Secciones
Servicios
Destacamos
Van 16 jornadas, estamos entrando en el cuarto me de competición y aún quedan siete por delante. Y, aunque se suele decir que hasta marzo no puede intuirse los equipos que van a estar en ascenso directo ni los que van a pelear por la promoción para subir, no es menos cierto que hay algunos indicios, algunas signos, que empiezan a sugerir y apuntar lo que nos podemos encontrar en junio. Es muy posible que a final de temporada, leyendo estas líneas, todo lo que en ellas se dice se haya incumplido. Pero, con todo, las dinámicas tienen una importancia notabilísima en el fútbol y más si vienen arrastradas desde la temporada anterior.
1.- Huesca, Cádiz y Lugo.
Los dos primeros jugaron el ‘play-off’ la pasada temporada y emiten sensaciones más que positivas. Ambos coinciden en que se han reforzado muy viene en pretemporada, en que tienen dos entrenadores de muchos quilates con un extraordinario conocimiento de los entresijos de la categoría. Ambos, por supuesto, apenas encajan goles. El Granada, empero, puso de relieve la pasada jornada las debilidades de los aragoneses. El problema de ambos equipos, sobre todo de los oscenses, es que su banquillo está muy lejos de la calidad de su once titular. Si las lesiones no respetan a determinados jugadores tendrán problemas. El Lugo ya apuntó maneras el año pasado, y ahora los ha consolidado de la mano, especialmente, de Juan Carlos, el portero. Él es, fundamentalmente, la clave de su solvencia defensiva.
2.- Granada, Sporting, Osasuna.
Los tres descendidos de Primera siguen caminos diferentes. Los andaluces, después de sus titubeantes inicios, han terminado por imponer la calidad de su plantilla. Van a estar arriba con seguridad salvo hecatombe. Otra cosa será que puedan ascender. La plantilla está muy equilibrada, y aunque Joselu no es un delantero centro nato, la presencia de Machis, Ramos y de una segunda línea muy llegadora los hace temibles. No son el levante del año pasado, pero se le parecen mucho.
El Sporting es el más débil de los descendidos, y el bache en el que parece haber entrado ha sembrado más dudas de las deseables. En Gijón no están convencidos con Herrera y lo cierto es que el equipo no muestra sobre el campo la serenidad y seguridad de inicio de temporada. Es muy propio de los equipos de Herrera estos vaivenes, pero está por ver que en El Molinón tengan paciencia.
El Osasuna es un caso atípico. Sus dos fichajes, Aridane y Quique, no terminan de dar todo lo que se esperaba, pero el resto del grupo mantiene el tipo, con un Herrera en la portería en su mejor momento. Estará en la zona alta porque tiene la segunda mejor plantilla de la categoría, pero no emite las mismas señales positivas que Granada, Huesca o Cádiz.
3.- Rayo, Numancia, Valladolid, Tenerife, Oviedo.
La zona alta de la clase media. Cinco equipos que aspiran a aprovechar cualquier desfallecimiento de los anteriores, pero que viven las ansiedades propias y ajenas con distinto talante.
Los de Vallecas, después de un año para olvidar, han recuperado las señas de identidad de la mano de dos nombres: Santi Comesaña y Adrián Embarba. Con un juego alegre y vistoso y un contragolpe muy trabajado, sufren cuando han de manejar el partido. Habrá que ver cuánto tiempo logran estar enchufados.
Lo del Numancia es como un clásico en Segunda División. El club soriano es extraordinariamente serio y paciente, ayudado por una afición que nunca se pone nerviosa y siempre está detrás del equipo. Les comanda Manu del Moral, con Íñigo Pérez, Pere Milla y Marc Mateu como jugadores que más desequilibran. No tienen nada que perder ni que ganar, no dependen más que de ellos mismos para marcarse objetivos, y en ese arma tienen su virtud y su defecto. Darán muchos disgustos a los de arriba.
El Tenerife es un arcano extraño en estos momentos. Irregular y difícil de entender, mezcla momentos de extraordinaria solidez con otros de aparente fragilidad. No es ni muy sólido atrás ni muy brillante arriba, pero genera muchísimo juego desde las posiciones de Aitor Sanz en el centro del campo. Otro de los que será poco menos que inexpugnable en su feudo.
El Real Valladolid acaba de superar el tercio de Liga con muchas dudas, nacidas de su buen arranque de Liga. Las cañas se han tornado lanzas por sus problemas defensivos, que han terminado por convertirse en obsesión para la plantilla y la afición. Su única salida pasa ahora por hacerse fuerte atrás para volver a crecer, pero mientras siga encajando goles lejos de Zorrilla en los 10 minutos primeros irá caminando hacia la mitad de la tabla. En casa es fiable, pero solo eso.
Algo similar le ocurre al Oviedo de Anquela. Partió con altas expectativas, pero se van diluyendo en un juego vulgar. En muchos momentos da la sensación de que no saben qué hacer con el balón, pese a que Ramón Folch suele jugar con bastante criterio. Linares no termina de asentarse y el carácter de Toché no le llega al equipo, que al igual que sus hermanados vecinos del Pisuerga es frágil de moral.
4.-Cultural, Albacete, Zaragoza.
Dos ascendidos y un clásico. Los maños no están, pero es que tampoco se les espera. Inmersos en su particular travesía del desierto por mor de la economía, no termina de saber hacia dónde camina. Todo apunta a que sufrirán, pero tiene la suficiente calidad en la plantilla como para llegar en pleno crecimiento al tramo final de la Liga.
Cultural y Albacete son dos casos peculiares. Los manchegos empezaron peor que mal, pero la contratación de Enrique Martín como técnico les ha cambiado radicalmente la cara. Ahora son un equipo que defiende muy bien y ello le ha dado la suficiente confianza com para intentar otras cosas. Susaeta ya ha logrado tomar el timón en el centro del campo, y el equipo lo nota. Los leoneses, la sorpresa del inicio de temporada, han pagado ese comienzo tan explosivo labrado a partir de una excelente forma física. Equipo talentoso y vistoso, da en demasiadas ocasiones la sensación de que su juego no le da para atacar y defender. O hace una cosa o hace la otra. Sufrirá para salvar la categoría, que es realmente su objetivo, pero mientras tanto dejará siempre cosas interesantes sobre el césped.
5.- ¿Y por abajo?
Caer a Segunda B es vivir en un barranco de paredes verticales en el que no hay margen de error. Y por las profundidades de la tabla pasan muchas cosas, generalmente. Casi más que por arriba. Por el juego desplegado, da la impresión de que el Almería acabará de salir tarde o temprano, al igual que los dos filiales. El Alcorcón de Julio Velázquez es muy irregular a tras y tiene problemas para hacer gol, mientras que el Reus y El Nástic viven en el alambre. Unos por su poca fialbilidad lejos de su estadio, otros porque en su casa apenas sacan puntos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.