Trece jugadores han vestido la camiseta del real Valladolid y Girona

Pese a que solo dos años de antigüedad separan a Real Valladolid y Girona F.C., las trayectorias deportivas de uno y otro equipo son bien dispares. El club blanquivioleta, fundado en 1928, ha militado 45 temporadas en primera división, 37 en segunda y 9 en tercera, mientras que el club gerundense, que nació en 1930, posee un balance bastante más modesto: 2 temporadas en primera, 24 en segunda, 13 en segunda B y 44 en tercera.

Sin embargo, pese a ser clubs con 93 y 91 años de vida respectivamente, tardaron mucho en encontrarse sobre un campo de fútbol y su balance es únicamente de 2 partidos en primera división, 12 en segunda y solo uno en la Copa del Rey, con un balance bastante equilibrado: una victoria blanquivioleta y un empate en primera, cinco triunfos para cada uno y dos empates en segunda, y una victoria vallisoletana en la única eliminatoria, a partido único, del torneo copero.

En cambio, sí ha habido bastantes jugadores que han militado en ambos equipos en diferentes épocas, que dejaron muy buen recuerdo en ambas aficiones. El primero de ellos, Joaquín Rigual, fichó por el Valladolid en la temporada 1939-40, recién terminada la Guerra Civil, y aunque solo estuvo un año a orillas del Pisuerga, rindió a buen nivel, pues fue titular jugando como delantero o medio volante, mientras que después, cuando se comprometió con el equipo catalán, solo disputó 4 partidos oficiales.

El siguiente de la lista fue Emilio Aldecoa, un extraordinario interior que se forjó en el fútbol inglés antes de regresar a España para comprometerse con el At. Bilbao, en el que alcanzó la internacionalidad absoluta. En la temporada 1949-50, el Valladolid hizo un considerable esfuerzo económico para ficharle, aunque solo pudo retenerle dos temporadas, pues el Barcelona le hizo una oferta irrechazable. En las filas vallisoletanas disputó 56 partidos oficiales y marcó ocho goles, mientras que en el Girona recaló cuando su carrera comenzaba a eclipsarse, después de cuatro grandes campañas en el F.C. Barcelona. Con los gerundenses fichó como entrenador-jugador dándose el caso de que solo disputó dos encuentros como futbolista, pero totalizó 221 partidos como técnico, un récord en la historia del club catalán.

Poco después de Aldecoa, llegó a Zorrilla Francisco Cánovas, murciano de nacimiento pero muy vinculado al fútbol catalán, pues militó en las filas del Barsa, Sabadell, Lérida y Girona. Extremo derecho de buen regate, en el Real Valladolid estuvo dos años, desde 1951 a 1953, intervino en 37 partidos y marcó 11 goles, mientras que con el Girona en segunda, solo jugó 10 encuentros y anotó dos tantos.

El centrocampista canario Miguel Ángel Aparicio fichó por el Pucela en la temporada 1976-77, en segunda, con solo 20 años de edad. Aquí estuvo cuatro temporadas con un balance de 20 partidos, mientras que en el Girona, donde jugó cedido cuando estaba en segunda B, mejoró sus prestaciones, con 23 partidos y 3 goles en una sola campaña.

El portero guipuzcoano Juan Jesús Cendoya es prácticamente un desconocido para la afición blanquivioleta, pues aquí solo estuvo en la temporada 83-84 y jugó únicamente 5 partidos. En cambio, con los catalanes disputó 37 en segunda B.

Sergio Gontán, más conocido como Keko, fue cedido al Valladolid en primera división un año, jugando 13 partidos, y otro en segunda, con más presencia, 29 partidos, mientras que en el equipo catalán también estuvo a préstamo una temporada en segunda, en la que intervino en 11 partidos.

El lateral izquierdo aragonés Chus Herrero llegó al Valladolid procedente del Girona con el que jugó dos temporadas en segunda interviniendo en 45 encuentros. Con los vallisoletanos jugó 21 en la campaña 2014-15, también en la categoría de plata.

David Timor, excelente centrocampista de origen valenciano, también estuvo en el equipo rojiblanco antes de recalar en el Real Valladolid. Allí fue titularísimo, con 39 partidos en una sola temporada, mientras que aquí, en las 2014-15 y 2015-16, disputó 56 partidos y marcó 6 goles. Regresó después a «Montilivi», donde pasó dos temporadas discretas.

El siguiente futbolista procedente del Girona que llegó al equipo vallisoletano fue el portero Isaac Becerra, uno de los más cotizados de la plantilla catalana, con 140 partidos en la meta catalana. Con los blanquivioletas fue indiscutible en su primera temporada, con 34 titularidades, cifra que se redujo drásticamente en la siguiente, 5 partidos, al ser desplazado por Jordi Masip.

Cedido por el Rayo, el lateral colombiano Johan Mojica, estuvo dos buenas campañas en «Zorrilla», con 70 partidos y 9 goles, mientras que en el Girona, donde también estuvo cedido, rindió a excelente nivel durante tres años, especialmente el último, en el que intervino en 36 partidos.

Uno de los grandes fichajes recientes del Valladolid fue Jaime Mata, que tras dos temporadas en Girona con un balance de 21 goles en 82 partidos, en el conjunto blanquivioleta se convirtió en uno de los mejores artilleros de su historia: 41 goles en dos campañas, de los cuales 35 los marcó en la última, 2017-18, en la que fue pieza decisiva para lograr el ascenso a primera.

Rubén Alcaraz, que en el Girona estuvo dos años resumidos en 50 partidos y 8 goles, llegó al Valladolid con vitola de jugador importante que ha ido de más a menos, siendo su balance de 96 partidos y 7 goles en los tres años que lleva en el club.

También llegaba precedido de las mejores referencias el lateral Pedro Porro, internacional Sub-21, que había disputado 36 partidos con el Girona en primera división y que en realidad pertenecía al Manchester City. Empezó de titular indiscutible pero poco a poco fue perdiendo crédito y sus 17 partidos parecen muy poco si los comparamos con los 34 que ha disputado esta última temporada con el Sporting de Lisboa, campeón de la Liga portuguesa.

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