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El Pucela vuelve a a la capital de España para visitar, todavía, uno de los campos del alfoz madrileño, el estadio de Vallecas, donde juega el Rayo Vallecano, un club que guarda una enorme conexión con el Real Valladolid. De hecho, el conjunto madrileño ha ido fichando de manera sistemática a los jugadores que han destacado en las filas blanquivioleas en los últimos años. Javi Guerra, Alberto Bueno, Manucho, Ebert, Mojica y este mismo año Raúl de Tomás. Y se da la curiosa circunstancia de que el conjunto que ahora dirige Michel cuenta en sus filas con los tres últimos goleadores blanquivioletas: Guerra, Manucho y Raúl de Tomás.
Manucho era más un icono que una promesa (incumplida) cuando coincidió con Javi Guerra en Zorrilla. El malagueño ostentaba un récord de 28 goles en los 41 partidos que disputó durante la temporada 2010/2011, a las órdenes de Antonio Gómez, Javier Torres Gómez y Abel Resino. Fue el primer año en Segunda, tras el descenso del año que alternaron Mendilibar, Onésimo y Clemente en el banquillo.
El año de la explosión del malagueño, Manucho no pudo aprender de él. Había estado cedido en equipos turcos. Pero se encontraron a partir de 2011 en el Real Valladolid, donde Guerra había levantado el pedal, pero seguía siendo un goleador de referencia –17, 8 y 15 goles en sus últimas tres temporadas en Zorrilla, con Djukic, que le ascendió a Primera, y con Juan Ignacio Martínez, con quien descendieron–.
Manucho siguió siendo una promesa goleadora y afianzando su icónica imagen de niño malo, excéntrico en el vestir, abanderado de causas solidarias y siempre por explotar como goleador. Cuando volvió de Turquía marcó 4, 8 y 3 goles con Djukic y JIM.
Manucho ha dado recientemente, en unas declaraciones a la prensa, la clave de un rendimiento cuestionable en Segunda. «Nos creíamos que éramos jugadores de Primera y estábamos en Segunda» declaró a ‘As’. Se refería a la pasada temporada en el Rayo, pero eso ya se les ha reprochado a otras plantillas –la del Pucela entre ellas– durante las últimas temporadas.
Aún así, Manucho (Luanda, Angola 1983) ha renovado este año con el Rayo, que reforzó con su fichaje como agente libre la delantera vallecana, armada con otros dos exblanquivioletas, Javi Guerra y De Tomás, y el argentino Óscar Trejo, máximo goleador, con siete dianas.
Cuando descendieron con el Real Valladolid , mantuvieron su convicción de que eran jugadores de Primera y Guerra y Manucho, entre otros, abandonaron Zorrilla. Manucho, directamente a Vallecas, que era de Primera, y Guerra, dando un rodeo por Cardiff.
Este año, segundo consecutivo del Rayo en Segunda, se les ha sumado un tercer exblanquivioleta: Raúl de Tomás, un delantero cedido la pasada temporada al Real Valladolid por el Castilla que enamoró a la afición pucelana, a pesar de que sus comienzos en Zorrilla no fueron fáciles. De Tomás terminó convenciendo a un Paco Herrera que claudicó en sus reticencias y no tuvo más remedio que hacerle titular porque el madrileño le convenció a base de goles (14). Yjugó 36 partidos. Y –error de juventud– dijo que si tenía que jugar en Segunda porque ningún Primera le fichaba, lo haría siempre antes en Valladolid. Pero terminó ocupando taquilla en Vallecas no muy contento con el trato de la directiva de Zorrilla.
A la vista de los números que arrojan las siete primeras jornadas del campeonato, no es difícil concluir que la juventud de De Tomás se está imponiendo a la veteranía de Guerra o Manucho.
El madrileño ha disputado 192 minutos en los tres partidos en los que Míchel ha contado con él, los dos últimos como titular. Frente a la Cultural Leonesa, además, marcó su primer gol, transformando el penalti que le hicieron. De Tomás está en racha y podría enfrentarse el domingo a su exequipo.
Más difícil será que lo haga Manucho, inédito esta temporada en el Rayo Vallecano. Javi Guerra ha ido perdiendo protagonismo en el equipo madrileño a medida que transcurren las jornadas. El malagueño jugó sus primeros minutos en la segunda jornada, frente al Numancia, donde saltó al terreno de juego desde el banquillo, en la segunda parte. Contra el Lorca disputó media hora y en la cuarta jornada, frente al Tenerife, fue titular por primera verz. Pero seguía inédito de cara a puerta. En la quinta jornada, frente al Osas una, Míchel apenas le dejó jugar cinco minutos. Yfinalizó el ciclo sin marcar. Frente a la Cultural no salió del banquillo y en la última jornada de Liga ni siquiera viajó a Huesca.
A medida que crece el protagonismo de De Tomás, Guerra está siendo ninguneado por el entrenador del Rayo Vallecano que no ha terminado de encontrar la fórmula para reivindicarse en la categoría. Dos victorias (Oviedo y Cultural), tres empates (Numancia, Lorca y Sevilla Atlético) y dos derrotas (Osasuna y Huesca)demuestran las dudas del rival dominical del Real Valladolid. Además, los de Míchel se vieron apeados de la Copa del Rey por un contundente Tenerife que les derrotó por 0-3 en Vallecas.
Los ‘ex’ más veteranos del Pucela pierden fuelle, pero De Tomás sigue creciendo, lo que no deja de ser alarmante por la tradición que mantiene los jugadores que han pasado por Pucela de marcar ante su exequipo. Una tradición que se rompió durante la última jornada en Zorrilla, frente al Córdoba, donde la victoria del Real Valladolid no se vio empañada por la amenaza de Alfaro, otro ‘ex’ que no solo no marcó sino que fue sustituido.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
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