Lo que vale y lo que pesa
Es más viejo que carracuca el hecho de que el deporte se acabe colando en las campañas electorales de los partidos políticos
Santiago Hidalgo
Miércoles, 1 de marzo 2023, 19:01
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Santiago Hidalgo
Miércoles, 1 de marzo 2023, 19:01
Aplaudo a mi amigo Juan Carlos de Margarida por tener ese hábil olfato profesional suyo para convocar este miércoles el coloquio sobre la relevancia del ... deporte en la economía vallisoletana. Me lo perdí porque, como Manucho, «estaba a otras cosas», pero realmente me hubiera gustado acudir.
Primero para escuchar glosar loas sobre el deporte y su relevancia en la economía cotidiana y en los grandes mercados, observando pacientemente que los fondos de inversión cada vez acercan más el ascua a la sardina sobre todo del fútbol como verdadero motor del resto. Yo me imagino a un fondo de inversión como si fuera una caricatura de un hombre grande, tal vez obeso, con monóculo, que fuma puros y al que los billetes se le salen de los bolsillos de los pantalones de su levita mientras patea un balón de reglamento.
También habría podido comprobar cifras reales de cuando se habla de retornos en espectáculos deportivos: «1,5 por euro invertido», dijo el economista, y no estimaciones sin fundamento, ni base, ni encuesta alguna de por medio, que en numerosas ocasiones leemos (sin cuestionar) para hablar de la repercusión de tal o cual evento sea voleibol o pádel en Valladolid.
El deporte además de «como motor económico» se manifiesta desde el punto de vista de la salud. Y aquí cada vez son más las voces autorizadas que opinan que más zapatilla y menos pastilla; que andar 11 minutos al día en muchos casos es, si no suficiente, sí un primer paso para no ser sedentarios (por algo se empieza) o que el deporte es la «polipíldora» más eficiente. Lo dicen los gimnasios que precisamente no lo están pasando bien tras la pandemia, pero que son necesarios en nuestra vida sana a efectos de que sea también más duradera.
Por no hablar del deporte base, de su importancia y de la relevancia de cuidar el deporte también para fijar población. Lo mismo que deporte y formación, deporte y educación, traducido en becas. Más de un equipo de elite en Valladolid debería repensar sus políticas y ocuparse también del aspecto educativo de sus jugadores. No todos llegan y el deporte no dura toda la vida.
Es más viejo que carracuca el hecho de que el deporte se acabe colando en las campañas electorales de los partidos políticos a cualquier nivel: local, autonómico o nacional. ¡A quién no le gusta hacerse una foto con una figura destacada o varias, con muchos seguidores y un gran número de valores positivos en su currículo y así colgarla en sus redes sociales a los pocos minutos! La imagen de cualquier deportista, club, es envidiada, perseguida.
Economía, salud, educación, imagen, proyección… Lo que ocurre es que las administraciones, da igual la que digas y del color que la pongas, al fin y a la postre seguirán sin echar el resto en los presupuestos que se destinan a eso que llaman deporte y este continuará siendo la hermanita pobre que apenas le llega para ir tirando con mucho esfuerzo.
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