencontró con el triunfo ante el Getafe y obtuvo el premio que se le venía negando desde hacía nueve jornadas cuando ganó, precisamente, al ... equipo azulón. Una primera parte colosal y un segundo tiempo con fases de sufrimiento pero sin lamentos dieron las llaves del triunfo. Sí, el equipo ha resucitado y todo se verá esta semana de otro color. Sí, hay vida en el planeta Pucela.
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El partido empezó de cara. Las primeras llegadas del Getafe y la presión constante de los azulones no inquietaron de inicio a un Real Valladolid solidario y con ganas de soltarse la melena. Cuando el partido amenazó con deslizarse por los senderos de la aspereza, el equipo de Sergio asestó el primer golpe. Janko afiló la subida por la derecha para que Guardiola colocase un centro de muchos quilates a la cabeza de Orellana, que prolongó la pelota. Óscar Plano, que llegó desde atrás como un cohete, descorchó el 1-0.
Real Valladolid
Roberto; Janko, Joaquín, El Yamiq, Olaza; Óscar Plano (Luis Pérez, m.88), Roque Mesa (Míchel Herrero, m.70), Alcaraz (San Emeterio, m.70), Orellana (Jota Filipe, m.82); Weissman y Guardiola (Kodro, m.70).
2
-
1
Getafe
David Soria; Damian (Take Kubo, m.45), Djené, Cabaco, Olivera; Nyom (Timor, m.87), Maksimovic (Ángel, m.78), Arambarri, Aleñá (Portillo, m.87); Ünal (Cucho Hernández, m.58) y Mata.
Goles: 1-0 (m.13), Óscar Plano. 2-0 (m.23), Weissman. 2-1 (m.36), Mata.
Árbitro: Melero López (comité madrileño). Amonestó a Take Kubo, Alcaraz, Nyom, Fede San Emeterio y al entrenador del Real Valladolid, Sergio González. Expulsó a Mata por roja directa (m.84)
Otros datos: Estadio José Zorrilla, Jornada 26ª. Sin público en las gradas por la pandemia de covid-19.
El gol generó un chute eléctrico en el Real Valladolid. De repente, cayeron todas las ataduras y el cuadro blanquivioleta se lanzó a la yugular de un Getafe sonado por el golpe. Orellana volvió a ser el futbolista descarado que el Real Valladolid esperaba tras su fichaje y empezó a crear hogueras por la izquierda, sin que los madrileños encontrasen extintores. El chileno creó una sociedad con Olaza y encontró las vías con Guardiola, con cambios de orientación y llegadas muy peligrosas al área de David Soria. Este Pucela festivo invitaba a frotarse los ojos. La metamorfosis ofrecía argumentos para el optimismo.
Las esperanzas se dispararon con otra punción perfecta. Orellana metió el turbo tras un pase de Olaza y, como si estuviera a los mandos de Neat en la PlayStation, se marchó de Maksimovic por potencia y velocidad. A su centro desde la línea de fondo respondió David Soria con un guante aflojado. Weissman acudió a la llamada de la depredación para marcar el 2-0 con un cabezazo que pegó en el larguero antes de colarse en la red. Miel sobre hojuelas: en un par de espadazos, el Real Valladolid obtuvo la tranquilidad que dan dos goles de ventaja en 23 minutos.
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El equipo de Sergio González trató de mantenerse con el viento de cola, con más llegadas fulgurantes y acciones para la videoteca o los 'highlights' de YouTube. Orellana taconeó un balón para Olaza y el chileno buscó posiciones de remate tras un cambio de orientación de Janko. El Real Valladolid dejaba ambrosías futbolísticas. Sin embargo, el Getafe aún tenía algo que decir. El dúo Ünal-Mata apareció antes del descanso para despertar al Pucela de su placidez. Los dos ex rubricaron la jugada del 2-1: un pase del turco para quebrar la línea de zagueros, una internada del madrileño tras burlar a Joaquín y un remate final que pegó en El Yamiq, que llegaba a la desesperada, para colarse en la red. Mata volvió a pedir perdón a la grada vacía por el tanto a su querido exequipo.
El gol destensó al Real Valladolid y encorajinó al Getafe. Bordalás corrigió los desaguisados que le causaba Orellana y retiró a Damián para que entrase Kubo, y Nyom se encargase de la marca al chileno. El Pucela se echó atrás, impelido por el empuje visitante y la necesidad de guarecerse, aunque Orellana gozó de una excelente oportunidad que abortó Soria con una tremenda parada. El agobio del Real Valladolid creció con los minutos, donde quedó a expensas del vendaval azul. Roberto abortó una flecha de Kubo cargada de veneno. Aleñá mandó el balón fuera en otra acción de gónadas en la garganta. Un triple cambio de Sergio González dio algo de aire al equipo blanquivioleta, que trató de multiplicarse para amarrar al Getafe. Superada la peor fase, tocaba mantener el espíritu solidario, la fe y la solidez mental para no dejar que apareciesen los fantasmas del balón parado. Mata se picó con El Yamiq, le soltó una patada y recibió la roja directa. Ante un rival en inferioridad, el Real Valladolid aguantó y aguantó. Kodro y Weissman gozaron de alguna contra, pero el deseo colectivo pasaba por oír el pitido final. Cuando Melero López sopló el silbato, hubo una sonrisa colectiva. Un triunfo para reforzar la moral.
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