Eusebio Sacristán posa poco antes de iniciar la entrevista, Rodrigo Jiménez

Eusebio Sacristán, entrenador y exfutbolista

«Me veo preparado para volver a entrenar»

Cuatro años después de su accidente, quiere volver al balón. Al de su infancia, pero también al fútbol que le funcionó en varios equipos como técnico

Santiago Hidalgo

Valladolid

Miércoles, 25 de diciembre 2024, 18:38

Eusebio Sacristán (13 de abril de 1964) siempre dice que, en su pueblo de La Seca, pegando balonazos contra la pared de la iglesia, soñó y encontró aquello a lo que quería dedicarse en la vida. Ser futbolista. Jugar en un gran equipo. Ser campeón ... de Europa. En ese momento no, pero sí poco después, también ser entrenador y hacer partícipe de todo lo que había aprendido de sus maestros. Y lo consiguió. Sus objetivos se cumplieron. La vida era maravillosa.

Publicidad

Y, sin embargo, ese 30 de diciembre de 2020, con su accidente fortuito (se golpeó en la cabeza en un céntrico de bar de Valladolid) parecía que eso se había acabado para siempre. Tocaba empezar de nuevo. Casi de cero. Lo primero era volver a hablar, a expresarse, a comunicarse sin trabas, a encontrar las palabras, ya que el derrame cerebral derivó en una afasia.

Un duro proceso en el que Eusebio, gracias a su hermana Tere, a su familia e hijos, a sus más cercanos amigos (algunos estaban allí cuando despertó), comenzó a remontar. Sabía que era lento, pero también que avanzaba. La tristeza se tornaba por momentos. Volvía a salir el sol, aunque todavía había nubes. Cuatro años después (incluso ha vuelto a ese bar), Eusebio está mucho más cerca de ser el que era. Tiene más seguridad en las relaciones, es más cercano y disfruta con sus amigos. Practica semanalmente deporte (fútbol, pádbol). En todo ese tiempo, no ha abandonado el sentir y ver el fútbol como él lo entiende. Igual que cuando era ese niño, desea volver a él. Volver al fútbol y a la felicidad inocente.

–¿Le queda algún recuerdo del accidente?

–Va a hacer cuatro años del 30 de diciembre de 2020. Ha pasado el tiempo... Sigo teniendo recuerdos de lo que pasó y de cómo he vivido este tiempo. Al principio fue una etapa difícil, triste. Sufrí y pasé momentos malos, pero poco a poco me decidí a luchar por recuperarme. En estos últimos años he recuperado la alegría porque me he dado cuenta de que puedo hacer una vida normal salvo alguna cosa. A veces no puedo encontrar esas palabras, esos nombres de los demás. Me he ido adaptando dentro de la normalidad…

Publicidad

–En este proceso han estado sus cercanos, mucha gente…

–Mi hermana Tere se dedicó a estar a mi lado en esos momentos. Mis hijos. Tuve a mis padres cerca antes de fallecer, algunos amigos íntimos en Sitges, en Vigo, en Valladolid, Juan Carlos, One, Pedro Pablo Crespo… Me sentía a gusto teniéndoles a mi lado cuando me faltaban las palabras.

–Es lo que conocemos como afasia.

–Sí, esa ha sido mi lucha, pero ya estoy mucho mejor. Como pasé mucho tiempo solo sin poder hablar, empecé a pensar cómo fue mi vida y lo que logré en ella. Conseguí los objetivos que me propuse de niño. Si mi vida ha sido así, después del accidente y lo apagado que estuve, ahora he decidido recuperarme y estar bien. Estoy en ese proceso y veo que se están cumpliendo de nuevo estos objetivos con determinación: ¡A por ello, a por ello! [dice con énfasis]. Si consigo esta recuperación definitiva será para transmitírselo a los demás. Habrá muchas personas que lo agradecerán y les venga bien.

Publicidad

Accidente

«Sigo teniendo recuerdos de lo que pasó. Fue triste pero ahora he recuperado la alegría»

–¿Qué tanto por ciento estima ahora en ese proceso de recuperación?

–Estoy como al 95%. Me veo muy bien en algunas cosas, aunque a veces no me acuerdo de esa palabra, ahhhh [sube el volumen]. Me tengo que adaptar a vivir de esa manera, pero con alegría porque estuve hundido mucho tiempo.

–Después de lograr esa recuperación, sin duda lo más importante, ¿cuál es el objetivo que busca Eusebio?

–Claro. Ahora que me he recuperado, lo más difícil, tengo tiempo libre y quiero ocuparlo. ¿En qué me gustaría? Lo tengo claro. Aparte de estar con mis nietos, con mi familia, con mis amigos, lo que más me llama la atención es el fútbol. Veo muchos partidos. Cuando estuve tan tocado ni los veía. Lo que me gusta es el fútbol y lo último que hice fue entrenar…

Publicidad

–¿Para entrenar, qué fútbol le gusta más?

–Cuando he visto jugar a la selección española, observo que juega 4-3-3 y ha sido superior a todos los equipos de Europa. Entonces me digo: esa es la forma que han jugado mis equipos, los que yo entrenaba. El 4-3-3 o el 3-4-3. Con triángulos, juegos de posición. ¡El Barcelona B, Celta, Real Sociedad y Girona jugaban así! ¡Eso yo lo tengo! Me veo preparado para volver a entrenar. He tomado esa decisión. Habrá muchos que pensarán que el fútbol ya lo tengo apartado. A partir de ahora, los demás tienen que ver cómo estoy y comprobar que en lo futbolístico estoy al 100%. Tendré ayudantes a mi lado que me echarán una mano en ese pequeño proceso de no recordar esa palabra o ese nombre, pero tengo lo futbolístico dentro de la cabeza.

Recuperación

«Estoy como al 95%, aunque a veces no me acuerdo de esa palabra...»

–Ese fútbol que defiende y ama lo encontró con Johan Cruyff.

–Yo descubrí el fútbol de niño. Luego lo vi en Cruyff. Rexach le habló de mí, Johan me fichó por mi manera de jugar, técnica, no fuerte, ni agresiva. Él creía en cosas que a mí me beneficiaban. Estar bien colocado para pasarse el balón, ver al compañero libre. Cruyff buscaba eso. Cuando lo vi y entrené con él, dijo: quiero jugar 3-4-3. Cuatro en rombo en el centro del campo. Y yo pensé, eso es lo mío. Con él llegué a ser campeón de Europa en 1992. Él me ayudó a eso.

Publicidad

–Con 38 años acaba su carrera como jugador y se dedica a entrenar.

–Me ficha de nuevo el Barcelona de ayudante del entrenador Rijkaard y en 2006 volvimos a quedar campeones de Europa. Recuerdo que antes, un día en Navidad, apareció Cruyff, y nos dijo que por qué no jugábamos con 4-3-3, con Ronaldinho libre. Y funcionó. Me di cuenta de que volví a cumplir mis objetivos.

–Y también apareció Messi…

–Le vimos en un partido en Portugal. A partir de ese día le pusimos a entrenar. Se salía. Era muy joven, pero disfrutaba con el juego. Le fuimos colocando poco a poco.

–E Iniesta al lado de Xavi.

Noticia Patrocinada

–Con Rijkaard salíamos al principio 4-2-3-1. Empezamos a jugar triángulos y Xavi e Iniesta comenzaron a destacar con esa forma de juego como interiores. Con Edmilson, luego con Deco o Márquez de pivotes.

Eusebio juega al pádbol en las instalaciones de Ingoal José Carlos Castillo

–Luego va al Celta a ser primer entrenador.

Publicidad

–Me llevó Ramón Martínez, la persona que me vio jugar con 15 años cuando no había estado en ningún equipo. Damián Recio, un futbolista (y alcalde) de La Seca, le dijo a mi padre que me iba a llevar a Pedrajas a hacer una prueba con el Valladolid. De allí Santi Llorente y Ramon Martínez me fichan para el Valladolid juvenil. Estuve un año que no jugué ni un partido. Lo pasaba mal, pero a partir de los 16 empecé a entrar… y con 19 años al primer equipo. Era un admirador del juego de Julio Cardeñosa y precisamente el 1 de enero de 1984 debuto en Sevilla contra el Betis en el que él estaba. Se cerraba así el círculo y...

–…me contaba del Celta.

–Sí. Estábamos quintos por abajo en Segunda, luchando. A falta de tres partidos contra el Alavés nos jugamos el descenso a Segunda B. Unas semanas antes había puesto a Iago Aspas a entrenar con nosotros. Destacaba en el medio del campo, en los juegos de posesión. Me recordaba a Messi. Y le puse en el campo a falta de 30 minutos con el 0-0. Metió dos goles y salió aupado a hombros. Fue el principio de su carrera.

Publicidad

–Y luego otros jugadores.

–Sigo una temporada más. En el Celta, Torrecilla fichaba a los futbolistas y yo allí no entraba. Veía que eran jugadores muy preparados para la Segunda División, pero no para mi tipo de juego. En Copa del Rey lo que hice fue contar con Joselu, Hugo Mallo, con los juveniles, Eliminamos al Villarreal, al Tenerife…. Nos tocó el Atlético de Madrid y empatamos 1-1, pero les habíamos superado. Todo eso me lo recuerdan en Vigo con mucho cariño.

Objetivo

«Lo tengo claro. Aparte de estar con los míos, lo que me llama la atención es el fútbol. Lo último que hice fue entrenar»

–Entonces Zubizarreta le ficha para entrenar al Barcelona B.

–Cuatro años. Hicimos buenas temporadas, llegando a ser terceros en Segunda División. Mi aspiración era entrenar en primera. Loren me llama en noviembre y me dice que cuentan conmigo para la Real. 'Queremos crear eso mismo del Barça B, pero en la Real Sociedad'. Estábamos abajo. Había que ir poco a poco. Quedamos en mitad de la tabla y a la temporada siguiente ya meto el fútbol que yo domino. Llegamos a conseguir ser sextos y clasificados para la UEFA, jugando a muy buen nivel hasta el punto de que… No sé si decirlo, no sé…[duda]. El Barcelona me llamó para el primer equipo y no quise irme. Quería disfrutar de entrenar en San Sebastián y no di ese paso. Si hubiera sido más ambicioso, como lo fui de jugador, quizás me hubiera ido…

Publicidad

–Y su último periplo en Girona.

–En marzo con el parón de la selección tenemos 34 puntos. Estábamos a punto de salvarnos. Sin embargo, empezamos a perder partidos y a partir de ahí, lo reconozco, tuve miedo. Me entró el miedo. Y me costó un descenso. Allí cayó mi carrera. Cuando te entra el miedo, los jugadores también lo detectan. Hace poco, en el palco viendo el Celta-Girona, estaba el presidente del Girona, Quique Cárcel. Le comenté lo bien que habían jugado la temporada pasada y él me dijo. 'Gracias a ti. Hiciste cosas importantes. Hemos seguido el camino con Míchel, jugando un 3-4-3'.

–Pero el equipo que más admira ahora es la Real Sociedad.

–Es el que más me gusta. Con Imanol y Labaca. Ellos estaban en el B cuando yo entrenaba allí. Luego subí a Labaca de tercero y todo lo que iba diciendo se lo trasladaba a los jugadores. Imanol estaba en el B y veía los partidos. Tenemos que hacer lo mismo que el primer equipo en el filial y en los juveniles, decían. Juego de posición. Esa era la consigna. Luego ellos dos lo han llevado al máximo nivel porque trabajan mucho más que yo. Cuando los he visto, me ha marcado, Me emociona cada partido. Juegan a lo que a mí me gusta. Ofensiva y defensivamente. Mi idea la han desarrollado y mejorado al máximo.

Publicidad

–Los jóvenes jugadores, y buenos, siempre han tenido hueco con usted.

–En el Barça B saqué a Grimaldo con 15 años; Pedro Porro debutó con 19 años en la Real Sociedad; Joselu, con 18 años, en el Celta; Oyarzabal, lo mismo, en la Real. Cuando ahora los veo en la selección española, digo, estos han jugado conmigo. Yo sacaba chavales en el Barcelona B del juvenil para jugar en Segunda B con lo difícil que era para ellos.

–¿Ve al Valladolid? ¿Qué le ha parecido Álvaro Rubio?

–Sí. Álvaro Rubio me encanta. Le tengo admiración. Juego con él al pádbol y al fútbol indoor. Es un centrocampista igual que yo, con técnica y habilidad. He seguido su carrera en el Valladolid B y su equipo juega bien, con orden y posición. En estos partidos con el primer equipo me he llevado una alegría sobre todo tras ganar al Valencia. Álvaro es una persona que se lo merece y el club debe tenerlo muy en cuenta. Está capacitado para llegar a ser un buen entrenador. Preparado para cuando le necesiten.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad