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La fe, el coraje, el orden, la lucha, el espíritu de equipo, la unión, una ciudad entera detrás de un equipo... Todos esos factores, y los que se quedan en el tintero, han colocado al Real Valladolid en condiciones de luchar por el ascenso. Se ... logrará o no se logrará, pero lo que hace dos meses parecía imposible, es ahora una realidad. El trabajo psicológico de Sergio con un equipo que había perdido la confianza ha transmutado a un grupo que veía la vida pasar en un conjunto de jugadores con hambre y que no dudan en meter la pierna. Espera ahora el Sporting, el jueves y el domingo a las 20:30, que llega de encajar tres ante el Córdoba y con mucha menos confianza de la que tenía en el último duelo entre ambos.
El apoyo de la ciudad, de los 23.000 que llenaron Zorrilla, acabó siendo crucial. La presión sobre los rivales se fue haciendo insoportable para los navarros en la misma medida en que asentaba a los pucelanos. El golazo de Hervías y el indiscutible penalti sobre Mata se unieron a la tranquilidad que suponía ver que el Cádiz no ganaba y el Oviedo sí. La victoria era suficiente, pero además había colchón. El Valladolid llega ahora lanzado al 'play off' y serán otros los que deban preocuparse.
Real Valladolid
Masip; Moyano, Olivas, Calero, Nacho; Borja, Míchel; Hervías (Gianniotas, min. 85), Toni (Ontiveros, min. 70), Óscar Plano (Anuar, min. 79)y Mata
2
-
0
Osasuna
Manu Herrera, Rober Ibáñez, Miguel Flaño (De las Cuevas, min. 82), Oier, Lillo, Fran Mérida, Lucas Torró (David Rodríguez, min 72), Borja Lasso (Roberto Torres, min. 60), Unai García, Quique, Xisco.
Goles 1-0, min. 32: Golpe franco directo que lanza Hervías por toda la escuadra. 2-0, min. 63: Mata, de penalti
Árbitro: El vizcaíno Bikandi Garrido. Amonestó a Mérida, Míchel, Xisco, Lillo, Ibáñez, (en dos ocasiones), Manu Herrera, Oier, Borja, Flaño, Mata
Campo José Zorrilla. 22.800 espectadores en la grada. Soprendente dado que no había en teoría entradas. Terreno de juego algo blando pero en buen estado.
El arranque de partido fue lo que se esperaba: presión de Osasuna y nervios pucelanos. Pero la cosa duró poco. Lo justo para que Míchel y Borja empezaran a encontrar a Hervías y Toni, que con su verticalidad se convertían en indescifrables para los navarros. El canterano, en especial, fue una pesadilla en esa primera mitad. Forzó la falta que dio a Hervías la opción de mostrar su calidad a balón parado y se volvió un tormento. para el rival. Osasuna parecía desconectado por momentos, y el Valladolid le controlaba con cierta solvencia.
Pero los partidos como el que se jugaba en Zorrilla son de promoción de ascenso, aunque realmente no lo sean. Y en la segunda parte todo podía cambiar.
Pero no cambió demasiado. Osasuna apretó al principio. El Pucela juntó líneas, apretó los dientes y esperó su oportunidad. Y esa fue un claro agarrón sobre Mata dentro del área. Nunca se sabrá si en la mente de Vicandi influyó un estadio lleno o la polémica de los señalados en Zaragoza, el caso es que el pichchi hizo el 2-0, anotó el 33 de su cuenta y cerró un partido que pudo acabar en goleada. No hacía falta, pero sí comprobar que todo el plantel está comprometido, porque los que entraron de refresco no hicieron descender un ápice el nivel.
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